Lunes 20 de enero de 2003

 

En Gualeguaychú, la batucada se impone a la crisis

 

Espectaculares comparsas que no tienen nada que envidiarle al carnaval brasileño

  GUALEGUAYCHU (Télam). Miles de personas bailaron y festejaron ayer en la tercera edición del 2003 del carnaval de la ciudad entrerriana de Gualeguaychú, en un clima de alegría desbordante, potenciado por los brillos de los atuendos y la espectacularidad de las carrozas, que invitaba a la gente a moverse al ritmo de la batucada.
Tres comparsas desfilaron durante casi cuatro horas en el corsódromo construido en la vieja estación de trenes de Gualeguaychú y, cada una con sus características, aportaron para generar un clima de algarabía con el fin de que los 18 mil asistentes al "Carnaval del País" se olvidaran de sus problemas y se largaran a bailar.
Hasta no faltaron aquellas personas que, atraídas por el ritmo y la belleza de los integrantes de las comparsas e invitados por ellos, saltaran las vallas y se dieran el gusto de moverse al son de la batucada y las canciones.
"Hola que tal Gualeguaychú" fue el estribillo de la comparsa Papelitos para abrir la noche, presentando cuatro carrozas cuyos integrantes hacían teatralizaciones sobre la creación del mundo, desde el caos y las sombras hasta la aparición del universo, con una explosión de luz y polvo cósmico.
Martín Ayala, profesor de historia de una escuela de Gualeguaychu, pero también director de este comparsa, que pertenece al club Juventud Unida, dijo a Télam que para construir el tema de esta edición se basó un poco en la crisis del país y que la asemejó a la creación el universo "que comenzó en sombras pero terminó con una explosión de luz y de vida. Aprendí todo esto en la Comparsa Pitman", dijo con ironía al referirse a que nadie le enseñó como armar una comparsa y agregó: "hacía dos años que Papelitos no salía a desfilar y cuando decidimos participar en esta edición, empezamos desde agosto del año pasado los ensayos, todos los días, unas diez horas para tener todo listo".
Luisina Bourlot es la nueva reina de Papelitos y afirmó que "de integrante de la comparsa este año me eligieron reina, pertenezco a toda una familia carnavalera, aparte la misma ciudad me fue empujando a dedicarme a esto y lo hago con mucha alegría y orgullo".
Marí-Marí, la comparsa que ganó el año pasado, fue la segunda en presentarse. Con un ritmo popular, su salida coincidió con el momento de mayor ebullición de la fiesta, y sus integrantes lo aprovecharon bien para mostrar a la gente distintos movimientos de baile que el público imitaba con frenesí.
   
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