Domingo 19 de enero de 2003 | |||||
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En Las Grutas la noche empieza en la peatonal y termina en la playa |
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Adolescentes, jóvenes y mayores tienen sus propias formas de divertirse. Pubs, confiterías y boliches diferencian su oferta para captar a cada uno de los nichos. |
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Mientras Carlos termina de prepararse, una multitud ya ocupa la calle frente al Salón de Usos Múltiples. ¿Qué hacen, sin hacer nada?, podría preguntar un desconocedor. En realidad ahí empieza a saberse lo que pasará después. Se aprovecha a conocer gente, con buena luz de la calle, sin música fuerte, mientras los tarjeteros de los distintos boliches terminan de repartir sus últimas entradas con descuentos. En una noche fría se lucen las camperas de cuero en los hombres y peinados al estilo Mambrú, mientras que las chicas se contentan insinuando y coqueteando, en una calle convertida en pasarela. Son en su mayoría jóvenes de menos de 25. Las reinas del lugar, son este año las mellizas, Leticia y Fernanda de 21 años, dos rubiecitas platinadas de ojos claros que se dedican a repartir tarjetas para Marnos. Con tarjetas y contactos, la noche va definiendo rumbo. Los matrimonios mayores están desde hace un rato en el Casino, Tabasco Pub o de sobremesa en algún restaurante. Los de algo más de 25 recorren pubs y en su mayoría se instalan en Playa Serena, sitio ideal para escuchar buena música y conocer gente. Los pibes de la Peatonal salen hacia los pubs cercanos, como Pioneros y Gitano o se largan hasta Playa Serena a ver qué onda. "Marnos es más fino y Birras es más "gato". Acá -en Playa Serena- se ve mucho `gato viejo y tipos grandes de trampa", dicen Juan y Mario, dos amigos de Olavarría de 21 años, con esa insistencia de los jóvenes de generalizar y colocar a la gente en compartimentos estancos. "En Las Grutas es fácil acercarse a las chicas, porque están todas desenfrenadas, por las vacaciones. Es como que todos estamos predispuestos a lo mismo", aseguran riéndose. Mientras, dos señoritas escuchan atentamente a la banda que interpreta un tema de los Rolling Stones. "Venimos porque hay buena música para bailar. La onda es hacer amigos y acá es más fácil porque hay muchos cordobeses desinhibidos. En Regina la noche es más corta, acá hay más alternativas", aseguran Melissa y Daniela de 23 años. Algo mayores, otras dos jóvenes buscan un vino espumante New Age, en la barra. Integran un grupo de ocho profesionales médicos de Córdoba que llegaron todos juntos de vacaciones. Al lado de la banda, bailando sin parar, tres estudiantes de Rosario salieron a pasarla bien. "Vamos a ver cómo termina la noche", aseguran compartiendo miradas y sonrisas cómplices. - ¿Qué te sirvo?, pregunta Charlie tras la barra. "Sex on de beach", responde una rubia imponente invocando al que parece será el trago del verano. El nombre del cóctel es todo un símbolo de la noche de Las Grutas. * 4.30 AM: A Marnos no para de ingresar gente. Son en su mayoría chicos de alrededor de 20. Los mismos que parecían modelos en la peatonal, se los ve más desarreglados, producto del calor y las horas de dancing. "Los jóvenes están más tranquilos que otros veranos, toman menos, se divierten más y tratamos de controlar que no pase nada. Acá hay por noche entre 12 y 18 policías adicionales", cuenta Adrián Justo, dueño de Marnos. El desfile entre este boliche y Birras de la Segunda Bajada, es constante. A mitad de ca
* 6.30: Las huellas en la arena llevan al sur. El trago que es boom en Playa Serena ya no se bebe a esa hora. Se practica. Pedro Caram |
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