Domingo 12 de enero de 2003

MAS INFORMACION

Planificación familiar es crecimiento

 

Mujeres toman las riendas de su contracepción

 

Se organizan espontáneamente en la región. Juntan fondos y presionan a centros de salud.

 
Mujeres de 30 años o más, con muchos hijos y escasos ingresos, son las que más se preocupan por tener control sobre su cuerpo.
Un reciente informe de la ONU señala que los países que invirtieron en planes de procreación responsable crecieron más. La clave para salir de la pobreza también pasa por la promoción de programas de planificación familiar. En la Argentina, las provincias en las que más creció la mortalidad infantil carecen de planes en tal sentido.
Río Negro y Neuquén sí sancionaron su ley de Salud Reproductiva, pero el Estado afronta con enormes dificultades la tarea de garantizar anticonceptivos. Ante esta realidad, mujeres rionegrinas autogestionan su adquisición. Hay grupos trabajando en Mainqué, Godoy, Campo Grande, Chichinales, Villa Regina, Roca o Chimpay. Organizan peñas, rifas y festivales para juntar dinero para comprar óvulos, pastillas, inyecciones, dispositivos intrauterinos o para reclamar al hospital público que provea o permita la anticoncepción quirúrgica.
"El asunto es educar" , insiste machaconamente el doctor Mario Mas, pionero en la implementación de la anticoncepción quirúrgica en el país e impulsor de programas de educación en salud reproductiva desde el hospital de Villa Regina.
"La educación, ésa es la gran clave. La solución no es la ligadura de trompas, que quede claro que nosotros no promovemos este método como la panacea, es una de las soluciones pero no es única", insiste el tocoginecólogo.
En su reunión mensual con mujeres de varias localidades que se autogestionan anticoncepción y otras que se capacitan en la difusión de un programa de salud reproductiva, el doctor Mas cuenta que en cada localidad de Río Negro hay listas de mujeres que esperan ser operadas. Sólo en Regina hay unas 100 anotadas para ligarse las trompas.
Actualmente se interviene a dos mujeres por semana y esto gracias a la presión que ejercen las interesadas.
En la última reunión decidieron, médico y pacientes, solicitar por escrito a las autoridades sanitarias de la provincia que permita aumentar a 6 el número de intervenciones. Hace unos días un grupo de mujeres de La Pampa se sumó al pedido porque desean ser intervenidas aquí.
Cada localidad del Valle tiene más de un centenar de mujeres en lista de espera. Se intenta dar prioridad a aquellas que -consideran- tienen mayor urgencia. En Roca, hay unas 100 mujeres esperando, 50 ya efectuaron hace tiempo el examen prequirúrgico. Dos de ellas recibieron un subsidio para que el hospital local les realice las ligaduras, pero en la demora se gastaron el dinero. El hospital no opera bajo el argumento de no tener presupuesto para ese fin y el costo particular de una ligadura oscila entre los 600 y los 1.000 pesos.
Lo cierto es que además de contar con bajo presupuesto, las mujeres de Roca no han podido organizarse para presionar como lo hacen en Regina o Huergo, y los médicos del hospital se amparan en la falta de dinero para hacer la práctica o bien cuestionan un artículo de la ley que podría traerles complicaciones.
"Esto va a cambiar si la gente hace fuerza", recuerda el médico que sí decidió operar y que confiesa que muchas mujeres lo siguen hasta su casa, rogándole que les ligue las trompas porque han decidido no tener más hijos. El presupuesto en hospitales públicos para este tipo de intervenciones está acotado al máximo. Pero pese a ello, algunas mujeres han afrontado el desafío de seguir alentando esta alternativa.
Los hospitales de Regina y Bariloche son dos de los pocos centros que operan.

Unidas en la necesidad

Casi todas son mujeres con familias numerosas. Cuentan que para muchas de ellas es una enorme dificultad obtener anticoncepción en los centros sanitarios locales o en hospitales distantes, sobre todo porque el trámite les demanda tiempo y dinero. "Tenemos que pedir un turno en el hospital de Regina por medio de la salita de Godoy, a veces tardamos meses en conseguir un turno...y después necesitamos dinero para el pasaje y tenemos que dejar los chicos con alguien. Eso que para algunos parece poca cosa, a veces para nosotras es imposible. Juntar para el pasaje, comprar pastillas o un DIU, a veces se hace imposible, así es que empezamos a organizarnos", cuenta una joven que tiene 5 hijos, uno de ellos discapacitado, y muchas dificultades económicas.
En Godoy, una localidad de unos 6.000 habitantes habitantes, se realizó hace poco una peña con el objeto de juntar fondos para proveer de anticoncepción a mujeres. Asistieron 700 personas. Con lo recaudado, 5 mujeres pudieron colocarse un dispositivo intrauterino (cuyo precio oscila entre los 20 y 100 pesos cada uno), una señora pudo ligarse las trompas, compraron óvulos y material descartable.
En general se tiende al uso de métodos más permanentes.
Dos de las mujeres que trabajan en Godoy cuentan que tienen cinco chicos cada una y confiesan que no están en condiciones de tener más. Allí trabajan hace unos 4 meses con mucho entusiasmo y reconocen un profundo agradecimiento a la mujer que las ayudó a integrarse al grupo, Blanca Huenchul, cálida y aguerrida, a quien consideran "una madre". Empezaron 3, ahora hay 15 estables.
Recuerdan que al principio todas querían operarse, pero la mayoría terminó optando por otros métodos. Cuando juntaron el dinero en la peña, decidieron beneficiar a las mujeres que más habían trabajado.
Lucy Vega es una de las primeras colaboradores en el proyecto llevado a cabo en Regina, donde el grupo está bastante organizado y ha juntado fondos que fueron utilizados en el servicio de ginecología del hospital.
La última compra se destinó a adquirir ropa hospitalaria y material descartable que se usa en la anticoncepción quirúrgica.
El costo por operación de anticoncepción quirúrgica femenina ( ligadura de Trompas de Falopio) demanda unos 85 pesos, contra 8 pesos que cuesta la intervención masculina (vasectomía).
El perfil tipo de una mujer que solicita ser operada es más o menos el siguiente: unos 31 años, con un promedio de cinco hijos e ingresos familiares a diciembre del 2001 de 400 pesos, un alto grado de violencia doméstica y baja o nula escolaridad.
Clorinda Chagallo , enfermera y agente sanitario en Chichinales, recuerda que "cumplir con las dos cirugías semanales costó un Perú". Hace 3 años que trabaja en el proyecto de salud reproductiva impulsado desde Regina. Clorinda buscó tiempo para hacer el curso sobre Salud Reproductiva y, pese a los enormes escollos que se le presentaron, lo hizo.
Comenzó a trabajar en Chichinales, lo hizo primero en un barrio humilde y desde entonces se reúnen sistemáticamente para organizar a las mujeres de la localidad que buscan planificar su familia.
Clorinda cuenta que desde que empezaron a trabajar en junio, hay 100 mujeres bajo programa, se hicieron 3 ligaduras (hay 42 en lista de espera), se colocaron 30 dispositivos y cuenta que "le hicieron problemas porque ella no podía indicar la inyección anticonceptiva que dura un mes y pese a las piedras en el camino" siguió adelante.
Se siente agradecida a Mas, quien le guarda 4 turnos semanales para mujeres de su pueblo. Destaca que en su puesto ha visto aumentar de modo dramático este año la desnutrición en chicos y embarazadas, cuenta el caso de una mujer que tiene 14 hijos, todos con problemas, y cuando ve casos como éste no duda en seguir trabajando en el programa de planificación familiar, convencida de que es un modo muy concreto de paliar la dramática situación de miles de familias.
A esta altura de los acontecimientos, nadie puede dudar de los beneficios que acarrea la planificación familiar. Pese a ello, las dificultades para implementarla son enormes.
Un estudio reciente llevado a cabo por un instituto extranjero dedicado a temas de salud reproductiva señala que si se invierte mensualmente un millón de pesos en anticoncepción, se evitarían un promedio de 360 mil embarazos no deseados, 150 mil abortos inducidos al año.
Si se educa en la salud reproductiva, si el Estado garantiza el acceso a métodos anticonceptivos, estaríamos evitando miles de muertes innecesarias y mejoraría la calidad de vida de muchos pobres e indigentes. Palabras más, palabras menos, es lo mismo que señala la Organización de Naciones Unidas.Es decir, que a veces sólo se trata de tomar decisiones racionales.
La realidad argentina es demasiado contundente, y los discursos oscurantistas que se pronuncian en contra de favorecer el uso y la promoción de métodos anticonceptivos parecen situarse demasiado lejos de esa realidad.

Susana Yappert

Planificación familiar es crecimiento

   
    ® Copyright Río Negro Online - All rights reserved    
     
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación