Martes 7 de enero de 2003 | |||
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Los Reyes no olvidaron a los chicos internados |
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Estudiantes de Enfermería llevaron alegría al hospital de Roca. Organizaron una colecta y ayer repartieron regalos en las habitaciones de Pediatría. |
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Melchor, Gaspar y Baltasar estudian Enfermería en Allen. Son los mismos que fueron Papá Noel para Navidad y los mismos que no dudaron en conseguir ropa de payaso para alegrar la última Nochebuena entre las camas de Neonatología, Ginecología y Pediatría. Claro que no sólo ellos tres motorizaron la movida que recorrió comercios y tocó decenas de puertas en Roca durante los últimos días para llevar regalos a los chicos internados en el hospital. Son varios, pero vale la pena nombrarlos: Jorge Briones, Sandra Quiroga, Wálter Ulloa (los que ayer encarnaron a los reyes), Paola Fabres, Mercedes Rivas, Marcos Loncón, Javier Maidana, Zulma Escobar y Roxana González. Todos protagonizaron el enorme gesto de llevar algo de satisfacción para los nenes y padres que pasan sus días por distintas razones en el nosocomio. "Somos un grupo muy unido. Todo nació hace un par de semanas, cuando nos propusimos traer regalos para Navidad. La fiesta estuvo muy linda porque no faltó nada, el Papá Noel les encantó a los nenitos. Entonces dijimos por qué no repetirlo", relató Jorge, uno de los que dentro de poco tendrá que trabajar dentro del mismo ámbito que ayer los tuvo como invitados especiales. Entre la donación de ayer se mezclaron juguetes nuevos y usados, pero el efecto fue el mismo ante cada manito que los recibía desde las camas. Incluso hubo más y, como hizo Julia, los dolores de una operación quedaron de lado para ponerse de pie y agradecer el obsequio con un buen abrazo. Lo mismo pasó con Ramiro, que con su cabeza rodeada por gasas y un ojo parchado, porque un perro no entendió que sólo quería jugar, supo reconocer el esfuerzo de los estudiantes roquenses con una enorme sonrisa. Afortunadamente en el Día de los Reyes Magos no sólo llegaron los regalos que pudieron juntar los estudiantes de Enfermería a la sala de Pediatría del hospital "López Lima". También una madre con sus cuatro hijos llegó desbordada de juguetes para esos a cuyos padres se les hizo un nudo en la garganta cuando -apenas con un par de monedas en el bolsillo- les preguntaron qué pasaba a la noche, después de dejar las zapatillas al lado del pino. El sol ya casi no se mostraba por las ventanas cuando la puerta de Pediatría se cerraba detrás de estos tres Reyes Magos solidarios de Roca. "El año que viene nos vemos otra vez", se despidió Wálter (o Melchor), dejando un mensaje de esperanza. Y así se fueron. Sus camellos volvieron a ser bicicletas y por el portón del hospital sólo cruzó un grupo de jóvenes estudiantes, satisfechos porque en cada uno de ellos hay un enorme espíritu por ayudar y no había nada mejor que ponerlo a prueba. Regalos en el Garrahan |
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