Lunes 6 de enero de 2003

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Cuáles son y dónde está cada especie

 

Pagan 650 dólares por día para pescar una trucha

 

Todos los años llegan a la provincia de Santa Cruz artistas, políticos y dirigentes de grandes países para disfrutar de las bondades de sus ríos, ricos en especies de mucho valor deportivo. Allí hay ejemplares únicos en el mundo.

  Río Gallegos (Télam, por Adriana Mileca).- Más de 3.500 kilómetros de ríos y 450 mil hectáreas de lagos poblados de truchas hacen de Santa Cruz un paraíso para los pescadores deportivos locales e internacionales, que llegan a pagar hasta 650 dólares diarios por cada jornada en los exclusivos "lodges" o cotos privados de la zona.
Artistas famosos, políticos y dirigentes de grandes potencias y hasta astronautas de la Nasa coinciden con deportistas de renombre mundial al momento de elegir un lugar donde lanzar la línea tras las apetitosas y combativas truchas.
Por la cantidad y calidad de salmónidos, las aguas dulces santacruceñas son unos de los lugares favoritos en la Argentina y el mundo.
Mientras los adeptos al "fly cast" o pesca con mosca -son cada vez más numerosos- sólo se llevan en una fotografía el recuerdo de la victoria sobre el pescado, que devuelven al agua para que vuelva a ser pez, otros prefieren disfrutar gastronómicamente de las exquisitas piezas de hasta 15 kilos que pueden capturarse en esta provincia.
Aquí las truchas fueron introducidas desde Europa, Canadá y los Estados Unidos a comienzos del siglo pasado.
La más conocida, la trucha marrón (salmo trutta) se encuentra principalmente en los ríos Gallegos y Santa Cruz -ambos con desembocadura en el océano Atlántico- que, por la cantidad y calidad que alcanzan los ejemplares, son los primeros sitios del mundo para su pesca junto con el río Grande, en Tierra del Fuego, donde se marcaron siete récord mundiales.
Se trata de una variedad anádroma, es decir que migra periódicamente al mar, donde durante un año da rienda suelta a su notable voracidad y, tras dar cuenta de sardinas y pejerreyes, vuelve redonda y rechoncha a remontar los ríos para el desove.
De coloración dorada, dorso marrón, flancos plateados con pintas anaranjadas y vientre amarillento, la trucha marrón es una de las que alcanza mayores portes.
A los dos años de vida sale al mar y regresa de color plateado por la mimetización de sus escamas con las aguas saladas. Un ejemplar de 16,3 kilos logrado en el lago Nahuel Huapi se exhibe embalsamado en el Club de Pesca y Caza homónimo.
La segunda trucha anádroma en importancia para la pesca es la arco iris (oncorhynchus mykiss), la de mayor distribución en la Patagonia por su gran capacidad de adaptación a las diversas condiciones ambientales. Con espalda verde oliva, lados plateados, vientre blanco y redondeadas manchas negras en todo el cuerpo, se distingue de los otros salmónidos por la banda púrpura de sus flancos.
La arco iris es una pieza muy requerida y presenta una variedad, la "steelhead" o cabeza de plata, cuyo conocimiento a nivel popular busca difundir ahora la dirección de Pesca Deportiva de Santa Cruz, dijo a Télam Mario Rodríguez, coordinador y asesor del área.
El río Santa Cruz, que atraviesa la provincia de oeste a este, es el único del mundo donde habita la steelhead, que llega a alcanzar un peso de 10 kilos.
La amplia oferta que presenta Santa Cruz para la pesca deportiva continental comenzó a ser exhibida el jueves pasado a través de una serie documental realizada por Fly Cast Argentina, que se emitirá por la señal de cable ESPN.
"Por ahora, los pescadores de todo el mundo vienen principalmente por la trucha marrón. Y aunque no es tan conocida, la steelhead es más combativa, por la potencia que desarrolla en el medio ambiente que habita", explicó Rodríguez, al recordar que para desovar este pez remonta el curso del Santa Cruz.
También pueden pescarse truchas del lago (salvelinus namaycush), introducida erróneamente en Lago Argentino donde devoró a las autóctonas percas (percichtys spp), que están protegidas en parques y reservas nacionales.
Finalmente, Rodríguez aclaró que "en Santa Cruz no hay salmones". De todos modos aclaró que "muy excepcionalmente, algún que otro pescador puede encontrarse con la sorpresa de cobrarse un ejemplar procedente de Chile que llega desde el Pacífico, como el "chinook" de 10 kilos, capturado en abril de 2002 en el río Gallegos".
   
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