Domingo 5 de enero de 2003

 

Donaron seis toneladas de verduras a comedores
 

Siete familias de desocupados de Cipolletti trabajan en una huerta.Pensaban vender el excedente de los productos que no consumen.Pero como no les resultó rentable, los regalaron para los chicos.
  CIPOLLETTI (AC).- Hace poco más de dos años, siete familias de desocupados de Cipolletti empezaron a preparar la tierra con la esperanza de tener verduras para llevar a sus mesas y la expectativa de poder vender el resto en las verdulerías de la ciudad. Pero se dieron cuenta de que no les resultaba nada rentable la comercialización porque debían competir con las hortalizas que ingresan desde otras provincias a precios muy inferiores. Por eso, decidieron ayudar.
Desde hace dos temporadas donan el excedente de su producción a los distintos comedores municipales y de una iglesia evangélica que asiste a los más necesitados. En total, aseguran haber entregado hasta ahora "seis toneladas".
"Cuando salíamos a vender nuestros productos nos ofrecían el mismo precio que el que traen de otros lados del país, a un valor muy bajo. Entonces para regalar nuestras verduras preferimos entregárselas a los chicos de los comedores, porque sabemos que ellos sí las aprovechan", dijo Juan Carlos Castro, uno de los integrantes del grupo de desempleados cipoleños.
Como en otros emprendimientos iniciados recientemente -uno de ellos en la zona de La Falda (ver recuadro)- el predio de una hectárea y media en la zona de Isla Jordán fue adquirido por la municipalidad de Cipolletti y cedido a las personas sin empleo.
Allí tienen actualmente choclo, zapallito, zapallo, lechuga, porotos, sandía, melón y zanahoria, entre otras verduras. "Tenemos un poco de cada cosa y nos sirve un montón a las familias", contó Castro.
El hombre dijo que cuando comenzaron hace dos años tenían expectativas de poder vender, pero no fue tan sencillo como esperaban. "No sacábamos ni para recuperar las semillas", reconoció.
Por eso, después de analizar la situación, optaron por consumir lo necesario en las distintas familias, vender un poco del excedente "casa por casa" y el resto donarlo.
"Es una forma de devolver un poco la ayuda que nos dieron a nosotros", afirmó.
El grupo está compuesto principalmente por mujeres desocupadas, todas beneficiarias del plan Jefes y Jefas de Hogar. En estos dos años algunos integrantes se retiraron porque consiguieron algún trabajo, y se anexaron otros. Siguen firmes Luisa, Lucía, Mariela, Valeria, María, Araceli, Juan y sus respectivos grupos familiares.
"A veces está toda la familia trabajando", mencionó Castro, aunque generalmente son las parejas las que se instalan desde muy temprano para aprovechar las horas de menos calor.
"Creemos que esto es algo muy positivo, pero tenemos que tener a alguien que nos ayude con el tema de la comercialización", mencionaron.
La verdura que producen es orgánica y es ése justamente el aspecto que quieren destacar para favorecer la venta. Castro, que actualmente está como responsable de la huerta, mencionó que no utilizan "ni una gota" de pesticidas sino que realizan los controles de las plagas de manera natural, con plantas aromáticas y otras alternativas.
"Tenemos que difundir esto porque hay gente que quiere comprar verdura sana", expresó.
Cada una de las familias tiene un espacio dentro del predio cedido por el municipio. Allí recibieron inicialmente el asesoramiento del INTA.
"Nosotros ya tenemos experiencia y cada uno podrá seguir más adelante sembrando en su propio terreno", destacaron.

Proyecto avícola

CIPOLLETTI (AC).- Los integrantes del grupo que trabaja en el predio de la Isla Jordán están analizando diversificar su trabajo y encarar algún proyecto avícola.
"Estamos pensando en pedir a Pollolín aquellas gallinas que son separadas porque producen poco para que nos las regalen y así seguir el círculo de producción, sumando un elemento tan importante como es el huevo", dijeron los desocupados.
Desde el área de Acción Social, en tanto, se consideró significativo lograr algún tipo de financiación por parte del gobierno nacional para fortalecer estos emprendimientos.
La huerta que está en la Isla Jordán (muy cerca del predio que tiene el sindicato de camioneros) fue la primera en empezar a funcionar. Una experiencia similar se inició después en Santa Marta y recientemente en La Falda.

Una nueva experiencia que crece en una chacra de La Falda

CIPOLLETTI (AC).- Algunos no se tentaron cuando les hicieron la propuesta, pero cuatro familias sí. Desde hace un mes, hombres, mujeres, jóvenes y hasta niños cipoleños se instalan todos los días en un predio de una hectárea donde tienen sembradas verduras y frutas.
"Anhelaba desde hace mucho tiempo tener un pedazo de tierra", dijo Gregorio Jara, uno de los desempleados que trabaja junto a su mujer, un hermano y un hijo de 22 años para abastecer a su grupo familiar compuesto por 13 personas.
Jara, como los demás que se inscribieron, son beneficiarios del plan Jefes y Jefas de Hogar. Ese era uno de los requisitos para formar parte de la huerta comunitaria que se inició recientemente en el sector de La Falda.
La idea surgió a partir de que el municipio consiguió 50 hectáreas en comodato. Según dijo el intendente Julio Arriaga, se le hizo la oferta a varios desocupados pero cuatro familias fueron las que aceptaron inicialmente. "No ha habido una gran demanda para venir a trabajar", reconoció.
De todos modos, la concejal Beatriz Manso explicó que otras personas sin empleo "están interesadas" y que de a poco se irán preparando las distintas hectáreas para que la propuesta sea una alternativa mucho más amplia.
Jara contó que estaba desocupado cuando supo de este proyecto y no dudó en anotarse.
Desde que fue incluido en el programa todos los días se traslada con su familia en bicicleta al predio ubicado en el sector este de la ciudad para trabajar la tierra. Desde las ocho ya está con las herramientas listas en pleno campo.
Explicó que cada familia tiene cinco bordos para trabajar y que todos recibieron el asesoramiento del INTA para realizar las tareas, aunque algunos de ellos, como en su caso, ya tenían algo de experiencia en huertas.
Desde el municipio, además de cederles la tierra, les dan una mano aportándoles la maquinaria necesaria y las semillas que no puede donar el INTA. La semana pasada les dieron algunas de maíz dulce de crecimiento rápido para que anexaran al surtido de hortalizas.
La intención es que en marzo el campo este mucho más trabajado y se obtenga un mayor desarrollo con la incorporación de otro tipo de verduras como zanahorias, papas y demás. Por ahora tienen sembrado acelga, porotos, zapallitos de tronco, rabanito, lechuga y sandía.
   
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