Viernes 31 de enero de 2003

 

Las rutas en la Región Sur son una calamidad

 

El mantenimiento brilla por su ausencia. Hay tramos que directamente son intransitables.

  Mientras que desde organismos viales aseguran que las rutas rionegrinas "están en buen estado", los habitantes de la Región Sur continúan sufriendo las consecuencias del desastroso estado que presentan todas las rutas que atraviesan la zona.
Circular por la ruta provincial 6 que atraviesa la región de norte a sur, o por la 23 que lo hace de este a oeste, se han convertido en una verdadera odisea para los automovilistas que las califican como "calamitosas".
En pasado domingo, en declaraciones a este medio, el titular de Vialidad Nacional, José Pablo Vega y el Gerente de Obras de Viarse, Marcelo Molini, resaltaron el buen estado de las rutas, aunque destacaron que "sólo en algunos tramos hay que circular con precaución". Sus dichos ponen en evidencia su desconocimiento sobre el verdadero estado de la 23 y la 6 ya que las calzadas de ambas están destruidas a lo largo de todo su recorrido.
Además, señalaron que la falta de humedad "impide" que se la repase. Sin embargo durante los primeros días de enero en la Región Sur cayeron más de 40 milímetros de agua y las motoniveladores no se vieron trabajando en las rutas.
A excepción de los tramos La Esperanza-Chasicó y Bajada del Inglés-Jacobacci, la ruta Provincial 6 presenta un estado deplorable. Entre Jacobacci y Ñorquinco ya casi no es transitada debido a los pozos, serrucho, cortes, zanjones, piedras, etc., panorama que presenta desde hace varios años. Los automovilistas que viajaban periódicamente a El Bolsón, prefieren hacer algunos kilómetros más y llegar a esa localidad por Bariloche, por la ruta 23. En cuanto al tramo entre Chasicó y la Bajada del Inglés la traza se ha convertido en una huella por la que no se puede circular a más de 30 kilómetros por la diversidad de obstáculos. A esto se le suma un peligroso corte provocado por las lluvias y nevadas del invierno de 1999 en la zona conocida como "Llao Llao".
Por su lado la ruta Nacional 23 presenta un estado desastroso a lo largo de todo su trayecto, aunque se agudiza entre Jacobacci y el empalme con la ruta 237, en las cercanías de Bariloche. "Nunca antes este tramo estuvo tan feo. No se puede circular a más de 40 kilómetros por las piedras y el serrucho", sostuvo a este medio con marcado acento extranjero el jefe de una familia barilochense que el pasado miércoles se disponía a unir esa localidad con el Puerto de San Antonio Oeste donde iba a vacacionar. Sin embargo, a escasos 40 kilómetros de Bariloche el viaje se interrumpió por un desperfecto mecánico en la pick up en la que viajaban. "Una gran piedra nos rompió un caño del freno" agregó luego de permanecer "tirado" en la ruta durante toda una noche.
A lo largo de los 200 kilómetros que separan estas dos ciudades, la ruta presenta un constante serrucho además de profundos cortes provocados por las lluvias del invierno, grandes piedras y chapas de las alcantarillas que sobresalen de la calzada. Entre Jacobacci y Valcheta el panorama no cambia. Aunque se le suman grandes guadales -colchones de arena- y falta de puentes como el del arroyo Nahuel Niyeo que fue derrumbado por un aluvión el 6 de octubre de 2001.
Al mal estado de las rutas se le suma la decisión del Gobierno de comenzar a cobrar patente a los vehículos de año"75 para atrás para compensar la fuerte baja de patentamiento por la crisis. Por el bajo poder adquisitivo de sus habitantes, la mayoría de los vehículos de la Región Sur se encuadran dentro estos modelos. "En vez de cobrar más patente, tendrían que eximirnos. Cada vez que salís a la ruta rompés el caño de escape, el tanque de combustible, un amortiguador o una cubierta. Quienes vivimos en esta zona estamos en desventaja respecto al resto de la provincia, donde las rutas son asfaltadas" afirmó Lucas Cuesta, un comprador de lana quien, por su trabajo recorre las rutas casi a diario.

José Mellado
josemellado@bariloche.com.ar

Promesas y más promesas

El 7 de setiembre de 2001 Vialidad Nacional no le renovó el contrato por la conservación del tramo Clemente Onelli-Empalme Ruta 237 a la empresa barilochense Arlón SA porque no lo mantenía en forma adecuada.
En junio de 2002, a los pocos días de asumir como Jefe del Distrito Río Negro, José Pablo Vega afirmó a este medio que "el mejoramiento y mantenimiento de la traza de ruta Nacional 23 figura entre las prioridades que tiene la nueva conducción de Vialidad Nacional".
Sin embargo luego de más de seis meses de su gestión poco y nada se hizo por mejorar la ruta.
Actualmente la ruta 23 presenta el peor estado de su historia.
Por su lado desde Viarse, organismo que además de mantener las rutas provinciales debe hacer lo propio con el tramo Kilómetro 602-Valcheta de la ruta 23, aseguran que la falta de mantenimiento obedece a la "falta de presupuesto para mover los vehículos y las maquinarias". Por esta razón por la cual la ruta 6 no se "repasa" desde hace no menos de 5 años, por ejemplo. (AJ)

   
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