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Verani-Sartor:
Un lazo de acero.
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VIEDMA (AV).- El ex ministro Daniel
Sartor retorna al gabinete de Pablo Verani.
Desde la semana próxima tendrá la coordinación de los diferentes programas
sociales de Río Negro, con amplias facultades sobre las carteras de
Educación, Salud, Acción Social y Trabajo.
Hace algo más de un año, Sartor abandonó la función pública con la renuncia
del presidente Fernando de la Rúa tras cuatro meses en esa gestión,
ocupando los cargos de vice y Ministro en Desarrollo Social.
Caracterizado por su referencia política a Verani, Sartor llegó al gobierno
nacional después de seis años en la administración provincial, inicialmente
como secretario de Estado y luego como ministro de Acción Social.
En varias oportunidades, el año pasado se habló del regreso de Sartor
aunque el gobernador y el ministro siempre se ocuparon de negarlo.
Pero esa relación personal y política se mantuvo intacta, lo cual se
advirtió en los últimos meses cuando Verani volvió a delegar en Sartor
las operaciones más complicadas.
Actualmente, por el mandatario y el candidato a gobernador Miguel Saiz
(que viajó a Córdoba), el futuro coordinador social encabeza la discusión
del acuerdo interno con el sector de Bautista Mendioroz.
Desde Capital Federal, Verani confirmó ayer que Sartor volverá a su
gabinete en la coordinación de las políticas sociales. Mucho más no
agregó el mandatario, ya que contestó la llamada de "Río Negro" en plena
reunión con los técnicos de Economía por el análisis del nuevo Acuerdo
Bilateral.
Luego, la información oficial explicó que esta designación responde
a la necesidad de "la pronta ejecución de un modelo de política social
que se caracterice por su capacidad de llegar con rapidez, eficacia
y eficiencia a los que más necesitan".
Sartor sólo confirmó a "Río Negro" que su regreso está destinado a una
coordinación -con dependencia directa del gobernador y sin estructura
propia- para unificar y rearmar las políticas sociales. "Será la coordinación
del gabinete social, que integran Educación, Acción Social, Salud y
Trabajo", dijo el ex ministro.
Entendió que "se deben optimizar los recursos" propios y nacionales,
los cuales, "se dispersan entre las áreas".
Insistió en que lo suyo será coordinar y planificar con los otros funcionarios
aunque resaltó que serán las carteras respectivas las que implementarán
las decisiones.
También destacó que se deben reforzar varios programas devaluados y
restablecer la integración con las organizaciones no gubernamentales
que trabajan en la problemática social.
El llamado Programa provincial de viviendas (Provi) -que está destinado
a las familias carenciadas excluidas de los planes del IPPV u otras
opciones- también ingresaría en esa coordinación.
No sería ajena a esta incorporación una fuerte crítica de la defensora
del Pueblo, Nilda Nervi de Belloso, que calificó de inexistente ese
programa para los pobres y, además, se quejó de las políticas habitacionales
del IPPV-CasaSe.
Por eso, tampoco se negó anoche en Casa de Gobierno que el nuevo funcionario
arribe con injerencia en aquella estructura, ahora denominada Viviendas
Rionegrinas.
Análisis
Daniel Sartor no retorna al gobierno
rionegrino.
Su nombramiento simplemente legitima institucionalmente la cuota de
poder que siempre tuvo en aquel esquema.
La designación conlleva varias lecturas. Veamos.
• Expresa que está más intacta que nunca la férrea relación que Sartor
mantiene con el gobernador Pablo Verani, del cual es su alter ego.
• Expresa también que sigue vigente más que nunca una fuerte dependencia
del mandatario en relación con Sartor en materia de manejo de temas
clave para el gobierno. Ya operaciones políticas, ya tópicos que hacen
a la administración del Estado. Verani tiene por Sartor una admiración
indefinidamente creciente. Lo admira por la lealtad que éste le dispensa.
Y también por la nula tensión ética con la que Sartor asume e implementa
todo aquello que favorece al poder. Misiones que jamás Sartor se permite
que sean merituadas a la luz de exigencias morales que condicionen la
búsqueda de resultados. De ahí su fuerte amistad y respeto por "Coti"
Nosiglia. Es su espejo. A ambos los une una inmensa elasticidad de convicciones
y una fuerte carga de anomia cuando se trata de manejar cuestiones del
poder.
• La designación expresa además un desdén por parte del gobernador a
los cuestionamientos de que es blanco Sartor. Se fundan en lo ya señalado:
el estilo y forma con la que Sartor atraviesa por la política. Mirados
desde lo político, esos cuestionamientos llegan dosificadamente desde
el no veranismo. También desde la oposición. Una franja ésta en la que
suele abundar sensibilidad para con los deseos de Sartor. Ahora, como
en la reciente designación de Luis Salvucci, Verani dice a los cuatro
vientos: "Quiero y mando".
• La designación habla además de necesidades objetivas del poder. Nadie
desde el gabinete u otros escalones con gravitación en la periferia
más inmediata a Verani, había logrado cubrir las funciones de Sartor.
Con el estilo de éste o con otro estilo. La partida de aquél en el 2001
rumbo al ya abollado gobierno de Fernando de la Rúa, dejó a Verani sin
poder cubrir una inmensa porción de acciones. Ya sea porque el mandatario
no lo buscó o porque no confió en nadie, la ausencia sólo tuvo respuesta
cuando Sartor regresó. Pero era renga: a él le faltaba la legitimidad
de un cargo. Ahora la tiene.
• Y la designación habla también de temor en el gobierno. En un año
electoral que se presenta borrascoso para el oficialismo, Verani no
podía dejar sin mando objetivo a Sartor. Máxime en todo lo concerniente
a la política social, una jalea que lo apasiona. Y entonces, Verani
decidió: más de lo mismo.
Aunque esto no sea bueno para la salud del gobierno.
Carlos Torrengo |