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Jueves 23 de enero de 2003 | ||
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Instaló su verdulería móvil en una calle |
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Hubo vecinos que lo apoyaron y otros que lo denunciaron en el municipio, que procedió a desalojarlo. |
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El hecho ocurrió ayer en el cruce de las calles Leloir y Entre Ríos, en una calle bloqueada con pilotes de cemento. Es en el sector donde está prevista la edificación de la "ciudad institucional" de la ciudad de Neuquén. El verdulero desató sentimientos apasionados de amor y odio entre los vecinos. Unos firmaron una nota en su defensa y los otros lo denunciaron al municipio. El operativo fue dirigido por el subsecretario de Desarrollo Local, Alejandro Vidal. El infractor intentó persuadir a los sabuesos y al funcionario, en ese orden. Alegó su derecho a la libertad de trabajo y fracasó. El argumento municipal es que la comuna le permite operar pero en los barrios autorizados conforme a la ordenanza que regula la actividad de las ferias. El hombre resultó ser titular del puesto número 17 de la feria municipal B que empezó a operar en 1988 y con los años se fue desgranando. Quedan muy pocos y los que hay trabajan prácticamente en soledad. En su caso, el municipio lo autorizó a operar en Alta Barda, Gregorio Alvarez, Melipal, Gran Neuquén y Valentina Sur, entre otros. Pero hay lugares comerciales mejores que otros, entonces buscó nuevos horizontes y así llegó a la calle pública del barrio residencial. El inconveniente mayor, explicó Vidal, es que no están dadas las condiciones de salubridad e higiene para la población. Además, la ordenanza establece que para funcionar, la feria debe contar con el consentimiento de la vecinal del barrio donde se instale. Tampoco la tiene. La política de Vidal es tener ordenada la vía pública dentro de "parámetros razonables teniendo en cuenta el nivel de desempleo del país y de la ciudad" pero advierte que se atiene estrictamente a la letra de la ordenanza. En la capital neuquina, la venta ambulante está prohibida en todo el radio céntrico excepto en el sector de las avenidas Olascoaga y Argentina lindantes a las vías del ferrocarril y del paseo de los artesanos. En el resto de la ciudad está permitida pero sin parada fija, excepto las dispuestas por ordenanza a las ferias. Las condiciones La norma les permite actuar en lugares públicos o privados siempre que tengan autorización de sus dueños y la conformidad de la dirigencia barrial. La idea original que impuso en su momento a las ferias y se fue desdibujando, fue la de crear fuentes de trabajo y eliminar la intermediación a favor de una comercialización directa del consumidor al productor, con mejor precio y calidad de productos. |
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