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Lunes 20 de enero de 2003 | |
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"Arreglos" |
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La semana en Roca |
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| La provincia de Río Negro conoce desde hace años el significado de la palabra "clientelismo". Y los vecinos de Roca -por habitar una de las ciudades más importantes del territorio y que por ende concentra un alto porcentaje de electores- pueden hablar mucho sobre la práctica que muestra la cara más desfavorable de la democracia representativa. Sin embargo, el llano comentario sobre los intercambios entre personas con poder y sus "clientes" parece acotarse a la entrega de alimentos, chapas y dinero para servicios públicos por parte de políticos o funcionarios a aquellos que cayeron en desgracia. Claro que esta modalidad existe, está a la vista de todos y tal vez represente la franja más amplia en la estructura del clientelismo político instalado en la provincia y la ciudad. Lo que no debe apartarse de la vista es que el clientelismo no siempre se hace con los pobres y la red conformada en Río Negro -con su base de operaciones en Roca- se integra por otros actores y acciones, que durante la última semana fueron puestas en evidencia. Tan amplia en su organización, una red clientelar necesita imperiosamente de intermediarios. Son aquellos que canalizan el reclamo de los "clientes" y tienen contacto directo con el que pone los fondos (públicos). Este escenario explica algo del por qué Luis Salvucci es hoy director en el Ministerio de Educación. Más allá del mensaje de revancha hacia el intendente Ricardo Sarandría, que en diciembre echó al entonces director de Servicios Públicos, el ingreso reporta diversos beneficios al gobernador Pablo Verani. En lo estrictamente inherente a las funciones que le asignaron, Salvucci tendrá poder sobre el destino de una importante masa de dinero, máxime teniendo en cuenta el deplorable estado de muchas escuelas del Alto Valle y su necesidad de reparaciones. En consecuencia, una correcta ejecución de las tareas reportaría al oficialismo la calma necesaria entre los docentes -algo ya logrado en parte con los salarios pagos dentro del mes-para un decisivo año electoral. Hablamos de más de 13.000 docentes (léase votos). Por otra parte, la imagen de Salvucci vuelve a instalarse en la esfera pública roquense. Teniendo en cuenta que cuando era funcionario dedicaba horas matutinas a escuchar pedidos radiales -incluso los que nada tenían que ver con el área a su cargo- y respondía favorablemente en buena parte, no es descabellado pensar que nuevamente se abrirá esa puerta de contacto con los que reclaman asistencia al Estado para hacer más llevaderos sus días. Lo que nunca nadie en el municipio se animó a preguntarle de dónde sacaba los recursos si en la comuna no se los daban. Y como el clientelismo no encierra sólo a los pobres, no debe olvidarse que el ahora director provincial tendrá a su cargo la relación con las empresas constructoras y todo tipo de proveedores de insumos para la reparación y mantenimiento de edificios. Para graficar la cantidad de gestiones que deberá realizar alcanza con decir que desde el 13 de mayo al 4 de diciembre de 2002, mientras la responsabilidad estuvo en manos del municipio roquense, las escuelas de esta ciudad demandaron 783 arreglos. Algo así como 6 reclamos por día. Sólo en Roca. Salvucci deberá responder en todo el Alto Valle, a más de 200 escuelas. Por eso no puede hablarse de una mera reivindicación a uno de los "leales". El oficialismo rionegrino sabe que este 2003 pone mucho en juego y en Roca está gran parte de su destino. Salvucci es fundamental para el esquema elegido. Porque hasta ahora el radicalismo no ha dado una sola señal para demostrar que no apelará a la práctica clientelar para captar la adhesión del electorado. Hugo Alonso |
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