Sábado 18 de enero de 2003

 

Quiroga aplica mano dura en el Río Grande

 

Enviará un ejército de inspectores municipales. Policía y Justicia Federal se suman a los operativos.

 
Para el juez Guillermo Labate, el principal problema son los menores que consumen alcohol.
NEUQUEN (AN).- Harto del descontrol en el Río Grande durante las noches, el intendente Horacio Quiroga dispuso el desembarco de una tropa de inspectores municipales en el principal balneario de la ciudad. En el frente de la batalla contra la venta ilegal de alcohol y el consumo de drogas se ubicará la división Toxicomanía de la policía provincial y Drogas Peligrosas de la Federal.
La guerra contra la anarquía que es moneda corriente en la avenida Olascoaga y la calle Democracia está planteada. Desde hoy a la madrugada se esperan todo tipo de operativos, y las autoridades municipales aseguran que serán implacables. "No seremos represivos pero actuaremos con toda la firmeza que sea necesaria para terminar con este problema", alertó el subsecretario de Comercio, Alejandro Vidal.
Ayer durante dos horas, el juez federal Guillermo Labate, el jefe de la división Drogas Peligrosas, Eduardo Cervantes y el director de Seguridad Neuquén, Jacinto Malabe, escucharon la preocupación de los responsables de las áreas municipales involucradas en el grave problema.
El magistrado tomó cartas en el asunto, y luego de la reunión informó a "Río Negro" que se intensificarán los operativos de efectivos de Drogas Peligrosas y Toxicomanía en la zona de conflicto.
De esta forma Quiroga logró los dos aliados que buscaba, la Policía y la justicia federal, para luchar contra un problema que se muestra difícil de solucionar.
Según prometieron los funcionarios, la avenida Olascoaga y la calle Democracia mostrarán desde esta madrugada otra cara. Mayor cantidad de efectivos, inspectores apostados en forma permanente, patrullajes constantes, sabuesos detrás de aquellos que le dan la espalda a la ley.
Las autoridades municipales pusieron cartas en el asunto luego de que este medio publicara el domingo un completo informe denunciando el alto consumo de alcohol y la presencia de drogas en la zona balnearia, donde lo que gobierna es el descontrol y la ilegalidad.
Con estos datos en la mano Quiroga y sus más estrechos colaboradores plantearon un frente de combate al alcohol y el consumo de estupefacientes. También se las verán feas los comerciantes que sean sorprendidos vendiendo bebidas alcohólicas a menores de edad, o los que despachen cerveza y vino después de las 23.
Los inspectores de Comercio, Bromatología y Calidad Ambiental saldrán a rastrillar la zona y a multar a los comerciantes que no cumplan con las ordenanzas, mientras que los de Tránsito se apostarán en la avenida durante toda la noche.
Labate y los funcionarios municipales consultados coincidieron en que la raíz del problema está en la abundante ingesta de alcohol, que involucra en especial a los menores "que son los que más consumen. Lo que menos existe es el consumo de drogas, ese es el problema menor", señaló el magistrado.
Por este motivo en la reunión se llegó a la conclusión de que hay que aceitar los mecanismos de control en todos los frente de combate. Por ello es que la política de "mano dura" que reclama Quiroga debe ser impuesta por todos los actores involucrados.
Otro de los temas que se tocó es la ineficiente ejecución de parte del juzgado de faltas a la hora de hacer cumplir las multas labradas a los comercios. Incluso hay confiterías que continúan funcionando luego de haber sido clausuradas.
   
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