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Miércoles 15 de enero de 2003 | ||
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Viajar a Neuquén se parece a un suplicio |
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Los pasajeros se quejan porque los micros llegan tarde. No se salvan ni los que sacaron boletos con anticipación. |
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Ayer se escuchó a una mujer decir que perdió un turno en un hospital de la capital provincial; en cambio, otro joven optó, ante el atraso de un colectivo, por hacer dedo en la ruta. Y un grupo de pasajeros mascullaron bronca porque no había lugar en el micro en el que iban a viajar. Luego que a mediados del año que pasó saliera de servicio la empresa El Petróleo y en consecuencia, las frecuencias quedaran desiertas, los pasajeros debieron acostumbrarse a superar las dificultades para encontrar un lugar en las otras líneas que cubren los trayectos a Neuquén. El problema radica en que la perioricidad no es la misma. Algunos, hallaron la solución en las "combis" que hacían el recorrido desde esta ciudad a Neuquén, a diario. Pero la "figura de transporte puerta a puerta no existe en la provincia. La única forma es la del colectivo que llegan a las terminales o a través de remises", explicó uno de los propietarios de los últimos servicios de trafic que estaba en marcha y dejó de funcionar debido a la sanción recibida por ofrecer el servicio. El dueño explicó que a pesar de contar con un vehículo especialmente dotado para el traslado de pasajeros, con cinturones de seguridad para cada uno de los asientos, apoya cabezas, aire acondicionado y dos personas a disposición de los pasajeros, está impedido de continuar con el servicio para no entrar en conflicto con la Dirección Provincial de Transportes. Ante la la falta de este tipo de transporte, la única opción es las otras líneas de colectivos como Centenario y Cono Sur, que tienen parada en la terminal y están en condiciones de llevar pasajeros. Sin embargo ayer, la situación se complicó en demasía porque uno de los micros que debía llegar del norte neuquino rumbo a Neuquén sufrió un desperfecto y quedó fuera de servicio. En consecuencia, los vecinos que tenían ya su pasaje comprado con anterioridad debieron esperar casi tres horas y contar con la suerte que hubieran asientos disponibles. Es que en época de vacaciones la demanda se incrementó y conseguir un lugar es mucho más difícil. "Tengo turno en el hospital (Castro) Rendón y por eso tenía que viajar temprano. Son más de las 10 y todavía estoy acá, por supuesto que el turno lo perdí y eso a mí no me lo reconoce nadie", dijo indignada una mujer. Mientras, un joven, al ver que el tiempo corría y el coche no aparecía, decidió abandonar la terminal y dirigirse a la ruta para hacer "dedo" hasta Neuquén. Finalmente, cuando el micro llegó la cantidad de pasajeros superaba a la capacidad de la unidad y ante la posibilidad que se les sugiriera viajar parados desde la Dirección de Transporte local se impidió que esto ocurriera y se hizo cumplir la normativa vigente que cada pasajero debe ocupar su respectivo lugar. |
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