El oeste de Neuquén otra vez se quedó sin agua

Una rotura en el sistema Bejarano dejó a 30 mil usuarios sin servicio desde la madrugada. Un equipo del EPAS trabajaba contra reloj para dejar resuelto el problema hoy por la mañana.

El equipo del EPAS trabajó intensamente para reparar el desperfecto que dejó fuera de servicio los dos caños del sistema Bejarano.

NEUQUEN (AN).- Primero fue el sistema río Grande y, dos semanas después, también en noviembre, le tocó al acueducto de Balsa Las Perlas. Ayer, salió de servicio el sistema Bejarano de bombeo y distribución de agua potable y quedaron sin el servicio doce barrios del oeste donde viven más de 30 mil personas.
Los dos caños que conforman el sistema de bombeo se rompieron ayer por la madrugada a metros de la avenida San Martín en intersección con Bejarano. Los técnicos del Ente Provincial de Agua y Saneamiento dijeron que hoy por la mañana el servicio quedará normalizado.
Los barrios afectados por el desperfecto son Gregorio Alvarez, Melipal, Alto Godoy, La Unión, Progreso, Maronese, Gastronómico, Cumelén, Islas Malvinas, Municipal, Canal V y Villa Ceferino. "Desde el aeropuerto, en especial desde la calle Godoy hasta Ignacio Rivas no hay agua en los domicilios. Esto afectó al menos a 30 mil personas", aseguraron en la guardia del EPAS.
En estos lugares la calurosa jornada se padeció como nunca. Vecinos indignados, mujeres y niños con baldes y botellas buscando agua y la aridez de la zona graficaron el panorama.
La rotura de dos caños, uno de 400 y otro de 600 milímetros de diámetro, se produjo a metros de la esquina de Bejarano y San Martín. Por la tarde en el lugar se encontraban trabajando para restituir el servicio más de diez operarios del EPAS. "Mañana (por hoy) por la mañana habrá agua en todos los sectores afectados", señaló uno de los técnicos.
De la misma forma indicaron que los caños maestros "reventaron", pero hasta ese momento no podían precisar la causa que originó la rotura. De todas formas especulaban con que el desperfecto lo habría ocasionado la fuerte presión del agua o "un intenso golpe de aire".
Por tercera vez en menos de dos meses , los vecinos deben sufrir un problema de esta magnitud. El 18 de noviembre, un equipo vial de la municipalidad causó la rotura de un caño del sistema Río Grande, que afectó a alrededor de 45 mil personas. En este caso los vecinos de barrios como Santa Genoveva, Villa Farrel, Provincias Unidas y Sapere pasaron casi cuatro días sin que el agua circulara por las redes.
Nueve días después le llegó el turno a los pobladores de San Lorenzo Norte y Sur, Valentina Norte y Sur, Gran Neuquén, Canal V y los nuevos barrios de la meseta. Fue cuando colapsó el acueducto de Balsa Las Perlas, el sistema que abastece a los barrios más poblados del oeste y que el gobernador Jorge Sobisch inauguró en abril con bombos y platillos asegurando que con esta obra no se originarían más inconvenientes en la zona.
Pero en la madrugada de ayer los problemas volvieron a golpear las puertas de los vecinos desde Gregorio Alvarez hacia el oeste, especialmente a los asentados en cercanías de la meseta neuquina. El inconveniente se agravó por las altas temperaturas, ya que recién después del mediodía los damnificados usuarios tomaron conciencia masivamente de la falta de agua. De la misma forma indicaron que los caños maestros "reventaron", pero hasta ese momento no podían precisar la causa que originó la rotura.

Fue la presión o "un intenso golpe de aire"

NEUQUEN (AN).- Haya sido la presión o "un intenso golpe de aire", como dijeron los técnicos del EPAS, lo cierto es que los caños reventaron y levantaron el asfalto de la calle Bejarano, casi en su intersección con San Martín.
El sistema se compone de dos caños, uno de 400 milímetros y otro de 600, y ambos estallaron.
La ciudad se abastece de agua potable desde los ríos Limay y Neuquén. Este último suministra el fluido a la zona de Alta Barda, Copol, Salud Pública, Mercantil y otros barrios de la meseta linderos con la ruta provincial 7. Inclusive provee a la red domiciliaria de Altos de Neuquén y Gamma.
El sistema de Río Grande, que colapsó en noviembre, atiende la demanda de los barrios del centro y del este de la capital -Area Centro, Mariano Moreno, Aníbal Sapere, Villa Farrel, Santa Genoveva-, y los acueductos de Leguizamón y Bejarano se dirigen desde el centro hacia los barrios del oeste que, como en un mecanismo de pinzas, también son abastecidos por el recientemente inaugurado acueducto de Balsa Las Perlas.
Esta semana, el temporal con que se inauguró el año generó también inconvenientes en el agua: los aluviones erosionaron los suelos y las partículas en suspensión saturaron los filtros ubicados por el EPAS en las captaciones de agua.
Aunque no quedó afectada la calidad microbiológica del fluido, se informó oficialmente, el EPAS reforzó la cloración en la red.
Por lo mismo, el organismo provincial recomendó la limpieza de los tanques domiciliarios, al tiempo que informó que este fin de semana iban a comenzar con las purgas de las redes de la ciudad.