Miércoles 29 de enero de 2003

 

Israel apoyó a Sharon y su política de "mano dura"

 

El derechista obtuvo un amplio triunfo en las elecciones parlamentarias, duplicando al laborismo. El premier, que plantea una política dura hacia los palestinos y Arafat, formará gobierno.

 
Sharon saluda a sus partidarios luego del contundente triunfo en las elecciones menos concurridas de la historia de ese país.
JERUSALEN (Reuters/AFP) - El Partido Likud del primer ministro Ariel Sharon se aseguró ayer la victoria en las elecciones generales de Israel, duplicando la cantidad de escaños de sus rivales laboristas, y despejando el camino para un gobierno de coalición y su línea dura contra el levantamiento palestino.
El primer ministro llamó a que todos los partidos políticos de Israel a una coalición de unidad. "Es hora de que nos unamos. Hoy anuncio que luego de que el presidente me asigne la tarea de formar un nuevo gobierno, les voy a pedir a todos los partidos sionistas que se sumen a un gobierno de unidad que será tan amplio como sea posible", dijo Sharon .
Los sondeos de las cadenas televisión, después del cierre de las urnas, mostraron que el Likud ganó de 32 a 36 de los 120 asientos en el parlamento, mientras que el Partido Laborista obtenía entre 17 y 19 escaños, un notable declive para el partido que abogó por las conversaciones de paz con los palestinos.
El líder del Partido Laborista, Amram Mitzna, llamó a Sharon para admitir su derrota, según el portavoz On Levy.
El centrista Partido Shinui (Cambio) se ubicó en tercer lugar con una proyección de 14 a 17 escaños, posiblemente desempeñando el papel "decisivo" en las elecciones.
Dos horas después del cierre de los centros de votación, funcionarios electorales dijeron que la participación entre los 4,7 millones votantes registrados fue la menor en la historia de Israel.
Se espera que el presidente Moshe Katzav pida a Sharon, como líder del mayor partido en el parlamento, que forme un nuevo gobierno para resolver la profunda crisis económica y la insurrección palestina, que ya lleva 28 meses.
Sharon enfrenta fuertes retos en la formación de un gobierno estable de coalición entre partidos rivales, que no sólo reflejan la brecha entre la derecha y la izquierda sino la creciente división entre religiosos y seculares en la sociedad israelí.
Si los laboristas no cambian su forma de pensar y el partido insiste en no unirse a un gobierno con partidos religiosos, Sharon podría verse obligado a formar una coalición con el ala derecha solamente, con los ultra ortodoxos y los ultra nacionalistas. Tal alianza podría endurecer la política del gobierno israelí hacia los palestinos y poner a Sharon en una situación difícil con su aliado Estados Unidos sobre asuntos como los asentamientos judíos en territorios palestinos.
Por su parte, altos funcionarios de la dirigencia palestina dijeron el martes que la victoria del Likud era un duro golpe a la paz " Los israelíes han cometido un error histórico que ellos, junto a los palestinos, van a lamentar", dijo el ministro de Información palestino, Yasser Abed Rabbo.

Una paradoja

Ariel Sharon es un fenómeno digno de estudio para los politólogos. Aunque durante sus dos años como primer ministro de Israel no logró cumplir ni una sola de sus promesas, este político de 74 años goza en su país de una confianza como apenas ningún otro líder de su país.
Odiado por sus opositores, temido y despreciado, Sharon es sin embargo para sus muchos seguidores la personificación de los viejos valores sionistas: un hombre dispuesto a asumir riesgos y un héroe de guerra.
Para muchos israelíes, Sharon ya ha completado su transformación en un político sensato y hombre de Estado. Pero para los árabes es y seguirá siendo un peligroso criminal de guerra. Su carrera se ha visto ensombrecida por su polémico papel en la guerra de Líbano, en 1982, donde se perpetraron las masacres en los campos de refugiados de Sabra y Chatila.
Está considerado el mentor de los colonos judíos en los territorios ocupado y desde 2001, provocó una escalada del conflicto, con la destrucción planificada de la Autoridad Nacional Palestina , la reocupación de Cisjordania y el acoso a su enemigo Yasser Arafat. Bajo presión de EE.UU, podría admitir un Estado palestino. Pero sus duras demandas hacen dudar de que la paz sea posible bajo su mandato.

   
    ® Copyright Río Negro Online - All rights reserved    
     
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación