Jueves 23 de enero de 2003
 

Frente "anticastillo" va por la intendencia de Centenario

 

Felipe Grancagnolo se presenta como la alternativa emepenista al jefe comunal procesado

  CENTENARIO (AN).- Se reconoce como un afiliado "rebelde" del MPN, está molesto con la política social del gobierno de Jorge Sobisch, y dice ser el enemigo público número uno de la gestión "Castillo". Felipe Grancagnolo es el candidato a la intendencia por el nuevo Frente Democrático de Centenario (Fredece), y según asegura, será quien encabece la cruzada para quitar de las manos del partido provincial los hilos de la municipalidad local.
El Fredece nació en diciembre de 2001, antes que se produjera el destape del manejo irregular de los subsidios en Centenario, hecho que motivó la caída de Castillo y que golpeó con dureza en la médula de la administración sobischista.
Fue cuando apareció en escena la figura de Héctor "Zapallito" Molina, el puntero que monopolizaba y distribuía a discreción las partidas de Acción Social para los desocupados de la ciudad y que declaró recibir del ministro Jorge Lara un sueldo de 2 mil pesos mensuales.
"Nosotros vamos a terminar con todos estos manejos irregulares. Cuando llegue a la intendencia se va a terminar el clientelismo político del partido de turno". En una entrevista concedida a este medio el candidato reconoció que el escandalo de los subsidios en Centenario le vino como anillo al dedo al Fredece, de cara a las próximas elecciones. Así, Grancagnolo reconoció que desde esa época el partido vecinal logró engrosar su número de afiliados y hasta aseguró que hace un mes y medio "se realizó una encuesta que nos dio una intención de votos del 35%".
Su pasado dentro del MPN está marcado por dos colores, el Blanco y el Amarillo, nada menos. En 1991 el gobernador Jorge Sobisch lo postuló como candidato a la intendencia de Centenario por la línea Blanca, elecciones que perdió con el fallecido Adrián Fernández.
Mientras que en el "95 Felipe Sapag lo convocó para hacerse cargo de la dirección de Servicios del Consejo Provincial de Educación, cargo que ocupó hasta el 99 cuando Sobisch volvió a la Gobernación
Aunque está en desacuerdo con la política sobischista, sobre todo en lo que se refiere al manejo de fondos sociales, dice que no se desafilió al partido porque "las cosas hay que pelearlas desde adentro. Los políticos tienen que dejar de tener los votos cautivos".
Aseguró que no es verdad que si llega a la intendencia va a cortar de cuajo con los planes sociales, sino que engrosará las partidas desde acción social con recortes en gastos "inútiles" de funcionamiento de la comuna.
Detalló que su idea es hacer desaparecer todos los cargos políticos, cortar teléfonos celulares y bajar en un 50% los gastos en el Concejo Deliberante. "Si lo llegan a incorporar a Castillo a la planta política cuando yo llegue lo voy a bajar", dijo desafiante el postulante elegido en una asamblea de 350 afiliados.
Entre su batería de propuestas figura ampliar las redes cloacales, pavimentar 300 cuadras optimizar el riego en el ejido urbano y la zona rural, rebajar el costo del agua potable, modernizar el parque automotor, incrementar el consumo en los comercios locales y sacar de funcionamiento las cajas chicas municipales.
Según dijo, el adversario a vencer será el candidato del MPN. El desafío es grande, sobre todo "por el aparato político" del partido oficial, que "lo vamos a pelear con seriedad y honestidad", dijo Grancagnolo, antes de reafirmar que "con nosotros no van a venir ni los oportunistas ni los matones, acá no tienen cabida".
   
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