Lunes 20 de enero de 2003

 

Chávez designó a dos generales en cargos clave

 

Ocuparán áreas estratégicas en seguridad. Es un nuevo paso en su batalla contra la oposición.

 
El presidente venezolano amenazó con intensificar los allanamientos a las empresas privadas que acaparen alimentos.
CARACAS.- Con cambios en el gobierno y allanamientos militares a empresas privadas, el paro en Venezuela llegó a a 50 días sin que el gobierno y la oposición negocien, ahora bajo la atenta mirada de un Grupo de Países Amigos, que espera ayudar a este país petrolero a salir de su crisis política.
En este marco de suma tensión, Chávez designó ayer a dos generales aliados en sendos cargos claves de seguridad.
El teniente coronel retirado ratificó además que continuará con las requisas de empresas privadas que acaparen bienes y alimentos de primera necesidad, siguiendo a las dos que se efectuaron el viernes y que levantaron la ira de sus opositores, que lo acusaron de violar el estado de derecho.
Chávez, quien fue defenestrado por 48 horas en abril por un grupo de militares de alto rango, designó al general Jorge García Carneiro como nuevo Comandante General del Ejército, el cuerpo más poderoso de la fuerza armada de Venezuela.
El mandatario, quien hizo el anuncio durante su programa ¡Aló presidente!, también nombró al controvertido general Lucas Rincón como nuevo ministro del Interior y Justicia, en sustitución de Diosdado Cabello, quien juró esta semana como ministro de Infraestructura.
Rincón, ha quien Chávez calificó como un general "patriota", fue ministro de la Defensa hasta mayo y previamente había sido el jefe de la fuerza armada, el oficial de mayor rango en el país sudamericano.
Rincón fue quien anunció que Chávez, que dice liderar una "revolución" a favor de los pobres, había aceptado renunciar el 12 de abril a petición de los militares que se levantaron en su contra al responsabilizarlo por la muerte de 17 personas y decenas de heridos tras una enorme marcha opositora.
El presidente es acusado por sus adversarios de querer llevar al país hacia un sistema comunista similar al cubano, de haber dividido a los venezolanos con su discurso de confrontación y de haber arruinado a la economía del que hasta antes del paro era el quinto país exportador mundial de crudo.
El viernes violentos allanamientos militares a las plantas de la Coca Cola y la cervecería Polar, levantaron una fuerte polvareda en este país, donde los efectivos a cargo de la medida reprimieron ante las cámaras de televisión de los principales canales privados, todos opositores a Hugo Chávez. Estas acciones fueron repudiadas por la Cámara de Comercio Venezolano-Americana (VenAmCham) y el embajador de Estados Unidos, Charles Shapiro, que las consideraron como una violación a la propiedad privada, aunque la influyente empresa Polar, anunció en un comunicado que este fin de semana activaría las operaciones en sus plantas productoras de harina de maíz, importante componente de la dieta del venezolano.
(Reuters y AFP)
   
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