Lunes 27 de enero de 2003
 

La pequeña y mediana empresa

 

Por Carlos H. Lenzi y Rafael Arizio (*)

  La evolución social del país en los últimos 40 años se ha caracterizado por un progresivo empobrecimiento de la clase media. En Latinaomérica, la Argentina era la nación que contaba mayoritariamente con una clase dinámica que en su fortaleza generaba trabajo para la clase humilde. La falta de gobernantes con capacidad de un desarrollo sustentable destruyó esa capa social, al marginarla fue a engrosar la inferior, generándose un abismo. Hoy el 20% de la población más rica se lleva el 75% del ingreso nacional, mientras que el 20% más pobre sólo el 4%. Es estar en el cielo o en el infierno.
La historia debe revertirse y la clave del crecimiento socioeconómico pasa por el sistemático y permanente desarrollo de la pequeña y mediana empresa.
La Argentina debe recuperar la confianza y ante las nuevas elecciones los votantes deben aprender a votar. El voto es la bandera de la democracia y una buena elección significa asegurar el bienestar para la familia y que los hijos no piensen en emigrar. En el caso de los universitarios es una sangría de la materia gris, que el pueblo pagó.
Hay que fortalecer a las pequeñas y medianas empresas, pues ellas son como las gallinas de los huevos de oro del sistema económico. La banca nacional debe actuar como un brazo ejecutor de las políticas de su crecimiento. El sector pymes genera el 75% del empleo y el 65% de las ventas nacionales y recibe sólo el 14% del financiamiento. De ese crédito, el 60% se centraliza en la Capital Federal y el gran Buenos Aires, mientras que la Patagonia, Nordeste, Noroeste y Cuyo, cada uno recibe sólo el 5%, y son generadores de los profundos desequilibrios de nuestro territorio.
La fortaleza de Italia: Las pymes son el motor que posibilita que Italia sea la quinta potencia mundial. El poder estatal puede cambiar de signo y jamás podrá detener el poder económico y social de sus pymes.
La Argentina, donde la mitad de su población es de ese origen, termina de recibir un préstamo hasta 10 años, con tres de gracia al 5,5% anual, por 75 millones de euros (similar al dólar) para financiar las pymes argentinas. Frente a la extensión de nuestro territorio y su relativa población, hay que apuntar al mercado externo. Italia se interesa en "join-ventures" con nosotros, para ello hay que activar "consorcios de exportación" para dinamizar la oferta. Es que por esa vía entramos en el Mercado Común Europeo.
Reglas para exportar: Hay requisitos que deben adherir las pymes: 1) reingeniería; 2) incorporar tecnología; 3) capacitación del empresario y su personal; 4) aplicación de las normas ISO; 5) capacitación formación de consorcios; 6) consultoría técnica, comercial y financiera; 7) conformación de join ventures con el exterior.
Financiación nacional: El "Nación Factoring" es la empresa del Grupo Banco Nación Argentina que financia a las pymes y su lema es "Si vende a plazo tenga su crédito descontado".
FONAPyME: Finanza proyectos para sustituir importaciones, es decir, para ampliar la capacidad productiva o introducir nuevos productos.
El SEBRAE argentino. En la Secretaría de la Pequeña Mediana Empresa y Desarrollo Regional del gobierno nacional, se estructura la creación de un instituto similar al SEBRAE brasileño, que tiene gran prestigio por su capacidad de movilizar a sus empresas y que cada año alcanzan un desarrollo sostenido.
Es criterioso que los argentinos dejemos de declamar y no hacer y adoptemos políticas con los hermanos del Mercosur, que han mostrado un camino que debemos comenzar a recorrer y que los nuevos gobernantes deben implementar sin dilaciones, si en realidad tienen el sentimiento patriótico que reclama con energía la ciudadanía. Un conocido banquero cooperativista dijo: "La actividad política, social y económica en la Argentina ha transcurrido en la última década entre la tragedia, el espanto y el bochorno. Todas las instituciones, casi sin distinción, han sido sedes de innumerables casos de escándalo y corrupción". Tal el drama que impacta en el exterior, pues siempre los argentinos fueron respetados por su inteligencia y la mediocridad y la avaricia de nuestros gobernantes nacionales fueron socavando a niveles inimaginables.

(*) Presidentes de Fundación Patagonia y ENAIP.
     
     
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