Lunes 27 de enero de 2003
 

Guatemala, el aguafiestas de Centroamérica

 

Por Andrés Oppenheimer

  Si ustedes pensaban que América Latina tenía suficientes problemas regionales con la guerra en Colombia, la creciente violencia política en Venezuela y el colapso económico de la Argentina, prepárense para un nuevo foco de tensión diplomática: Guatemala.
Altos funcionarios de Estados Unidos dicen que las posibles vinculaciones del gobierno del presidente guatemalteco Alfonso Portillo con el narcotráfico, la corrupción y las violaciones a los derechos humanos podrían llevar a la suspensión de los $50 millones de dólares de ayuda de Estados Unidos a ese país. Peor aún, las transgresiones de Guatemala podrían hacer peligrar el acuerdo de libre comercio que se está negociando entre Estados Unidos y cinco países de América Central.
Como resultado, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua y Honduras podrían verse privados de firmar el acuerdo con Estados Unidos a fines de este año, como está planeado. El gobierno de Bush podría postergar la firma del acuerdo, o el Congreso norteamericano vetarlo, según afirman funcionarios norteamericanos.
"No podemos firmar con un país como ése"", me señaló un alto funcionario del gobierno de Bush.
Otro funcionario, el encargado de América Central del Departamento de Estado, Dan Fisk, me dijo que "desde mediados de noviembre han tomado algunos pasos concretos para encarar algunos de estos problemas"". Pero Fisk agregó que "si Guatemala no continúa en esta tendencia positiva, será muy difícil convencer al Congreso de Estados Unidos que ratifique un acuerdo de libre comercio"".
El gobierno de Bush podría firmar el acuerdo con los otros cuatro países centroamericanos, sin Guatemala, afirma Manuel Orozco, un experto del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales de Washington. Pero eso también sería un golpe para la región, porque Guatemala es el país más poblado de Centroamérica, y su exclusión afectaría el proceso de integración de los cinco países, señaló.
La Unión Europea también ha advertido que podría reducir su ayuda a Guatemala si Portillo no mejora su actuación en la lucha contra el narcotráfico, la corrupción y las violaciones a los derechos humanos.
En materia de drogas, las incautaciones de cocaína en Guatemala se han desplomado de un promedio de 10 toneladas por año antes de que Portillo asumiera el poder, a un promedio de dos toneladas por año en los tres años que lleva en el gobierno.
El año pasado, dos toneladas de drogas desaparecieron como por arte de magia de los depósitos de la agencia antinarcóticos de Guatemala. "La policía se ha robado más drogas de las que ha confiscado"", me señaló Fisk.
En materia de derechos humanos, se han reportado más de 100 ataques contra activistas de grupos de derechos humanos el año pasado, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Asimismo, casi todos los casos de violaciones a los derechos humanos del pasado han quedado impunes, especialmente los crímenes cometidos durante los 36 años de guerra civil, que dejaron unos 200.000 muertos. Según los acuerdos de paz de 1996, numerosas atrocidades deben ser investigadas.
Hay un debate abierto entre los observadores internacionales sobre si Portillo está protegiendo a los criminales o si no puede hacer nada contra ellos. "Guatemala tiene un gobierno muy débil, que no ha mostrado la capacidad para desmantelar las mafias que continúan operando"", dice José Miguel Vivanco, del grupo Human Rights Watch en Washington.
El gobierno de Portillo dice que está haciendo lo que puede. Entre otras cosas, recientemente despidió a una buena parte del personal de la agencia antinarcóticos por sospechas de corrupción, y anunció la creación de un "Grupo Consultivo de Seguimiento"" para intentar implementar los acuerdos de paz de 1994.
Sin embargo, las cosas se podrían complicar aún más. El partido político de Portillo podría apoyar al ex presidente militar Efraín Ríos Montt - que es visto con horror por los grupos de derechos humanos - como su candidato presidencial para las elecciones del 2 de noviembre. Y si Ríos Montt llegara a ganar, los adversarios del libre comercio en el Congreso norteamericano tendrán aún más municiones para votar en contra del tratado de libre comercio con América Central.
POSDATA: Justo cuando Naciones Unidas debería estar mostrando su mejor cara para convencer a Estados Unidos de no invadir a Irak sin su bendición, acaba de elegir a uno de los peores países violadores de los derechos humanos del mundo -Libia- como presidente de su Comisión de Derechos Humanos.
¡Qué vergüenza! En una votación secreta, Libia fue escogida para presidir la Comisión de Derechos Humanos por 33 votos a favor, 17 abstenciones y tres votos en contra. Mientras Estados Unidos y Canadá votaron contra Libia, gran parte de los países europeos y latinoamericanos se abstuvo, con el absurdo argumento de que era el turno de Africa para escoger al presidente de la comisión.
¿Acaso esperan los burócratas de los derechos humanos de las Naciones Unidas que alguien los tome en serio? ¿Cuál será el próximo paso? ¿Arabia Saudita para presidir la comisión de derechos de la mujer?
     
     
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