Viernes 10 de enero de 2003
 

La Grecia Antigua, un freno inesperado para Atenas 2004

 

Por Christine Pirovolakis

  Póngase a excavar en cualquier lugar de Atenas y encontrará casi con total seguridad restos arqueológicos. Son buenas noticias para los expertos, pero malas para los organizadores de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, que intentan cumplir los ya superados plazos previstos para el mayor acontecimiento deportivo del planeta.
"Se trata de un problema general en Grecia. En donde quiera que se excave se encuentran antigüedades", dijo a la agencia DPA Tilemachos Hitiris, portavoz del gobierno griego para los Juegos del 2004.
Hasta ahora, los organizadores han conseguido salvar sin mayores complicaciones su carrera contrarreloj, y ninguno de los hallazgos de ruinas ha forzado a cancelar sus planes. Sin embargo, toda nueva excavación genera una controversia pública y ocasiona importantes retrasos.
"En Grecia hay estrictas leyes de protección de las antigüedades. Y tan pronto como éstas aparezcan, ninguna obra puede seguir adelante, sino que tiene prioridad la excavación", explica Nicoletta Valakou, directora del departamento de antigüedades prehistóricas y clásicas del Ministerio de Cultura.
"Los planes deben cambiarse a menudo, y meses de demora son algo habitual", añade.
"Es una ley muy rigurosa", remarca Panos Protropsaltis, mánager de transportes generales del Comité organizador de Atenas 2004 (ATHOC).
"Si en cualquier momento alguien descubre algo, no necesita improvisar: llama a los arqueólogos y ellos acuden e imponen sus propias reglas. Es posible que no estemos de acuerdo con ello, pero respetamos su misión", agrega.
En el caso de las sedes para competiciones hípicas en Marcopoulos, unos 16 kilómetros al sudeste de Atenas, los arqueólogos llevaron a cabo un total de 20 excavaciones, tras haber descubierto un santuario dedicado a la diosa del amor, Afrodita, que se cree que hacía las veces de burdel.
En excavaciones efectuadas con sumo cuidado en terreno pantanoso, los arqueólogos sacaron a la luz antiguas viviendas de 4.000 años atrás en la sede del centro olímpico de remo 2004 en Schinias, unos 28 kilómetros al noreste de Atenas.
También allí las obras pudieron reanudarse luego de que el gobierno acordase desmantelar los restos de tres viviendas de la Era del Bronce y trasladarlos a corta distancia de sus lugares originales. Pero ese pequeño cambio requirió largas semanas de preparativos.
"Desenterramos a mano los fundamentos, abrimos pequeños orificios e introdujimos cemento en su interior. De esta manera creamos una especie de parrilla de cemento para levantarlos luego con grúas", dijo Valakou.
El reciente hallazgo en Schinias ha desatado un debate público sobre la tensión entre llegar a tiempo con las sedes olímpicas del 2004 y respetar simultáneamente la historia y el entorno de Grecia.
El centro de remo constituyó la manzana de la discordia pública entre el gobierno griego y grupos de ecologistas y arqueólogos. Los adversarios del proyecto arguyen que podría poner en peligro pájaros, peces y raras especies de pinos, e invadir el escenario donde se libró la batalla de Maratón 490 años antes de Cristo.
El ATHOC insiste en que no se causarán daños al delicado ecosistema y agrega que la sede se hallaba bajo agua en la época de la victoria de los atenienses sobre los persas en Maratón.
Arqueólogos sacaron también a la luz fragmentos de un acueducto romano del siglo II después de Cristo, construido por el emperador Adriano en el recinto de la villa olímpica.
Después de retrasos ocasionados por las negociaciones con el Departamento de Antigüedades, los funcionarios olímpicos decidieron incluir las antiguas ruinas como parte del diseño de la villa.
Si bien la mayoría de las protestas pudieron ser resueltas, aún queda mucho que hacer. La construcción de sedes para 28 modalidades deportivas y el alojamiento apropiado para 10.500 atletas y 22.000 periodistas es sólo una parte del masivo proyecto.
Asegurar el transporte para millares de aficionados, atletas, periodistas y voluntarios es un auténtico problema. Mientras que el nuevo aeropuerto y el metro ya funcionan, las obras de la carretera y del tranvía, que se necesitan con urgencia, apenas han comenzado.
Los griegos confían en que su especial historia y la pasión por los Juegos hagan olvidar a la gente los retrasos de tráfico y otros inconvenientes. "Queremos unos Juegos a nivel humano", resume la presidenta del ATHOC, Gianna Angelopoulos-Daskalaki. (DPA)
     
     
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