Miércoles 22 de enero de 2003
 

Un preso escapó desnudo del hospital de Bariloche
 

No es la primera vez que se fuga del centro asistencial. Lo habían esposado a la cama pero pidió ir al baño. Desnudo y con las ropas en la mano, el preso reincidente volvió a ganar la calle.
 

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Un delincuente que cumple una pena de siete años de prisión y siempre trata de lastimarse para lograr que lo trasladen al hospital, de donde ya se había fugado en una oportunidad, volvió a escaparse ayer por la madrugada en un descuido de su custodio, pese a que estaba desnudo, esposado a la cama y tenía colocada una sonda vesicular.
El prófugo es Sergio Redlich Subiabre, un chileno de 34 años, reincidente en el delito, a quien el 19 de setiembre de 2000 la Cámara Primera del Crimen le impuso siete años de prisión
Sergio Redlich Subiabre no dejó pasar su oportunidad. Ante el mínimo descuido del guardia, escapó del hospital (arriba) como lo había hecho hace poco tiempo.
por asaltar a un taxista y a un colectivero, hechos ocurridos el 23 de mayo y el 11 de junio de 2000 respectivamente, que en conjunto sólo le reportaron 98 pesos.
Después de haberse escapado una vez del hospital, aunque sólo alcanzó a estar 24 horas en libertad, el condenado siempre buscó la manera de regresar al nosocomio, y logró que el 6 de enero lo intervinieran quirúrgicamente de una dolencia de índole urológica.
Advertidos de las irrefrenables ansias de libertad del detenido, sus eventuales custodios tomaron la prevención de colocarle esposas en una de sus manos, y asegurarlas al barrote de la cama. Pero no fue suficiente esa medida para sujetar a Redlich Subiabre, quien ayer a las 2, aprovechando que su custodio se ausentó en forma momentánea para ir al baño, luego de liberarse de las esposas se arrancó la sonda que tenía en el pene y escapó casi desnudo, llevando sus ropas en la mano.
Redlich Subiabre, a decir de sus custodios, es un interno inadaptado a las reglas carcelarias, pero no porque pueda entrañar peligro para terceros, sino para sí mismo, porque no soporta el encierro. Según el diagnóstico que dan los internos veteranos, a este delincuente "se lo comió la reja", y arrastra problemas psicológicos que los sucesivos tratamientos no pudieron controlar.
En una oportunidad, ocurrida hace más de un año, el interno se produjo un corte transversal en el abdomen, justo debajo de las costillas, y debió ser intervenido para que no muriera desangrado y esviscerado. En otra ocasión posterior, se cortó la primera falange del dedo meñique colocándolo en el contramarco de una puerta que cerró con violencia para autolesionarse.
El 22 de setiembre de 2001 Redlich Subiabre estaba internado en el hospital y con la excusa de ir al baño y aprovechando el horario de ingreso de visitas, burló la custodia del suboficial que lo acompañaba y desapareció sin que nadie lo advirtiera. Sin embargo, las autoridades de la alcaidía lo recapturaron al día siguiente enla zona de la Barda del Ñireco, en "un aguantadero".
El prófugo ya tenía su plaza disponible en una cárcel del Servicio Penitenciario Federal cuando se evadió del hospital, y se ignora por qué fue reubicado en su celda luego de ser recapturado, dado que al no haber ejercido violencia para fugarse su evasión no alcanzaría para la instrucción de una nueva causa.
   
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