Martes 21 de enero de 2003 | ||
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Preventiva para uno de los patoteros barilochenses |
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Según el juez, estaría identificado el joven que asesinó a tiros a un vecino de Bariloche. Los otros detenidos quedaron en libertad, pero siguen ligados a la causa. Integraban una patota. |
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SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El juez de Feria Miguel Angel Gaimaro Pozzi dispuso ayer la libertad con sujeción a la causa de varios integrantes de la patota acusada de matar al vecino Armando Rolando Barrios, de 48 años, y dictó la prisión preventiva de Martín Figueroa, de 18 años, acusado de haber efectuado los disparos contra la víctima. Tanto Figueroa como sus compinches, además, deberán responder por los dos balazos en los glúteos y la rotura de los cartílagos del pabellón auricular derecho que sufrió Mauro Fabián Mariqueo, sobrino de la víctima fatal, y por el disparo en la parte anterior de la pierna derecha que hirió a Cristian Barrios, hijo del vecino asesinado. No se sabe si la hija del comerciante Carlos Euclides Araya presentó la denuncia policial, pero ella también resultó víctima de un daño permanente en su salud, porque sufrió la pérdida de tres piezas dentales, que le quebró la certera pedrada que arrojó uno de los atacantes de la vivienda de su padre. En forma contemporánea con la indagatoria a los sospechosos, el magistrado ordenó realizar varios allanamientos para dar con el arma homicida, pero el revólver no fue hallado por las autoridades. Los hechos que investigan las autoridades de la comisaría 28 y el magistrado de turno, sucedieron a partir de las 5.30 del domingo en el barrio Las Mutisias, cuando Figueroa y los patoteros que lo secundaban golpearon a la puerta de Araya para que les vendiera vino. Tras la negativa del comerciante a atenderlos comenzaron las amenazas, e inmediatamente una lluvia de piedras cayó sobre su local y la vivienda contigua, donde pernoctaba junto a su familia. Araya asegura haber llamado con insistencia a la policía, e incluso recordó que orientaba el micrófono de su aparato para que el operador del Comando Radioeléctrico escuchara los piedrazos, pero la respuesta policial llegó con media hora de retraso, cuando el drama había concluido. Por eso justificó haber llamado a Barrios, a quien reconocía como un vecino solidario y comprometido con la problemática comunitaria. Barrios, que todavía estaba despierto y planificando el próximo cumpleaños de 15 de su hija, junto a otros familiares, no dudó en salir en defensa de Araya, quien, desesperado, había recurrido a él ante la tardanza policial. Los familiares de Barrios, que ayer se reunieron desconsolados en su velatorio, niegan que el hombre haya portado un machete cuando salió para interceder ante los patoteros, y en cambio afirman que pensaba tranquilizarlos para que depusieran su actitud. "Mi cuñado atendió muchas veces a varios de ellos, y les preparó comida cuando tenían hambre", expuso Juan Mariqueo, quien definió a Barrios como "un padre y un vecino ejemplar, que soñaba con festejar el cumpleaños de su hija el sábado". El cuerpo de Armando Barrios será inhumado recién hoy a las 16, porque sus deudos quisieron que tuvieran tiempo de llegar al sepelio otros familiares que residen en la provincia de Santa Fe. |
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