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Miércoles 15 de enero de 2003 | ||
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Patoteros siembran terror en Fernández Oro |
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Algunos vecinos se turnan para dormir y así cuidar sus casas. Dicen que todos conocen a los delincuentes, pero no se hace nada. Le exigieron al ministro Rodrigo que disponga más seguridad. |
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La situación se hizo tan insoportable que los vecinos le enviaron una nota al ministro de Gobierno Esteban Rodrigo, planteando su indignación "por hechos delictivos" provocados por "malvivientes que están identificados desde hace años". Y quieren que Rodrigo llegue urgente a la ciudad, tome cartas en el asunto, y disponga una mayor dotación para la comisaría 26, donde hay poco personal, escasos fondos y ni siquiera tiene salida telefónica. En la zona este del egido -un sector de las calles Brentana, Cipolletti, Libertad e Yrigoyen, involucrando a unas 10 manzanas- nadie quiere dar testimonios de la pesadilla que soportan por temor a represalias. Incluso, en algunos casos ni hacen las denuncias en la comisaría, siempre por miedo a lo que les puede suceder si se enteran los malvivientes Todo empezó hace unos 15 días cuando en una casa del sector comenzó a "parar" gente proveniente de otra zona de la localidad, y de ciudades vecinas, como Allen y Cipolletti. Se trata de muchachos con antecedentes, que se emborrachaban y noche tras noche, y aún a la luz del día, habrían robado varias casas. "Una señora que salió de testigo de un robo casi se muere de susto cuando le quisieron incendiar su vivienda, como represalia", comentó una de las damnificadas. Otra mujer debió soportar que se pararan frente a su casa, se bajaran los pantalones y le mostraran los genitales con gritos y amenazas. En una ocasión la propia policía fue repelida a piedrazos desde los techos cuando iba a realizar un procedimiento. Los robos fueron, y siguen siendo, de todo tipo. Un vecino pescó "in fraganti" a tres de los delincuentes cuando con una manta y de su propia casa salían con todo tipo de cosas, incluyendo un televisor. A un señor mayor le robaron todas sus herramientas; a otro vecino le rompieron el parabrisas y se llevaron el equipo de audio, y una mujer tomó la decisión de mudarse y tomar distancia del sector. Tanta fue la convulsión que los vecinos impulsaron una reunión en la comisaría, y los responsables de esa unidad dispusieron una guardia permanente en el área, con policías de consigna y un vehículo de ronda. Sin embargo, esa medida terminó ayer, presumiblemente por falta de personal, y el miedo volvió a instalarse como en los momentos más álgidos. También se hizo otro encuentro en el municipio, pero no fue ninguna autoridad municipal -al parecer, están de vacaciones- y sí una edila que no pudo prometer mucho. En la nota a Rodrigo los vecinos sostuvieron que no es la primera vez que la localidad "se ve enturbiada" en su tranquilidad por grupos de malvivientes, y le recordaron que hace dos años, cuando hubo un "pico" de atracos y vecinos inclusive "sellaron" puertas y ventanas estuvo el ministro, al igual que legisladores, pero no se produjo "la respuesta esperada". |
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