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Lunes 13 de enero de 2003 | ||
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Una jovencita fingió ser secuestrada |
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Tiene 17 años y aseguró que quería los 3.000 pesos para irse a vivir con su novio. |
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Este es el segundo caso de autosecuestro descubierto en las últimas 24 horas en la zona sur del Gran Buenos Aires. La pareja de novios detenida planeaba cobrar 3.000 pesos por el autosecuestro. Los hechos se iniciaron el viernes a las 21 cuando una chica de 17 años caminaba junto a su hermanita de 12 y se dirigían a una parada de colectivos para acompañar a una prima que las había visitado en su casa de Villa Caraza, partido de Lanús. Al llegar a Olazábal y Murature de Villa Caraza, la adolescente, su hermanita y la prima fueron interceptadas por un Ford Falcón en el que viajaban cuatro personas. Bajo amenazas, la adolescente de 17 años fue subida a la fuerza al auto. Todo fue observado por la nena de 12 años y su prima quienes corrieron hasta la casa de la primera y contaron lo que había pasado a Norma Santillán, madre de la adolescente. "Junten plata, junten plata, que mañana llamamos". Esa fue la frase que el hermano mayor de la adolescente escuchó en la primera comunicación telefónica que tuvo con quien se proclamaba secuestrador de la chica. Esa primera llamada ocurrió el mismo viernes a la noche y tuvo como destino el número de teléfono del abuelo paterno de la chica. Tras el llamado, los familiares denunciaron el caso y la investigación quedó a cargo de la Delegación de Investigaciones Complejas Lomas de Zamora de la Policía Bonaerense. En su investigación, los policías especializados en casos de secuestros, determinaron que el padre de la chica está preso desde hace un año y medio en la cárcel de Marcos Paz, por una causa por drogas. De la madre de la chica, establecieron que no tiene trabajo y vive con dinero de un plan familia. El segundo llamado se produjo el sábado a las 14, y los investigadores establecieron que la comunicación tenía como origen un teléfono público del barrio de Pompeya, ubicado a metros de un control policial. En ese segundo contacto, quien se proclamaba como secuestrador dijo que quería 3.000 pesos. "Luego, la adolescente fue puesta al teléfono y sólo insistió a su hermano en que pagaran el rescate porque la cosa iba en serio", relataron las fuentes. A los investigadores les resultó sospechoso que hicieran hablar a la chica en una zona tan transitada de Pompeya y a metros de un control policial, por lo presumieron un autosecuestro. Se montó un rápido operativo en el que la adolescente fue hallada sola en la estación de trenes de Villa Fiorito. Interrogada por los policías, la chica confesó que se trataba de un autosecuestro, que todo lo había planeado con su novio, y que querían el dinero para irse a vivir juntos. |
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