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Viernes 10 de enero de 2003 | |
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Insisten en que hubo dos personas en el laboratorio |
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El abogado de la familia Carbajales aseguró que hay indicios que permitirán identificar al cómplice de David Sandoval. |
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| CIPOLLETTI (AC).- Para el abogado de la familia de Alejandra Carbajales, no hay duda de la existencia de una segunda persona en el interior del laboratorio donde fueron asesinadas las tres mujeres en mayo de 2002. José Gerez considera que David Sandoval, el lavacoches que está detenido, fue el atacante de las víctimas fatales mientras que otro individuo -que en base a algunos indicios "podría ser identificado rápidamente"-, fue quien agredió a la única sobreviviente, Ketty de Bilbao. Para presuponer esto, Gerez tuvo en cuenta que la forma de actuar en contra de la psicóloga Carmen Marcovecchio, la bioquímica Mónica García y la paciente Carbajales "fue distinta". Mientras que las mujeres asesinadas -dijo- recibieron heridas cortantes, profundas y en cantidad, "realizadas por alguien que estaba dispuesto a matar"; la sobreviviente sólo sufrió un corte leve en el cuello y un disparo que no tuvo la contundencia que reflejó el resto del ataque. El agresor le disparó dos veces a Bilbao: a pesar de estar a muy corta distancia, la primera vez falló, y en el segundo intento la bala impactó superficialmente en el cuero cabelludo de la mujer. "Se vio sorprendido por la situación y tuvo que actuar, pero no era su intención hacerlo", estimó Gerez. El abogado cree que en algún momento David Sandoval y la segunda persona compartieron la escena del crimen, pero el lavacoches se retiró antes por algún motivo. Ya para entonces el hombre que actualmente está detenido había herido de muerte a las tres mujeres, quizás recibiendo algún tipo de colaboración del segundo autor. Cuando Sandoval se retiró y quedó el cómplice solo, ingresó circunstancialmente Bilbao. Al verse sorprendido, la atacó. "Toda la prueba pericial, los indicios y presunciones nos llevan a concluir que David Sandoval estuvo en el laboratorio, pero sus características físicas no coinciden con las del sujeto que vieron salir. Necesariamente hubo dos personas", enfatizó. El lavacoches está procesado como autor del triple homicidio. El elemento más contundente que lo incrimina es el hallazgo de huellas en el interior del laboratorio donde ocurrió el hecho. En el expediente está acreditado además que Sandoval fue paciente de la psicóloga Marcovecchio en un instituto de menores de Neuquén y que la relación entre ambos fue conflictiva. "No creo que hayan ido a buscar a la psicóloga", opinó no obstante Gerez. Siempre en el campo de las hipótesis el abogado dijo que no descarta la posibilidad de que la intención inicial haya sido un robo y que la matanza se desencadenó por el conocimiento previo que había entre Marcovecchio y el lavacoches. Estimó que si Sandoval sabía que la psicóloga estaba atendiendo en ese lugar, quizás intentó aprovecharla para obtener información para cometer luego el ilícito. Si por el contrario no lo sabía, estalló en furia. Gerez aseguró que "se avanza a paso seguro" en la investigación y que "se está abriendo camino hacia la identidad del tercer personaje". "Tenemos algunos elementos firmes que nos van a dar la pista para identificarlo rápidamente", reconoció. A Orlando "El Clavo" Sandoval, el segundo sujeto detenido y procesado por este hecho, lo considera "orquestador" del episodio. Para la justicia "El Clavo" tuvo una participación secundaria. |
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