Sábado 4 de enero de 2003

 

Increíble fuga de un preso tuberculoso de un hospital
 

Está condenado por robos en Río Negro y Neuquén y se escapó en Bahía Blanca.
  BAHIA BLANCA (Télam)- Un preso con amplio prontuario y aquejado de tuberculosis protagonizó ayer una fuga cinematográfica en la que se descolgó por una soga de un segundo piso de un hospital, asaltó a un taxista, lo encerró en el baúl, y escapó hacia la localidad de Tornquist, dejando tras de sí heridos a dos policías que al perseguirlo sufrieron diversos accidentes.
El singular episodio se inició ayer a la madrugada cuando Ricardo Adrián Pereiro Castañares, de 44 años y con condena por robos calificados en Río Negro, Neuquén y La Pampa, fue trasladado a una sala ubicada en el segundo piso del hospital Interzonal José Penna de Bahía Blanca.
Fuentes policiales informaron que "el detenido, que había sido trasladado desde La Pampa, fue derivado a ese hospital a raíz de la enfermedad que padece".
El hombre, de 1,80 metro 80 de estatura, ojos celestes, pelo castaño claro con tonalidad rojiza, bigotes, tez blanca y de 65 kilos, vestía una chomba blanca y short a cuadros al momento de la fuga.
En el hospital se hallaba su concubina, quien en un momento dado ingresó a la sala donde se encontraba Castañares.
Al parecer, la mujer "ayudó a que su concubino se zafara de las esposas y con una soga plástica que tenía en su poder, se fugaron a través de la ventana del segundo piso del hospital", agregó la fuente.
"Al detectar la escapatoria, uno de los policías que custodiaban al detenido tomó la misma soga y al tratar de bajar, perdió el equilibrio y cayó desde unos veinte metros, por lo que resultó gravemente herido", dijo el vocero.
Castañares se dirigió junto a la mujer a la terminal de ómnibus, ubicada a unas 15 cuadras del hospital, donde abordaron un taxi.
Armado con un palo, el delincuente le exigió al chofer, identificado como Alberto Pérez, que le entregara la llave del rodado y el dinero que tenía en su poder.
Luego encerró al conductor en el baúl del automóvil, cargó combustible en una estación de servicio y luego, junto a su compañera, tomó rumbo a la localidad de Tornquist por la ruta nacional 33.
Un policía que iba a bordo de un patrullero intentó perseguirlo, pero en una arriesgada maniobra chocó contra un poste de alumbrado público y sufrió heridas.
Al llegar al kilómetro 40, Castañares abandonó el rodado y se escapó a pie junto a la mujer rumbo a Tornquist, en tanto que el chofer quedó en el interior del baúl y fue socorrido por los automovilistas.
Los policías heridos sufrieron lesiones graves en la columna vertebral, fractura de cadera y brazos.
   
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