Sábado 4 de enero de 2003

 

Mató a golpes a su concubino

 

Fue cerca de Rosario; la mujer dijo que estaba cansada de los malos tratos, lo atacó con un palo y le destrozó el cráneo.

  ROSARIO (Télam)- Una mujer fue detenida acusada de asesinar a golpes a su concubino delante de sus hijos de tres y 12 años, cansada de los constantes malos tratos y las amenazas que recibía.
La mujer, identificada como Elsa Godoy, de 45 años, primero planteó una coartada y denunció que el crimen había sido aparentemente cometido por un vecino, aunque al ser interrogada por los investigadores terminó por confesar la autoría del asesinato.
El caso, que ocurrió el último día de 2002 y recién fue dado a conocer ayer, se registró en una casa rural de la localidad de Roldán, a 20 kilómetros al oeste de Rosario.
Personal policial de esa zona detuvo por el crimen a Godoy, quien en principio negó la autoría del hecho e incriminó a un vecino que luego se estableció nada tuvo que ver con la muerte de Raúl Antonio Insaurralde.
Insaurralde, quien compartió con Godoy 15 años de concubinato, fue hallado muerto en la cama matrimonial con el cráneo destrozado y en medio de un gran charco de sangre que se derramó por el piso y salpicó las paredes del dormitorio.
Las fuentes dijeron que, según se estableció, el ataque fue cometido por Godoy en presencia de dos de sus cinco hijos, de 3 y 12 años.
Tras el crimen, la mujer se dirigió con ellos desde su casa, situada a unos 200 metros al sur del kilómetro 48 de la ruta A012, hasta la de su padre, Juan José Godoy, para contarle que acababa de encontrar muerta a su pareja.
Fue así que el hombre decidió denunciar el suceso en la comisaría local, a partir de lo cual tomó intervención directa en el caso el comisario Aníbal Rodríguez.
En el primer relato que la mujer de la víctima realizó ante los policías, dijo que a las 7.30 del 31 de diciembre último llevó a tres de sus hijos a la casa de sus padres y a los dos más pequeños al hospital porque tenían varicela.
Según Godoy, se despidió normalmente de su pareja, a quien horas más tarde, aproximadamente a las 10.30, encontró muerto en la cama.
Sin embargo otras pruebas, entre ellas el horario de la muerte de Insaurralde, contradijeron a la mujer quien terminó confesando la autoría del crimen.
   
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