Jueves 2 de enero de 2003

 

Liberaron a acusada de matar a su madre

 

El hecho ocurrió en agosto pasado en Viedma, y la sospechosa fue sobreseída. La víctima, de 92 años, tenía golpes, lo que hizo sospechar de un asesinato.

  VIEDMA (AV)- Beatriz Campana fue sobreseída en la causa que investigaba el presunto homicidio de su madre, una anciana de 92 años.
El juez penal de Viedma Jorge Bustamante dejó además sin efecto la medida de internación que le fuera impuesta en el marco de una resolución de la Cámara de Apelaciones por entender que resultaba infundada esa medida.
Analía Cufré, la abogada de Campana, señaló que con esta resolución judicial de sobreseimiento su defendida "obtiene una íntegra reivindicación personal por el grave e infundado delito de homicidio calificado que se le endilgara en perjuicio de su madre" y que "no afecta el buen nombre y honor" de su representada.
A principios de agosto del año pasado, Angélica Cafaro de 92 años debió ser internada en la sala de terapia intensiva del hospital Zatti de Viedma luego de ingresar en estado de coma a la guardia.
El parte médico detalló una serie de hematomas en los brazos, el rostro, el cuello y un corte en la cabeza. También se destacó una posible deficiencia en la alimentación por la extrema delgadez de la anciana.
Luego de su fallecimiento el juez Bustamante ordenó la detención de Myriam Campana de 65 años, hija de la víctima. Ambas vivían juntas en un vivienda de la céntrica calle Urquiza al 261 de Viedma.
A los pocos días el magistrado dictó la falta de mérito a Campana y dispuso su internación temporaria en un hogar de ancianos como una forma de protección. La falta de mérito que implicó la continuidad de la investigación fue resuelta en base a la inexistencia de pruebas suficientes para endilgarle a la mujer la responsabilidad de un presunto homicidio calificado.

Problema cardio respiratorio

Según los peritajes realizados y el testimonio de los médicos que la atendieron, la anciana murió como consecuencia de un problema cardio respiratorio que no habría sido provocado por los golpes que evidenciaba, los que hasta el momento no se ha logrado establecer fehacientemente si fueron producto de una caída o propinados por otra persona.
Madre e hija vivieron juntas toda la vida con familiares cercanos con escaso contacto. Pero su núcleo familiar directo lo conformaban ambas.
Myriam Campana de 65 años estuvo alojada un par de días en la comisaría Primera de Viedma y luego permaneció internada en forma temporaria en un hogar de ancianos como modo de protección.
   
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