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Martes 21 de enero de 2003 | |
"No hay que pedirle imposibles al gobierno de Duhalde" |
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La gestión del presidente francés, Jacques Chirac, para destrabar el acuerdo transitorio del FMI con la Argentina |
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PARIS (Especial).- El presidente de Francia, Jacques Chirac, intervino personalmente para auxiliar a la Argentina ante el FMI convencido de que "es importante que ese gran país preserve su estabilidad institucional".
Así lo reveló a este diario, Serge Guillon, secretario adjunto del comité que hace de árbitro en las decisiones gubernamentales más urticantes, al dar cuenta de la polémica abierta aquí entre el Ministerio de Agricultura que "con una visión proteccionista ve a la Argentina como un competidor", la cartera de Hacienda, que "se hizo eco de los reclamos comerciales de las firmas francesas" y la Cancillería, "sensible" ante las duras consecuencias por los problemas sociales y la pobreza. "Es importante - recalcó Guillon - que un gran país como la Argentina salga de su crisis, cuyo agravamiento podría alcanzar efectos internacionales considerables". ¿Esta ayuda despeja para ustedes la incertidumbre por las elecciones anunciadas para el 27 de abril?, quiso saber "Río Negro". "Francia está preocupada por la estabilidad institucional argentina", fue su seca respuesta. Paralelamente, altas fuentes de la Cancillería dijeron que Francia y los otros socios del G7 (incluidos Alemania y Estados Unidos, en las últimas semanas), en contra de la postura de los técnicos del FMI concluyeron en que "no se podía poner condiciones excesivas y políticamente imposibles de cumplir por parte del gobierno argentino". Pusieron, además, de relieve las gestiones del ministro de Economía Roberto Lavagna y del de Relaciones Exteriores Carlos Ruckauf por capitales europeas, hace unos meses, lo que llevó a Chirac a poner "todo su peso" a favor del gobierno de Eduardo Duhalde. "Nada de imposibles", fue la orden bajada por Chirac, clave para aflojar a norteamericanos, alemanes y españoles, ganados por la desconfianza, según precisaron los funcionarios del Quai d Orsay. "Las firmas francesas no hicieron chantajes ni presiones negativas en materia de tarifas", afirmaron también, aunque reconocieron que la marcha atrás judicial de los aumentos en los servicios públicos demoró el entendimiento con el FMI. "El programa que se aprobó es mucho menos ambicioso que el original y no contempla el envío de dinero fresco en el corto plazo", ratificaron esos mismos voceros. Atónitos Las autoridades galas subrayaron que "el día a día de la Argentina será muy complicado" y si bien aventuraron que el próximo presidente constitucional será del PJ "es difícil vaticinar si será Eduardo Duhalde o Carlos Menem". Se mostraron atónitos por los sondeos internos de opinión que ubican a Menem en los primeros lugares, aunque consignaron igualmente que el riojano "sufre un gran rechazo". Observaron al mismo tiempo con extrañeza y desaliento la circunstancia de que "no parece que vaya a haber una reestructuración total de la clase política. Compiten los viejos conocidos y se van desdibujando las figuras del ex ministro Ricardo López Murphy y Elisa Carrió. No hay ofertas nuevas, ni los políticos cambian sus discursos", apuntaron. No obstante, tras elogiar la voluntad evidenciada por el presidente de Brasil, Inacio Lula Da Silva a favor del Mercado Común del Sur (Mercosur), se animaron a afirmar que no serán malas las perspectivas políticas y económicas si la Argentina desbloquea si situación interna. "Con Eduardo Duhalde y Lula da Silva - especularon- ya se puede empezar a caminar con el Mercosur. Pero esto no será definitivo: hay que esperar y dar tiempo para que a lo largo de 2003 se constituya un nuevo gobierno legítimo en la Argentina". Arnaldo Paganetti |
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