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Sábado 18 de enero de 2003 | ||
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La Unión Europea apuesta a fortalecer el Mercosur |
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La Unión Europea, tan pendiente (¿dependiente?) militarmente de los Estados Unidos, se lanzó a regar la semilla no germinada del Mercosur para contrarrestar comercialmente al "amigo" George Bush. Funcionarios franceses y alemanes se muestran complacidos con la voluntad política expresada por Lula, pero quieren verlo andar. Consideraron que con la Argentina hay que ser pragmáticos y avanzar "etapa por etapa y con paciencia". |
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Esa respuesta se recogió invariablemente entre las autoridades de la Comisión Europea con sede en Bruselas. Con reproches abiertos por las "malas señales comerciales" norteamericanas, funcionarios franceses y alemanes reconocieron que la grave crisis argentina y las elecciones en Brasil han retrasado las negociaciones, pero apuestan a lograr un viraje en el segundo semestre de 2003. Fueron abogados del acuerdo transitorio entre el gobierno de Eduardo Duhalde con el FMI y esperan que las elecciones previstas para el 27 de abril permitan restablecer "reglas de juego estables y no discriminatorias", según precisó Jean-Jacques Andrieu, uno de los jefes para América Latina de la Cancillería de Francia. También se muestran complacidos con la "voluntad política" expresada por el presidente de Brasil, Lula Da Silva. Pero quieren verlo andar y le dan el margen de los próximos seis meses: "No sabemos cuál será el ritmo para avanzar. Nosotros estamos dispuestos a esperar a los dos". Los principales consejeros en materia de Mercosur sostienen que con la Argentina y Brasil hay que ser pragmáticos y avanzar "etapa por etapa", con "mucha paciencia a la hora de discutir tarifas y los sistemas de preferencias generalizadas". Las desconfianzas subsisten pero tratan de ser aventadas. Por ejemplo, una misión que viajó a Tucumán para organizar la ayuda a niños desnutridos, volvió espantada por los "oscuros manejos políticos". Se decidió no colaborar hasta que ese asunto quede debidamente esclarecido y para ello se decidió enviar a otra delegación. "Absolutamente". De esa forma tajante responden funcionarios españoles cuando se les pregunta si están seguros de que habrá renovación democrática en la Argentina el 25 de Mayo. Elogian sin tapujos a Duhalde y al ministro de Economía Roberto Lavagna por haber asegurado la transición institucional y evitar una catástrofe en los sectores sociales que están más desprotegidos. Pero al mismo tiempo atacan sin miramientos a la declaración de default de Adolfo Rodríguez Saá: "Dijo que no iba a pagar, brindó con champaña y se rió de todo el mundo, y cuando eso sucede los bancos no derraman lágrimas". Optimistas al fin, los europeos sacan conclusiones positivas de la hecatombe argentina: "Tuvieron que aprender a vivir con lo suyo, sin coches nuevos ni tapados de visón. Esa no es una mala lección". Obviamente, no hablan de los candidatos a jefes de Estado. Sin embargo, dan pautas: * Debe ponerse en marcha la maquinaria productiva para volver a crecer. * Tiene que producirse una renovación de dirigentes, aunque no comparten el criterio de "que se vayan todos". Afirman que así como Lula da Silva es una bocanada de aire fresco en Brasil, también podrían serlo "sensatos" como el precandidato Ricardo López Murphy en la Argentina. * Se acabó la exclusividad del "modelo menemista", apadrinado por el Fondo Monetario, de apertura completa de la economía y de financiamiento de las inversiones con capitales extranjeros. Proponen la exploración de otras vías, que contemplan el ahorro interno y la reducción de la presión fiscal. Arnaldo Paganetti |
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