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Se viene la vuelta olímpica. Los muchachos de Atlético recibieron la copa que entregó la Lifune y se fueron a festejar junto con su gente.
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CENTENARIO (AN).- "Que vamos a ser campeones, como en el "93". Esto se escuchó antes del partido y dos horas más tarde fue verdad. Pasaron diez años para que Atlético Neuquén vuelva a festejar un título en el fútbol neuquino.
Y para que la fiesta sea completa, fue una conquista sufrida, de esas en las que hay que remar desde atrás en todo momento. Jugó una hora con dos hombres menos, pero sacó pecho, puso todo y el empate en dos ante Villa Iris le alcanzó para quedarse con el torneo Clausura, porque en la ida había ganado por 1 a 0.
Como están acostumbrados a las canchas en muy mal estado y de escasas dimensiones, a los dos les costó acomodarse en el campo. Así, todo fue muy confuso, con pocas llegadas.
Fiel a su estilo, Atlético fue contundente. En la primera acción de riesgo facturó Marcelo Correa y obviamente cambió los plantes del villero, que tuvo que adelantarse en el campo.
A los 27, primera pálida para el tricolor: supuesto codazo de Claudio Ramírez y roja directa. Fue un balde de agua fría para los de Oscar Mazzone, que tenían todo controlado. Doce minutos más tarde, otra roja. Esta vez a Ezequiel Merino y, ahora si, panorama muy oscuro.
Sin embargo, Villa Iris no complicó, fue un equipo muy desordenado y sin una línea de juego definida. Héctor "Toto" Méndez habló mas de lo que jugó y los delanteros no tuvieron peso.
En el arranque del complemento, el Torito de Moreno le devolvió gentilezas al tricolor: Castro la embocó a los seis y puso interrogantes. Para la mayoría, se venía la reacción definitiva, pero esto nunca ocurrió.
Atlético se paró bien atrás y se apoyó en la inmensa categoría de Víctor Correa, los volantes hicieron un sacrificio enorme y cada vez que la pelota pasaba por Gabriel Burgos, había olor a gol.
Y así fue. Minuto 30, golazo del "Gato", que definió como si estuviera en el patio
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Los nombres del campeón. Arriba: Soto, M. Correa, V. Correa, López, Michiquelli, Fuentes, Merino, Ramírez y Forestier. Abajo: C. Rodríguez, Burgos, Velázquez, M. Mazzone, G. Rodríguez, Pucheta, "Figureti" y Díaz.
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de su casa y desató el delirio de la comunidad tricolor. En los últimos instantes, Villa Iris fue a buscar la hazaña pero no encontró la manera de quebrar a los de Mazzone.
Después vinieron los incidentes entre los jugadores, un parate de más de cinco minutos y, en la reanudación, gol de tiro libre de Matías Rodríguez para decretar el empate.
Fue demasiado tarde, hacía rato que Atlético se sentía campeón y sabía que el festejo por el tercer título de su historia estaba al caer.
...Y también le ganó al aparato
CENTENARIO (AN).- Además de luchar contra viento y marea en la cancha, el tricolor peleó y venció al aparato. Ayer quedó plenamente confirmado que Villa Iris es el equipo oficial, pero esta vez no hubo triunfo.
Las camisetas villeras lucieron la publicidad de la subsecretaría de la Juventud, desde diferentes sectores del gobierno colaboraron con diez trafic para trasladar a los hinchas hasta el Gigante del barrio Sarmiento y el equipo ingresó a la cancha con una bandera con la escritura "Gracias Jorge Gorosito", el fallecido ex ministro de Gobierno, quien fue el impulsor del club del barrio Mariano Moreno.
También se pudieron ver banderas del área que lidera Rolando Figueroa y de la subsecretaría de Asuntos Municipales, Cultura y Deportes.
A partir de esta colaboración, los simpatizantes de Villa Iris fueron locales y coparon una de las cabeceras del Gigante del barrio Sarmiento. Sin embargo, la fiesta no pudo ser completa, porque la alegría fue tricolor.
De todos modos, hubo un hecho para destacar: cuando los muchachos de Atlético dieron la vuelta olímpica, los hinchas villeros los recibieron con aplausos.
* Sin fallas: alrededor de 50 policías custodiaron la final del fútbol neuquino y, por suerte, esta vez no tuvieron mucho trabajo. Actuaron con rapidez cuando algunos jugadores se tomaron a golpes de puño, sobre el final del partido, y durante el juego controlaron todos los sectores del Gigante.
Como una buena medida, se colocaron vallas a cien metros del estadio y en cada acceso había, al menos, cinco efectivos policiales.
Un gran marco de público para una cancha excelente
CENTENARIO (AN).- La gran final del fútbol neuquino tuvo el marco perfecto: mucha gente en las tribunas y una cancha espectacular.
Desde muy temprano, los hinchas villeros y tricolores empezaron a ingresar al Gigante del barrio Sarmiento. Cuando empezó el partido había alrededor de 1.300 personas, número que se incrementó hasta las 1.500 con el correr de los minutos.
El estadio fue remodelado en las últimas semanas y está prácticamente listo para recibir el partido entre Independiente y San Lorenzo, por uno de los Torneos de Verano, el 4 de febrero próximo.
Si bien faltan algunos detalles, son menores y la gente de la Colonia ya se ilusiona con la llegada del fútbol grande.
No pararon de cantar: el número de hinchas tricolores fue significativamente menor al de Villa Iris, pero por momentos no se notó.
El tempranero gol de Marcelo Correa vino como anillo al dedo para los simpatizantes de Atlético, que cantaron durante todo el encuentro.
Ni siquiera aflojaron cuando llegó el empate de Pablo Castro y ni hablar de la locura que se desató con la conquista del "Gato" Gabriel Burgos, que sirvió para asegurar el título.
A las piñas: sobre el cierre del encuentro, aparecieron los problemas y por suerte no pasó a mayores. Marcos Mazzone y Rodrigo Cabrera tuvieron un encontronazo en el área de Atlético, el árbitro Omar García les mostró la roja y no tuvieron mejor idea que seguirla al costado de la cancha.
Inmediatamente, reaccionaron varios jugadores de ambos lados y se armó: volaron varias piñas y después de unos minutos, los policías descomprimieron la situación.
No le salió: finalmente el arquero Daniel Sepúlveda dejó de lado los guantes y jugó como delantero en Villa Iris. No lo hizo de titular como lo anticipó "Río Negro", pero estuvo en cancha 45 minutos.
Como los demás recambios, no aportó soluciones para Héctor Sepúlveda, que ayer tuvo la típica tarde en la que nada sale bien.
Centenario espera: el rival de Atlético Neuquén en la eliminatoria para el Argentino B será Centenario, campeón del Apertura, y mañana, en la reunión de la liga, se definirá la fecha para los encuentros.
Oficialmente, la última novedad es que los partidos se juegan el 19 y 26 de este mes, pero la directiva de la Colonia solicitó una postergación, que seguramente será confirmada.
"Chau pelado, gracias por todo"
Todos los abrazos todos, fueron para Oscar Mazzone. El técnico tuvo la despedida soñada, sacó campeón a Atlético y se va para Independiente. "Chau pelado, gracias por todo", fue la frase que se escuchó una y mil veces en medio de los festejos.
En un alto de la vuelta olímpica, el DT dijo que "fue muy difícil y corrimos siempre desde atrás, pero somos campeones y creo que es muy justo, los chicos se lo merecían".
A partir de las expulsiones, muchos especularon con que Villa Iris debía ser el campeón, pero Mazzone replicó: "no creo que haya sido así. Omar (por García, el árbitro) no tuvo una buena tarde y creo que se equivocó, pero son cosas que pasan".
Unos metros más adelante apareció el "Diente" Víctor Correa, que se comió la cancha y fue la figura de la final. "Este equipo tiene mucha garra, no nos entregamos nunca, pusimos todo y por fin podemos gritar campeones", manifestó.
El defensor agregó que "muchos decían que no jugábamos lindo, pero lo cierto es que fuimos los mejores. Les ganamos a todos y sólo tuvimos un bajón cuando perdimos con Los Canales".
Uno de los históricos del plantel, Norberto Michiquelli, también habló: "este es un equipo con mucho huevo y lo demostró. Nos expulsaron a dos jugadores claves, pero nos bancamos la situación y somos campeones".
Atlético logró su tercer título de la historia y antes de pensar en el Argentino, sus dirigentes tendrán que proyectar la próxima temporada.
La partida de Mazzone no sólo deja el lugar vacío en el banco de suplentes, sino que también se va un directivo.
Seguramente, este campeonato será un impulso para el tricolor, que intentará ser protagonista en los próximos torneos. (AN) |
