Sábado 11 de enero de 2003

 

Crezca grande

 
  Grenoble, 5 de noviembre de 2002.

Estimado amigo Néstor:
Pasados ya los días intensos, vuelvo a adaptarme a las ceremonias cotidianas de esta Grenoble ya invernal que contrasta con esos días de octubre allá en la Patagonia.
Cuando regresé fui a visitar la tumba de mi padre, no sé bien por qué lo hice; pero tuve la sensación de que si tocaba su cruz y esparcía parte de la tierra que junté cuando terminamos el viaje y cargamos el bote, allá en "la pasarela", cerraba un círculo y que mi padre, si viviera, se hubiese puesto orgulloso de mí. En fin, cosas inexplicables que tenemos los hombres.
Debo reconocer que en dos días de estar nuevamente en casa, las imágenes de ese mundo descomunal de... "bardas" y la masa arrolladora de agua roja provocan en un señor de mi edad un estado de excitación propio de un adolescente, que me impide dormir varias horas seguidas como Dios manda y mi cuerpo lo requiere. Como curiosidad le cuento que durante años estuve adorando un falso ídolo y seguramente usted se reirá de mi torpeza geográfica, justo yo, un agrimensor: descubrí que la foto del río Colorado que está en el comedor de casa pertenece a un río de la selva colombiana y no al del norte patagónico. Pensar que durante décadas he mirado esa imagen con la esperanza de arrancarle un secreto que finalmente no tenía.
Ahora que escribo, tengo sobre mi escritorio un poco de tierra del auténtico Colorado y las cartas ajadas y leves de mi abuelo Patrick, y siento que de alguna forma nos conocimos, aunque hayamos tenido que esperar ochenta y ocho años.
Reciba usted mi sincero abrazo de amigo que recuerda todo lo compartido.
Charles Dezarnaud

"La creciente se debió a la rotura del dique natural de la laguna Carri-Lauquen (laguna verde) que se encuentra en la alta cordillera interrumpiendo el curso natural del río Barrancas que, junto con el Grande, forman el río Colorado. El lago se vació casi por completo en una sola noche y la cantidad de agua que se precipitó por el río Barrancas y el Colorado fue enorme. De 21,5 kilómetros de largo que tenía el lago quedó reducido a 5,5 km y el nivel bajó 95 metros. Se calcula en 2.000 millones de metros cúbicos la cantidad de agua que causó la inundación del Colorado, cifra que permite formarse una idea de la magnitud del desastre".
(William Rögind, "Historia del Ferrocarril del Sud" ) (1)

Grenoble, 15 de setiembre de 2002.

Señor Néstor Tkaczek:
Me dirijo usted para solicitar información sobre la catástrofe ocurrida en el río Colorado a fines de 1914 y comienzos de 1915. Largo sería de explicar cómo he llegado hasta usted y no es el propósito de estas líneas. En cambio le explicaré brevemente y abusando de su tiempo las causas de mi demanda de información.
Patrick Dezarnaud era mi abuelo, de profesión agrimensor. Partió hacia la Argentina en noviembre de 1913, justo dos meses antes de que naciera su hijo Gerard. Por algunas de sus cartas sabemos que estuvo contratado por el "Ferrocarril del Sud" y que realizó trabajos en la Patagonia. También en su última carta de diciembre de 1914 habló de un relevamiento de unos terrenos que debía hacer en una estancia cercana a las Colonias Cotriel (sic) y 25 de Mayo sobre un río cuyas "aguas son como sangre".
En la lista de fallecidos, que muchos años después solicitó mi padre a su gobierno, no figuraba mi abuelo y es mi intención saber si hay una nómina oficial y definitiva de muertos y desaparecidos. De ser así le ruego que me confirme si en ella está incluido Patrick Dezarnaud.
Desde ya agradezco enormemente su preocupación y molestia por este tema.
Charles Dezarnaud

En diciembre de 1914 llegaron las noticias de una fantástica inundación. La falta de medios rápidos de comunicación motivó que la catástrofe tomara de sorpresa a todos los habitantes y fueran muy pocos aquellos que lograron salvarse milagrosamente de la muerte. Mi esposo, mi hijo Antonio Eduardo y un hijastro de siete años perecieron en la terrible inundación, que elevó la correntada a diez metros de altura; mi sirvienta, una muchacha de la región y yo, asidas a escombros (...), fuimos a encallar en el recodo de una barda y allí permanecimos, creo que cinco días, pues desfallecidas, hambrientas y semidesnudas fuimos auxiliadas..." (Testimonio de Florentina Quintana de Daz, esposa del comisario a la Revista Policial) (2)

Grenoble, 25 de setiembre de 2002.

Estimado señor Tkaczek
¡Cuánto agradezco su información! ¡Gracias, muchas gracias! A veces resulta difícil creer en el azar cuando suceden estas cosas. Yo tenía información de la firma "Río Colorado Lands Company", pero nunca habría podido tener el testimonio de una de las hijas del administrador que habla de "un joven y apuesto francés contratado por el ferrocarril y que se aloja en la estancia desde hace unos 15 días".
También sabía que estaba trabajando en los terrenos para las vías del tren que llegarían a esa zona; lo que no entiendo es por qué nunca estuvo asentado su nombre en los registros de la firma y en los del "Ferrocarril del Sud" en Londres donde viajó varias veces mi padre en busca de noticias.
En fin, todo esto ha hecho que me decida y en los primeros días de octubre estaré en Argentina y me llegaré hasta Catriel y 25 de Mayo buscando más datos y de paso estrecharle la mano e invitarlo a recorrer el río para cumplir una vieja obsesión personal.
Nuevamente gracias; estas dos semanas ya se me hacen eternas. Un cordial saludo,
Charles Dezarnaud

"El señor Reid relata que estaba trabajando en la quinta, a eso de las 2 PM. del día 30 de diciembre, notó fuertes olores a azufre (...) y vio con terror que algunos bajos se estaban llenando de agua y (...) que el agua venía a gran velocidad y traía a flote muchos escombros.
(...) Al cabo de pocos minutos salió el señor Reid acompañado de su capataz y peones a todo escape y después de galopar algunas leguas llegaron a un sitio donde se detuvieron para observar. Vieron que llegaba la creciente en toda la extensión del valle, arrastrando cuanto encontraba a su paso. (...) Dice el Sr. Reid que la creciente abarca dos leguas de ancho por tres metros de profundidad." (Testimonio de Andrés Reid a "El Heraldo" de Victorica). (3)

Grenoble, 25 de noviembre de 2002

Estimado amigo Néstor:
Ya más tranquilo escribo y reflexiono sobre unos hechos ocurridos hace tantos años y que, sin embargo, han tenido una gravitación tan mayúscula en nuestra vida familiar que parecen actuales.
Nunca sabré por qué mi abuelo resolvió partir hacia Argentina cuando faltaba tan poco para que naciera mi padre. Mi abuela Ethel jamás habló de la razón de ese viaje y mi padre tampoco pudo averiguar nada.
Analizando todo más fríamente llego a la misma vía muerta que descubrimos en nuestras especulaciones a lo largo de la travesía desde aquella fatídica laguna hasta Colonia Chica.
Si mi abuelo estaba en "la estancia de los ingleses" tuvo que ser arrastrado por la inundación, ya que la zona donde trabajaba quedó totalmente bajo el agua. No hay testimonios que identifiquen su cuerpo, por lo que seguramente fue devorado por animales en algún lugar río abajo.
Pero también me asalta la duda, ¿y si se salvó? ¿Y si la inundación fue la coartada perfecta para desaparecer definitivamente del mundo familiar por algún recóndito motivo? Como verá, los pesados secretos de esta historia son tan turbios como las aguas del Colorado.
Seguiré con mis dudas, pero ya no me atormentan. Si vivió o murió en ese ámbito, algo me acercó a él en esos días de octubre allá en la Patagonia.
Un abrazo de su amigo incondicional,

Charles Dezarnaud


(1) Citado por Francisco José Dehais en "Catriel Antiguo y sus pobladores".
(2) Citado por Gladys Pelizzari de Noguerol "Historia de Colonia 25 de Mayo"

   
    ® Copyright Río Negro Online - All rights reserved    
     
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación