Miércoles 8 de enero de 2003

 

En el mismo bando, pero con estrategias nuevas

 

Alejandro Dolina presentó su producción "Radiocine". Fue en Mar del Plata ante un auditorio de 1.600 personas. "No he cambiado de aliados, no he cambiado de bando", dijo.

  Mar del Plata (Télam ).- El escritor, conductor y músico Alejandro Dolina, de paso por Mar del Plata donde presentó su flamante producción "Radiocine" ante un auditorio compuesto por más de 1.600 espectadores, aseveró en torno a su actitud de cara a la realidad argentina que "sigo en el mismo bando pero siento que hay que renovar las estrategias".
"De lo que no he cambiado es de aliados, no he cambiado de bando y aunque creo que es necesario pensar más profundamente lo que hacemos, también es cierto que algunos confunden esto y para cambiar de estrategias cambian de bando", comentó.
El creador agregó al respecto que "uno tiene pequeños sueños de justicia social, pero también creo que hay que aplicar a la lucha un poco de pensamiento crítico para no pensar mediante slogans, para no creer que el pensamiento es la sola repetición de algunas consignas, yo no creo en esa mecanicidad".
El mentor de los ciclos radiales "Demasiado tarde para lágrimas" y "La venganza será terrible", recorrió su visión sobre la actualidad y sostuvo que "la lucha política es mucho más compleja de lo que era hace 20 o 40 años".
"Por eso las estrategias deben ser ahora más complejas porque así son los tiempos y los enemigos, y porque la situación de la Argentina es mucho peor. Y por ello hay que trabajar con mayor inteligencia", opinó Dolina.
El autor de los volúmenes "Crónicas del Angel Gris" y "El libro del fantasma", añadió que "lo que yo pensaba hace 20 años atrás está bien, pero el mundo ha cambiado mucho y hay cosas que ya no pueden volver porque el mundo globalizado es un fenómeno concreto, el bloque socialista desapareció y no sé si tiene mucho sentido proseguir con un cierto pintoresquismo político".
Sobre sus raíces culturales señaló que "soy Discepoliano en la admiración y en el cariño, pero no creo que yo mismo tenga suficiente mérito o disposición como para compararme".
El creador que tomó parte en un ciclo cultural organizado por la editorial Planeta en Mar del Plata donde aprovechó a presentar su flamante "Radiocine" (que incluye un libro y dos cd"s), material que definió como "una nueva grabación de viejos radioteatros que habíamos hecho para la radio en épocas más prósperas".
"Hacíamos pequeñas comedias musicales -evocó- que duraban alrededor de 25 minutos y que presentábamos los viernes en el Teatro Alvear".
Al repasar todo ese proceso, el hacedor que en TV realizó "El ombligo del mundo", apuntó que "aunque luego dejamos de hacerlo por cuestiones económicas y porque el director nos comunicó que no era conveniente seguir, se nos ocurrió rescatar algunos de aquellos radiocines de entre un centenar que escribimos".
Al caracterizar los trabajos seleccionados en que tomaron parte Alfredo Alcón, Julia Zenko, Cecilia Milone, Guillermo Fernández, Víctor Hugo Morales y Héctor Larrea, Alejandro Dolina indicó que "son pasos de radioteatros bastante livianos con música que componíamos especialmente para cada uno de ellos".
Nacido en la localidad bonaerense de Baigorrita, Dolina vivió su adolescencia en Caseros y aunque coqueteó con la abogacía, comenzó su actividad como escritor en los medios en la revista Satiricón, de Oscar Blotta, y alcanzó renombre en la revista Humor, en los estertores de la dictadura militar
De extracción justicialista, el artista especificó que "mi trabajo no lo hago desde mi condición de peronista. Soy independiente, y crítico con respecto al peronismo, de modo que tampoco puede decirse que soy un exponente del propio peronismo en la cultura".
Refiriéndose al área cultural, remarcó que "en general, los espacios de cultura mediáticos son ocupados por gente del pensamiento de izquierda, pero también es cierto que es allí donde está la mayoría de los intelectuales porque me parece que en todas las actividades artísticas, académicas, intelectuales, en el amplio espacio de la cultura, prevalecen las personas de ese signo".
Al ligar cultura con función pública y pertenencia partidaria, el responsable del libro-cd "Lo que me costó el amor de Laura", consignó que "en mi concepto los funcionarios de la cultura no están para tirar ideas. Son antes que nada burócratas, en el mejor sentido de la palabra".
"Cuando alguien asume en esa cartera tiene como primer problema el pago de los sueldos a sus empleados u otras cuestiones técnicas que no le dan tiempo para filosofar, ni en estos tiempos ni en otros", ejemplificó.
Extendiendo el relato, deslizó que "en esos puestos se han nombrado a algunos artistas, músicos, hasta guitarristas o pianistas que eran muy buenos, pero el área de cultura es también de gestión".
"Sería necesario que el hombre que ocupara esos puestos tuviese una visión de lo que es una política cultural, pero yo, por mi parte, no estoy interesado porque sería un verdadero fracaso", confesó.
De vuelta a su relación con el justicialismo, arriesgó que "el peronismo también tiene sus exponentes progresistas, un costado interesante desde ese punto de vista, porque no es un partido conservador. Y quiero creer que tampoco es de derecha pero yo no ocupo un lugar muy significativo en ese foro y si ciertamente pertenezco al peronismo, lo mío es de un modo más íntimo".
Con la misma carga inspirada que vuelca en sus labores artísticas, añadió que "el hecho de ser peronista no tiene que ver con lo que hago porque mi programa de radio no es peronista, sino que está hecho por uno que eventualmente es peronista".
Apelando a su humor para graficar la situación manifestó que "mi ausencia en algunos foros se debe a la falta de algún apoyo corporativo, porque el hecho de abarcar una cantidad de disciplinas como hago yo, bien o mal, me priva de los apoyos corporativos".
"Pues los periodistas no creen que sea periodista y alguna razón tienen; los escritores creen que soy un hombre de radio y éstos creen que soy escritor. Por su parte, los músicos creen que soy actor, aunque todos me tratan respetuosamente", reseñó. Sobre la protesta social, advirtió que "una manifestación o un corte de calle para que no aumente la nafta, por ejemplo, suele molestar a los burgueses, como se los llamaba hace un tiempo".
"Ahora, se quejan de esto porque pretenden que las manifestaciones se hagan en un playón sin afectar al resto de la gente, lo cual no tiene sentido", aseveró.
Finalmente, Dolina sorprendió al contar que "no tengo amigos en el mundo del espectáculo, aunque algunos como Ernesto Sábato me honran con cierto cariño o que me han ayudado mucho como Antonio Carrizo o Héctor Larrea".
"Por ejemplo con Guillermo Stronatti somos compañeros, pero nunca ejercimos una amistad. Ni quisiera conozco su casa", detalló en relación al locutor que junto al psicólogo Gabriel Rolón conforma el terceto que cada medianoche por radio Continental anima el exitoso ciclo "La venganza será terrible".
El programa, que esta semana se emitirá desde la ciudad de Montevideo, continuará luego con sus transmisiones habituales desde la bodega del tradicional y porteño café Tortoni.
Respecto a la masiva convocatoria de jóvenes que reúne en sus presentaciones, restó importancia a su figura: "Creo que es por los temas que trato. Si es que estudian, tal vez se sienten atrapados por la temática de los programas; las charlas y los libros son buenos aliados".
"Y además los que están en el trato diario con la cultura son por lo general jóvenes. Es triste decirlo pero es así: una persona que se afirma en una posición de cualquier actividad abandona su formación muy rápidamente", lamentó.
   
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