Jueves 26 de diciembre de 2002
 

Preocupa la desaparición de una turista alemana

 

Una joven turista alemana que estaba alojada en un albergue juvenil céntrico de Bariloche desapareció el domingo pasado y ahora es buscada por la Policía de Río Negro, que aún no tiene ningún indicio de su paradero. Se trata de Nikola Henkler, de 28 años, oriunda de Dortmund, Alemania, quien llegó a Bariloche el martes 17 de este mes, al parecer de Estados Unidos, y se alojó en el albergue conocido como La Bolsa del Deporte. Inquietud en la ciudad.

 
Nikola Henkler, de 28 años, oriunda de Dortmund, Alemania, alojada en el albergue La Bolsa del Deporte, sigue desaparecida.
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Una joven alemana que llegó el 17 de diciembre a la ciudad para recorrer sus cerros y lagos desapareció el domingo pasado en forma misteriosa y ayer a última hora todavía se desconocía su paradero.
Si bien es bastante frecuente que los acampantes o caminantes suelan romper algunos planes preestablecidos, la seguidilla de asaltos a turistas hace temer que la mujer pudiera haber sido víctima de algún hecho delictivo, con funestas consecuencias.
La denuncia sobre la sospechosa desaparición de Nikola Henkler, alemana de 28 años, alta, rubia, de ojos celestes y muy atractiva, a decir de quienes la conocieron, fue radicada el lunes por la noche en la comisaría Segunda por Inés Tomba, propietaria del albergue donde se alojaba la turista.
La joven alemana, domiciliada en la ciudad de Dortmund, había llegado a Bariloche el martes 17, presuntamente desde Estados Unidos, y se alojó en el albergue conocido como "La Bolsa del Deporte", ubicado en la esquina de Palacios y Elflein. La responsable de ese alberge, Nereida Tomba, fue quien radicó la denuncia cuando sospechó de su prolongada desaparición, pero la joven al salir habría dicho que quería "estar un poco sola", y que quería caminar por la costa del lago y luego ir al cerro Catedral en colectivo. "Camino unas tres horas y vuelvo", habría anunciado, a la vez que combinó para cenar junto con otro huéspedes del albergue donde se alojaba.
En principio se especuló con la posibilidad de que Nikola hubiera cambiado de idea y viajado hacia alguna localidad cercana, como El Bolsón o Villa La Angostura, pero finalmente, pasado un tiempo razonable, la preocupación aumentó e Inés Tomba puso el hecho en conocimiento del cónsul alemán en Bariloche Jürgen Liner, quien llamó por teléfono a Dortmund para comentar la inquietud existente.
Según los testigos, al momento de su desaparición Nikola vestía un polar, un pantalón largo y una pequeña mochila, donde al parecer llevaba su pasaporte, dinero y otros efectos personales.
Cuando los policías abrieron el cofre que le habían asignado en el albergue encontraron una bolsa de dormir, ropa, la fotocopia del pasaporte y un pasaje desde Santiago de Chile a Auckland, Nueva Zelanda, reservado para marzo del próximo año.

"Nadie nos daba bolilla"

La denuncia fue realizada el lunes por la noche en la comisaría Segunda, pero no la recibieron de manera formal "porque la chica es mayor de edad". Recién el martes por la tarde pudo ser asentada la exposición policial, pero la policía no informó sobre la desaparición de la joven hasta ayer por la noche, luego que la noticia comenzara a ser difundida por los medios nacionales. "Comenzamos a llamar más lejos porque nadie nos daba bolilla", explicó Carlos Viaenne, responsable junto a Tomba del albergue donde se alojaba Nikola, sin encontrar una explicación al ocultamiento de la noticia.
Ayer por la noche el jefe de la Regional Tercera de Policía, Fernando Geldres, informó que habían dado participación a todas las unidades policiales, a la Prefectura y a la Comisión de Auxilio del Club Andino, pero que no habían logrado resultados positivos.
La desaparición de la joven turista preocupa de manera especial debido a los últimos indicadores delictivos, referidos a varios asaltos con armas cometidos durante las últimas dos semanas en circuitos turísticos tradicionales y en perjuicio de turistas, extranjeros en su mayoría.
Tomba explicó que es habitual que pasajeros extranjeros y nacionales lleguen solos a alojarse en su albergue, donde es habitual que se entablen nuevas amistades entre los viajeros.
A la dueña del hospedaje le resultó normal que la mujer quisiera estar un poco sola, ya que el albergue está repleto de visitantes, y negó haber notado en ella alguna expresión de angustia o depresión cuando salió el domingo. Por su parte, el cónsul alemán residente en esta ciudad Linder transmitió su preocupación por el destino de su compatriota y prefirió no agregar comentarios, "para no generar alarma hasta tanto existan mayores datos del tema".
   
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