Domingo 22 de diciembre de 2002

 

Laxague fue consagrado obispo ante una multitud

 

Unas 3.000 personas hubo en la ceremonia que ordenó al nuevo titular de la Diócesis de Viedma. Fue un acto sencillo pero muy emotivo en el que los fieles le demostraron cariño.

 
Laxague recién esbozó una sonrisa cuando Melani confesó con humor que se sentía "viejo... pero en el sentido bíblico".
VIEDMA (AV)- "Dicen que el pastor va siempre adelante. No siempre es así. Por lo menos en el campo, muchas veces el pastor tiene que mirar a las ovejas porque ellas son las primeras que saben donde está el agua y el pasto verde. Así que tengan paciencia. Primero voy llegando. Aquí estoy y los necesito a todos".
Esa fue parte de la convocatoria del obispo de Viedma Esteban Laxague tras ser consagrado ayer como tal.
Unas 3.000 personas le dieron un marco de gran emotividad a la ceremonia en la que Laxague fue ordenado obispo de Viedma. Los aplausos permanentes y sostenidos demostraron el cariño por el nuevo obispo de parte de la comunidad viedmense y de otras localidades rionegrinas, tanto como de los fieles de Bahía Blanca, ciudad donde cumplía funciones el nuevo obispo y que conformaron un grupo de unas 500 personas.
En su mensaje, el salesiano de 45 años agradeció a sus padres e hizo una referencia particular a su familia "que siempre lo orientó para ponerse al lado de Don Bosco". Tuvo un recuerdo especial para su padre "que desde el cielo me ayudará a defender esta Iglesia por la que él sufrió tanto".
En un breve diálogo con "Río Negro", la madre de Laxague de 80 años dijo estar contenta porque "esta es una gran carga por eso hay que rezar mucho por él", en referencia a su hijo. Mientras esperaba en la primera fila el comienzo de la ceremonia la mujer sostuvo orgullosa que cinco de sus 19 hijos son religiosos, tres hombres y dos mujeres. La madre del obispo fue quien le colocó el anillo como signo de fidelidad a la Iglesia y tal como lo hizo la madre del cardenal Cagliero, el primer obispo de la Patagonia. Este fue uno de los momentos más emotivos para sus familiares, que no pudieron evitar las lágrimas.
El saludo de la mayoría de sus 18 hermanos, que estuvieron presentes junto a sus respectivas familias, fue casi tan extenso como el de los casi 100 sacerdotes y seminaristas.
Durante toda la ceremonia que se extendió por más de dos horas Laxague permaneció con las manos entrelazadas colocadas debajo del mentón como en un permanente gesto de oración. Recién esbozó una sonrisa cuando el obispo Melani inició la ceremonia de ordenación con humor al confesar que "me siento viejo ..pero en el sentido bíblico de la palabra, no anciano". Además hizo público un comentario del Nuncio Apostólico, Santos de Abril y Castelló en referencia a que Laxague "andaba bien con la crisis del país porque más flaco no podía encontrarlo, así que responde bien a la situación de la provincia".
Melani habló de la significación de la palabra servicio, de la vocación, de la Iglesia de Viedma, del egoísmo y la humildad y trasladó a Laxague lo señalado por Hesayne cuando lo ordenó a él como obispo de esta capital, al hacer referencia a San Francisco de Sales quien sostuvo que al ser consagrado obispo hizo referencia a que "se convirtió en ser para los demás".
En la ordenación de Laxague acompañaron a Melani, hasta hace unos meses obispo de Viedma y hoy de Neuquén, el ex obispo de Bahía Blanca Jorge Mayer y Agustín Radrizzani de Lomas de Zamora. Mayer era obispo de aquella ciudad cundo Laxague decidió convertirse en sacerdote.
También estuvieron presentes la mayoría de los obispos de la Patagonia, entre ellos, José Pedro Pozzi del Alto Valle y Fernando Maletti de Bariloche.
   
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