Sábado 14 de diciembre de 2002

 

Con 73 años, terminó la primaria

 

Silvio Medina, de Regina, ya se anotó en el secundario.

 
A Silvio Medina el deseo de estudiar no lo dejó en paz hasta que, jubilado, pudo empezar a cumplirlo.
VILLA REGINA - Nunca es tarde para cumplir los sueños. Así lo entendió Silvio Medina, que a sus 73 años terminó sus estudios primarios y ya se inscribió para continuar sus estudios de nivel medio a partir del año próximo.
Cuando recibió su diploma, un cerrado aplauso conmovió a todos los presentes en la Escuela NÂș 52, donde estuvo acompañado por su esposa, dos de sus siete hijos y nietos, quienes le entregaron la medalla al mejor compañero de acuerdo a la votación de los alumnos egresados de la Escuela Primaria para Adultos.
Durante su infancia y adolescencia no pudo realizar sus estudios primarios, y luego los compromisos laborales y familiares atentaron en contra, pero siempre mantuvo la esperanza de algún día concluir la escuela primaria.
La oportunidad llegó cuando se jubiló a los 70 años, luego de haber luchado para darle a sus hijos la educación necesaria.
"Cuando me jubilé, un día le dije a mi señora que iba a salir a buscar a dónde podía estudiar. Así recorrí todas las escuelas, hasta que llegué a la supervisión y ahí me informaron de la escuela primaria para adultos" cuenta Silvio Medina.
La suya es un historia difícil. Nació en Paraguay, y a duras penas pudo asistir hasta el cuarto grado, debido a que la escuela a la que concurría se encontraba a más de diez kilómetros de su casa, distancia que debía cubrir de a pie.
A los 18 años, cuando estaba terminando de cursar el cuarto grado, fue convocado para realizar la conscripción, y luego ya comenzó a trabajar, por lo que postergó sus estudios.
Ya siendo adulto llegó a Argentina, donde conoció a su esposa, y nuevamente tuvo que guardar su sueño de estudiar para cumplir con los compromisos familiares.
"Yo le dije a mi esposa que no importaba que tuviéramos estudios, siempre que pudiéramos educar a nuestros hijos con rectitud, para que sean hombres de bien, y así fue. Tenemos siete hijos que se encuentran viviendo en distintos puntos del país. Todos estudiaron y todos trabajan" comentó emocionado.
La misma emoción lo embarga cuando recuerda que tras jubilarse consideró que era el momento de completar su sueño.
"Yo siempre quise estudiar, pero no pude. Pero asumí este desafío por la cantidad de injusticias que vemos a diario. Sé que a través de la educación se puede buscar alguna solución a las cosas que pasan hoy, como el hambre en Tucumán, Corrientes, Formosa y Misione; son injusticias, porque los gobernantes son antihumanitarios. Argentina tiene demasiadas riquezas, pero se están aprovechando de la inocencia del pueblo, por eso hay que estudiar" sostiene Silvio Medina.
Ahora ya con el diploma en la mano, espera poder continuar sus estudios de nivel medio, y por este motivo ya se inscribió en la escuela nocturna que funciona en las instalaciones de la ex escuela comercial.
En este sentido apuntó que "cuando retomé mis estudios primarios, dije que no solo quería terminar la primaria, sino que quería algo más, y por eso ya estoy listo para el secundario, para seguir incorporando conocimientos que sirvan para buscar soluciones a los problemas que hoy tenemos. Por eso pienso dedicarme a cumplir mis deberes como estudiante, sin generar ningún tipo de problema para mis compañeros y profesores". (AVR)
   
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