Miércoles 4 de diciembre de 2002
 

Neuquén y Limay bajan sus caudales; los embalses, casi a tope

 
  CIPOLLETTI (AC).- Paulatinamente los ríos Limay y Neuquén van disminuyendo sus caudales tras casi dos meses de altos registros provocados por una tormenta inusual en la zona sur de Río Negro y Neuquén. Los embalses, que contuvieron la mayor parte del agua, están cada vez más cerca de sus niveles máximos.
De hecho, en Alicura y Piedra del Aguila, la medición de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas indica que el agua está a un milímetro de sus niveles máximos.
Entre el 11 y el 14 de octubre pasados fue tanta la lluvia que cayó sobre las montañas que los ríos, especialmente los del sur de Río Negro y Neuquén, recibieron una cantidad de agua que tocó marcas históricas.
La Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas, que es la responsable del manejo del agua, instrumentó un esquema de emergencia para evitar que esos grandes caudales llegaran al valle.
Ello, para evitar que los daños a las chacras ribereñas fueran mayores debido al crecimiento de la napa.
Durante semanas, la presa Arroyito -última del río Limay- erogó 1.250 metros cúbicos por segundo, en promedio.
En noviembre, los deshielos de la gran cantidad de nieve acumulada en el norte de Neuquén hicieron crecer los caudales que llegan al sistema Cerros Colorados y fue necesario erogar más agua desde el dique El Chañar. Para compensar, se redujeron los niveles del Limay.
Esta es la época de deshielos y el fenómeno de la nieve en la zona de influencia de Chos Malal es el que hace crecer no sólo el río Neuquén, sino también el Colorado (ver nota central en esta página).
El río Negro -que se nutre el Limay y el Neuquén- tiene por estos días los caudales más bajos desde octubre, con 1.524 metros cúbicos por segundo de promedio diario, medidos el lunes.
Ayer el río Limay tenía a las 8 de la mañana, sumado el aporte del Collón Cura, 1.331 metros cúbicos por segundo de caudal, contra los 2.876 del 18 de octubre.
En el Neuquén, el caudal en su ingreso a Cerros Colorados era ayer a la mañana de 788 metros cúbicos por segundo y hace tan sólo quince días la marca fue de 1.287.
El poder de contención de los embalses se observa en los niveles del agua respecto de sus marcas máximas de llenado.
El nivel máximo de un embalse corresponde al punto hasta el que puede ser llenado.
Es mucho más bajo que el coronamiento de la presa para prever los oleajes provocados por el viento.
La diferencia entre el nivel máximo de llenado y el coronamiento depende de cada obra.
Para una presa de materiales sueltos o gravedad (en la región todas son de este tipo, menos Piedra del Aguila), es indispensable respetar ese tope máximo porque de lo contrario se desmoronaría.
   
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