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Lunes 2 de diciembre de 2002 | ||
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Tres víctimas fatales en las rutas de la región |
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Un motociclista y los dos ocupantes de un Chevy murieron ayer a la madrugada en sendos accidentes. En el caso de la moto, un joven murió en el acto en un acceso a Cipolletti, al chocar contra un poste. |
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A las seis de la mañana de ayer, Ismael Carrasco -un muchacho de 24 años- manejaba una moto Kawasaki 650 por la ruta 151, lo acompañaba una joven identificada como María Eugenia Medrano. Al llegar a la rotonda que forma esa ruta con la 22 y el acceso principal de Cipolletti, Carrasco dobló, presumiblemente a gran velocidad, con la intención de tomar la calle Pacheco -devenida acceso rápido- y dirigirse, aparentemente, al centro de la ciudad. Pero el giro fue a una velocidad demasiado excesiva y al tomar el acceso, la moto resbaló o el ángulo de giro fue demasiado amplio. El caso es que dio con una de sus ruedas contra el cordón. Según la información que dio la policía, en ese momento la moto comenzó a deslizarse, pero ya sin su conductor, que salió expulsado y fue a dar contra un poste de iluminación. Se presume que su muerte fue instantánea por un golpe que recibió en la cabeza. En tanto, María Eugenia Carrasco continuó el derrape sobre la moto y por fortuna sólo sufrió traumatismos que no ponen el riesgo su vida. Casi a la misma hora, a unos kilómetros de ese sitio, Marcelo Díaz, de 30 años, y Juan Locomán, de 31, viajaban a bordo de una cupé Chevy por la ruta nacional 22 entre Allen y Cipolletti. No se sabe por qué, pero al llegar al canal de riego, en cercanías del barrio Costa Linda -en jurisdicción de Fernández Oro-, el conductor perdió el control del auto, que cayó dentro del cauce de agua. Díaz y Locomán quedaron atrapados dentro del coche y bajo el agua. La policía supone, según las primeras observaciones, que ambos murieron ahogados. Ayer, los peritos trabajaban para tratar de establecer si el fatal accidente fue provocado por una falla humana, o si el vehículo sufrió algún desperfecto mecánico que le impidió al conductor mantener el control del rodado. De todos modos, recién en las próximas semanas se podría llegar a tener alguna precisión sobre las causas de este accidente. Ambos casos demuestran la peligrosidad del tránsito en las rutas de la región y la necesidad de ser sumamente cauto en el manejo, especialmente de noche, cuando las capacidades de observación quedan disminuidas. Además, el episodio fatal de la moto refuerza la obligación que tienen quienes conducen este tipo de vehículo de llevar el casco puesto. |
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