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Domingo 22 de diciembre de 2002 | |
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La Justicia ordenó la conexión de agua para el barrio Pilar I |
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La falta de su servicio implica "un perjuicio para la salud" |
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| SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La solución para la provisión de agua potable al barrio Pilar I llegó de la mano de la Justicia que hizo lugar al amparo presentado por los vecinos para que el fluido comience a circular por las cañerías de la red domiciliaria inaugurada en agosto último. La apertura del servicio de agua potable, aprobado por el DPA y Aguas Rionegrinas, quedó paralizada por el litigio planteado sobre la propiedad de las tierras que atraviesa el acueducto troncal instalado para la provisión del vital elemento. Por un error administrativo la red de agua fue construida por ARSA sin gestionar la debida servidumbre de paso ante los propietarios de la Sucesión Vidales, cuya registros catastrales se superponen con una importante franja de tierra ocupada por el barrios que es reclamada por los herederos. El viernes pasado la Cámara Civil de Apelaciones hizo lugar al recurso de amparo presentado por la junta vecinal del Pilar I y ordenó la normal prestación del servicio, manteniendo en resguardo el litigio de fondo. La noticia fue recibida con gran alegría por los vecinos de este barrio ubicado al pie del cerro Ventana, que estimaron que mañana, "a más tardar, nos abren el grifo de agua". Los barrios Pilar I y II nacieron como un asentamiento rural dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi y durante largos años carecieron de algunos servicios básicos -como el agua potable- por no pertenecer al ejido municipal. Intensas tratativas Tras largas gestiones de las autoridades vecinales se logró el traspaso de las tierras al municipio mediante una ley nacional que impuso la obligatoriedad de mensurar y titularizar las tierras en favor de los vecinos. El trámite que todavía continúa pendiente fue uno de los principales obstáculos para la conexión de la red de agua potable y al acueducto troncal tendidos con fondos de ENOHSA largamente gestionados. Tras la inauguración de la obra, realizada en un pomposo acto del que participaron autoridades provinciales y municipales, las familias del barrio se sintieron burladas en su buena fe al comprobar que no podían contar con la provisión del servicio por un conflicto legal que los excedía. En la desgastante peregrinación iniciada por los despachos oficiales la única respuesta que obtuvieron los dirigentes vecinales del Pilar I fue la de la legisladora Regina Kluz, quien promovió un proyecto de ley para expropiar la franja de tierra en conflicto con los herederos de la sucesión Vidales. En el fallo judicial, que permitió superar la demorada solución política, los jueces destacaron que "detener la provisión de agua potable" implica "un perjuicio actual y grave para la salud de los vecinos" y que "constituiría un acto arbitrario". |
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