El recuerdo de las dramáticas 72 horas en Neuquén

Los saqueos y la violencia comenzaron aquí cuando en Buenos Aires y la capital federal la llama ya se había encendido y el gobierno de De la Rúa transitaba por sus últimas horas.

El saqueo del local de Topsy, en el oeste neuquino, actuó como disparador el 19 de diciembre del año anterior y pronto se extendió a otros de la misma cadena. En la fotografía superior grupos de saqueadores se retiran de uno de esos locales. Al centro, uno de los detenidos, ensangrentados y con huellas de las balas de goma. Abajo, los enfrentamientos frente al supermercado Jumbo se extendieron por varias horas e incluyeron el intento de volar una estación de servicios aledaña.

NEUQUEN (AN).- Fueron casi 72 horas en las que gobernaron el miedo y el descontrol.
La crisis estalló en esta capital el miércoles 19 a las 17 en el oeste neuquino. El saqueo del local de Topsy, ubicado en Godoy, a pocas cuadras de calle Belgrano, actuó como detonador de interminables horas de protesta que desbordaron a todas las instituciones. Las manifestaciones continuaron durante la noche y los enfrentamientos con la policía no se detuvieron ni aun en la madrugada.
Pero los episodios de violencia más irracional sucedieron al día siguiente con saqueos en varios supermercados de la ciudad y con una lucha intensa, de balas, gases lacrimógenos y piedras, en las puertas de Jumbo, donde los manifestantes se propusieron, sin éxito, hacer estallar en mil pedazos una estación de servicios ubicada sobre la ruta nacional 22.
La batalla continuó el viernes 21, cuando 300 personas tomaron por asalto las instalaciones de Acción Social de la provincia, ubicadas junto al hospital Bouquet Roldán. En esa dependencia oficial provocaron destrozos y se robaron de todo.
A un año de aquellas horas de violencia que ocupan un lugar en la historia, la justicia no ha logrado esclarecer ninguno de estos episodios.
La fiscalía de Delitos Complejos, en la que trabajan los fiscales Alejandro Cabral y Cristian Piana, tiene los expedientes que originaron los saqueos casi paralizados.
Por el robo de mercadería y destrozos producidos en comercios se detuvo, en las horas posteriores, a más de 130 personas. Pero la policía no pudo determinar quiénes fueron los autores de los delitos. Por tal motivo, hoy nadie está preso.
De todos los elementos robados en supermercados e hipermercados apenas fueron hallados tres freezers, algo de mercadería y una picadora de carne.
En la fiscalía de Delitos contra la Administración Pública, que está a cargo de Pedro Telleriarte, se encuentra el expediente judicial por los destrozos y robos ocurridos en Acción Social. De ese lugar, los manifestantes se llevaron un centenar de computadoras con información sobre los beneficiarios del programas de ayuda social, fotocopiadoras, vajilla, ropa y hasta una bandera argentina.

Roca era tierra de nadie

Las calles de Roca también tuvieron sus jornadas de furia el 19 y 20 de diciembre del año anterior. Hubo manifestaciones callejeras que desembocaron en ataques y saqueos contra diversos comercios, bancos y el edificio de la municipalidad. Los más activos eran jóvenes de entre 17 y 20 años, pero también los había de 12 y 13. Durante varias horas la ciudad fue, virtualmente, tierra de nadie.

Elvira moría en Cipolletti

CIPOLLETTI (AC).- El 19 de diciembre del 2001 Cipolletti fue escenario de uno de los hechos más violentos en la región. Entre las 19,30 y las 20,30 de ese día el enfrentamiento entre policías y civiles fue más furioso, y Elvira Abaca, una mujer de 46 años, perdió la vida en medio de la balacera. La hija de la víctima, Daniela Dellabarca (en la foto, mostrando una herida), aún reclama conocer la verdad. Lo único que sabe es que ese día regresó sola a su casa. Abaca no participaba de los saqueos. Como otros vecinos, fue sorprendida por las piedras y disparos en la calle Esquiú, en la zona norte de la ciudad. La mujer recibió un fatal disparo de un arma de calibre 12 y cayó muerta en la calle. Otras personas también sufrieron heridas de bala, pero salvaron su vida. En las horas siguientes al crimen, la zona norte permaneció como un terreno difícil y violento. Los saqueos afectaron a alrededor de una docena de comercios chicos del sector.