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Jueves 19 de diciembre de 2002 | |
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Quiroga salió a tapar las pintadas políticas |
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Casualmente, la primera cayó en un paredón de Federico Brollo. Desafió a los partidos a no ensuciar la ciudad con la campaña. |
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| NEUQUEN (AN).- Con una brocha en la mano y un tacho de pintura en la otra, el intendente Horacio Quiroga salió a sepultar bajo una capa de pintura blanca las leyendas partidarias y políticas de los paredones, típicas en tiempos de elecciones. La primera que cayó fue la del concejal Federico Brollo, lanzado a recuperar la ciudad de Neuquén para el Movimiento Popular Neuquino (MPN). Quiroga no se conformó con limpiar los lugares públicos: desafió a los partidos políticos a realizar la campaña electoral sin ensuciar la ciudad. "Es algo en lo que todos los que pretendemos ser intendente deberíamos estar de acuerdo", sostuvo el administrador de la capital neuquina. A cada lugar liberado, el jefe comunal le plantó un sello en grandes letras rojas: "Por una ciudad limpia. Municipalidad de Neuquén construyendo futuro. Ordenanza 8.434 y modificatorias", en recordación a la norma que prohíbe enchastrar con publicidad lugares no permitidos. Las pintadas políticas saturan Neuquén desde hace poco menos de un mes, casi todas publicitan a los precandidatos emepenistas Brollo y Herminio Balda que se disputan la interna partidaria por la intendencia. El tercer precandidato del MPN, Luis Jalil, se inclinó por el uso de pasacalles, pero ya nueve fueron retirados por el municipio de la vía pública. De las pintadas no escapa el intendente, se ven todavía algunas que rezan "Pechi sigue 2003". Las brigadas blancas, como se conoce popularmente a los pintores encargados de blanquear paredones, recomenzaron su trabajo hace una semana. En el día sacaban los anuncios que a la noche volvían a ser repintados. Al fin, harto de esta guerra silenciosa, Quiroga convocó ayer a los candidatos a dejar de ensuciar a Neuquén y a entablar la campaña "con ideas, recorriendo los barrios y visitando casa por casa". "Hay que buscar nuevas formas que no agredan la estética urbana, lo que debe ser un motivo de preocupación para un intendente, para un concejal y para todos los candidatos que aspiren a gobernar la capital", agregó el jefe comunal. "La idea -prosiguió- es dejar de hacer el esfuerzo de materiales, de gente y de tiempo que implica inscribir las paredes con consignas políticas, para reemplazarlo con un esfuerzo que podamos hacer todos a la luz del día, pintando de blanco los paredones en vez de enchastrarlos clandestinamente por las noches". La ordenanza que reglamenta los anuncios políticos establece que sólo pueden ser practicados en lugares permitidos; que al finalizar el hecho que les dio origen deben ser limpiados por los partidos que los promovieron; y que de no hacerlo en 30 días, el municipio debe actuar y aplicar multas. Es una norma que históricamente ha sido poco aplicada y desconocida por los partidos políticos, por encima de las intimaciones realizadas por la administración Quiroga al término del último comicio general, en 1999. "Estamos convocando a los partidos y estamos pidiendo a los dirigentes que no trasgredan las normas, y lo estamos haciendo mediante el ejemplo", subrayó el intendente Quiroga al tiempo que advirtió que "si las normas no son respetadas, actuaremos de acuerdo a nuestras obligaciones". |
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