Sábado 7 de diciembre de 2002

 

Poca sangre y muchas carencias en el hospital

 

En el centro de salud cipoleño hay escasa reserva para emergencias.

  CIPOLLETTI (AC).- Una mínima reserva de sangre, carencia de anestésicos para intervenciones quirúrgicas y la desactivación del equipo de aire acondicionado en el servicio de Terapia Intensiva son síntomas de una crisis que parece no tener fin en el hospital Pedro Moguillansky de esta ciudad.
En Hemoterapia había ayer no más 5 litros de sangre y se los cuidaba como oro en polvo para una situación extrema.
Una dotación "aceptable" debería ser de por lo menos 40 unidades (de medio litro cada una) en el banco de sangre de un centro de salud como el cipoleño donde, aparte de las prestaciones jurisdiccionales, se atienden derivaciones provenientes de todo el Alto Valle oeste.
El caso es que, aunque de pronto surgieran dadores y existiera la posibilidad de incrementar el banco existente, la falencia en insumos haría imposible la normalización del servicio.
De acuerdo con expresiones de Ramona Ortíz, una de las representantes del área de Hemoterapia, hay muy pocas bolsas aspiro transfusoras. "Como tantas otras cosas, por el magro presupuesto se compran en cantidades insuficientes. Se atiende sólo la coyuntura", dijo.
Ayer a las 11 cuando el cronista gráfico de "Río Negro" estaba cumpliendo con su tarea en el hospital hubo que realizar una urgente intervención y la sangre en reserva se redujo a la mitad.
En función de esto si el fin de semana se presentara complicado -siempre aumentan los accidentes y los enfrentamientos con secuelas de heridos- habría que apelar a una red solidaria y solicitar a los establecimientos privados y a otros hospitales tan necesitados como el de Cipolletti, la sangre necesaria para paliar emergencias.
En Terapia Intensiva la situación se plantea como delicada. "Es un horno. No se puede estar. Significa un suplicio para pacientes y el personal", graficó ayer un profesional que accede asiduamente al área, porque no funciona desde hace aproximadamente un mes el equipo de aire acondicionado.
Se intentó suplir la falencia con un ventilador que prestó otro servicio, pero hubo que devolverlo y ni ese mínimo respiro tienen en terapia. El lunes -se comentaba ayer- una enfermera se desmayó por el insoportable calor en esa sala.
El colmo se dio la semana pasada, pero esta vez en el servicio de Cirugía.
Los días lunes, martes y miércoles debieron suspenderse incluso las intervenciones de emergencia -se supo de fuentes confiables- porque no había anestesia disponible. Menos aún se habilitaron las operaciones programadas, las que se pasaron "para adelante".
"Se derivaron casos a otros centros", se indicó, al no contar con los anestésicos.
Un vocero cercano a la dirección del hospital, consultado, dijo que el tema del funcionamiento del equipo de aire de Terapia "está en vías de solución", y reconoció que si bien no existe un banco de sangre completo "siempre hay disponibilidades para emergencias y casos graves. Si falta, se consigue mediante una red solidaria que incluye a otros hospitales y a los centros privados".
   
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