Lunes 2 de diciembre de 2002
 

Lavagna teme que una "agitación inútil" afecte al dólar
 

Salió a contrarrestar a Pignanelli, quien alertó por una suba del billete verde.
 
Lavagna salta de un frente a otro. Llegó al país tras intentar calmar en Europa a la inversores y ahora lo espera aquí un mercado alterado por rumores de todo tipo.
La gran batalla que afrontará el gobierno en esta semana será el control del dólar, que se disparó la semana pasada y hoy amenaza con continuar por esa senda con la reapertura del corralito para cuentas a la vista. Por eso el ministro de Economía Roberto Lavagna salió a advertir anoche sobre "actitudes medio histéricas" que podrían afectar la cotización de la divisa norteamericana, al tiempo que alertó sobre los posibles "costos" que implicaría un fallo de la Corte que dejase sin efecto la pesificación de los depósitos bancarios.
En referencia a la apertura del corralito, el jefe del Palacio de Hacienda reconoció que "ha habido una agitación inútil" en los últimos días "que genera inquietud" en el mercado cambiario, y que se podría "volver a caer en actitudes medio histéricas" que impacten en la cotización del dólar. Esa frase pareció dirigida al titular del BCRA, Pignanelli, quien en entrevistas con los principales matutinos del país deslizó que "el dólar podría subir en forma temporaria".
De todos modos, Pignanelli aclaró que en pocos días volverá a su piso de 3,50 pesos. "Los que compren dólares el lunes, lo comprarán caro y luego la pizzarra va a bajar", afirmó.
Explicó que el BCRA piensa en un dólar de 3,50 pesos como tope y adelantó que, de ser necesario, la entidad intervendrá en el mercado a través de alguna herramienta, como puede ser un retoque en la tasa de las Letras del Banco Central (LEBAC).
En declaraciones periodísticas tras su llegada a la Argentina, Lavagna manifestó que "la sociedad argentina viene mostrando mucha madurez frente decisiones que ya se habían tomado como la liberación de 10 mil pesos, que en realidad eran 14 mil porque se devolvían con el CER".
"El dinero transaccional, el que hace falta para el funcionamiento de la economía, está estimado en 20.000 millones de pesos y esto es lo que hemos liberado", aseguró Lavagna para desligar las "agitaciones" en el mercado cambiario de su decisión de poner fin al corralito financiero.
El ministro anudó el repunte del dólar a "una correlación entre una salida mía al exterior en algunas de las etapas de la negociación" con el FMI, y "un cacareo inútil" que afecta al tipo de cambio. También criticó a "algunos pillos que hacen diferencias" con "el precio mayorista y el minorista". "Aún sin este tema de la apertura del corralito, baste ver como algunos bancos a la mañana traen alguna gente por unos pocos pesos para hacerles comprar dólares y ganar la diferencia cambiaria", acusó.
Por otra parte, y en el marco de la posible sentencia que podría emitir el máximo tribunal contra la pesificación de los depósitos acorralados, el ministro señaló que "algunos sectores de interés intentan que la Corte les dé a través de un fallo lo que el Gobierno no les ha dado".
Tras alertar sobre los posibles "costos" de un fallo en ese sentido, el ministro dijo que "el Gobierno no se los ha dado porque considera que iría en perjuicio de toda la sociedad. Entonces aparecen de vuelta con el bendito bono compulsivo". Eso fue lo que impulso Pignanelli la semana pasada y generó la ira del ministro de Economía.
"Generalmente los sectores económicos buscan alguna ventanilla, algún canal por donde expresarse", manifestó con sutileza Lavagna, sin mencionar al titular del BCRA, al tiempo que anticipó que "cuando se produzca el fallo, si es que se produce, vamos a tomar las decisiones, pero siempre sobre la base del principio de no cargar sobre toda la sociedad el peso de la decisión".

Los costos de la redolarización

El jefe del Palacio de Hacienda Roberto Lavagna detalló el impacto que tendría en la economía un eventual fallo de la Corte Suprema de redolarización de los depósitos que beneficiaría a 400 mil ahorristas.
Para el caso de "una decisión simétrica" que implicara la "dolarización de depósitos y créditos", las deudas que las empresas tienen con el sistema financiero (los pasivos corporativos), "crecerían algo así como 8,5 puntos del PBI", explicó el ministro Lavagna.
En esta misma línea, "el impacto sería cinco veces superior al stock (volumen) de los nuevos depósitos que hoy existen en el sistema", o "29 veces el superávit primario del Estado", es decir el excedente de los ingresos y egresos del fisco sin computar el pago de los intereses de deuda externa.
En el caso de "una segunda decisión asimétrica, el costo fiscal sería equivalente a ocho años del Plan Jefas y Jefes de Hogar" o "el equivalente a 190 millones de pagos de 150 pesos hechos en ese programa". (DYN)
   
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