Domingo 1 de diciembre de 2002
 

"El colapso de la Alianza, una ventaja para el PJ"

 

Análisis del sociólogo Ricardo Sidicaro, en Neuquén

  NEUQUEN (AN).- El sociólogo e investigador Ricardo Sidicaro piensa un momento la respuesta, adelanta sus manos y asegura que el próximo presidente argentino saldrá del justicialismo porque "los peronistas tienen la ventaja de que ocurrió la Alianza" y no quedaron como responsables del colapso nacional. Carlos Menem, que "hizo de necesidad, virtud", cuando optó por el modelo neoliberal, representa el agotamiento del peronismo.
Pero el juicio más lapidario es el que le tocó al ex vicepresidente Carlos Alvarez. Sidicaro no duda; dice que el caso de Alvarez quedará como "el más ridículo de la historia", porque se trata de alguien "que tuvo todas las posibilidades de desarrollar una fuerza política y no pudo, no quiso o no supo hacerlo. No se dio cuenta que quien quiere hacer política y no quiere tener un partido detrás, va a depender de los intereses de los empresarios. Si no, ¿de dónde va a sacar su sustento?".
Sidicaro es profesor de la facultad de Ciencias Sociales de la UBA, investigador del Conicet, doctor en sociología de la Ecole des Hautes Etudes de París. Estuvo hace días en Neuquén para presentar su libro "Los tres peronismos"(Ed.Siglo XXI) durante una conferencia que ofreció en la librería Galerna.
Para Sidicaro uno de los discursos en vigencia entre los partidos políticos actualmente "es el del imposibilismo. Es también una cuestión de comodidad para sectores que no organizan políticamente, que no quieren comprometerse, como Chacho Álvarez".
Cree que el PJ va hacia su cuarta mutación, porque "todo indica que en la crisis general de la política argentina, el partido que está mejor es el peronismo. Es el que puede colocar el futuro presidente".
El primer peronismo es el fundacional, que en 1946 llevó a Juan Domingo Perón a la presidencia, con un Estado fuerte y fortalecido por la política desplegada por los gobiernos conservadores de la década infame. El segundo peronismo surgió del retorno de Perón a la Argentina en los años 70, con la fragmentación inicial de la organización y el comienzo del declive del Estado como empresario y fuerza motriz de la economía. Perón conducía "una fuerza fragmentada por la lucha ideológica, con sectores armados y donde el mayor peso estaba en el sindicalismo". A tal punto que al finalizar ese período, el gobierno de Isabel Perón quedó liderado por las 62 Organizaciones y la UOM.
Y el tercero es el menemismo. Menem "es el agotamiento del peronismo, el final" de ese peronismo fundador que se encontró en condiciones propicias para conducir un Estado fuerte y que construyó una alianza social donde lo principal fue la participación de los sindicatos y los sectores populares y con el tiempo fue consiguiendo también apoyos empresarios". El gran error -o la enorme omisión- del menemismo fue que la mayoría de sus dirigentes creyó que la apertura de la economía por sí misma y el ingreso al mundo globalizado crearía un "efecto derrame" de las riquezas. Es decir, que primero se enriquecían más los ricos, y luego parte de ese enriquecimiento llegaría a los pobres. "Pero eso pasa sólo en las economías cerradas", sentenció.
Sidicaro contó que el objeto principal del libro es "pensar la relación entre los gobiernos peronistas y los sectores empresarios, que fueron cambiando en el tiempo durante los distintos períodos"
Tras la renuncia de De la Rúa, los peronistas "tienen una ventaja". Pero además, "saben que consiguen buena parte de sus sufragios de gente que vota al PJ desde perspectivas tradicionales" aun cuando no están convencidos de la oferta electoral. Actualmente "se está peleando de una manera muy clara y descarnada para alcanzar los privilegios de la función de gobierno". Cree que la clase política, y en el PJ existe "la convicción clara de que van a tener que ser gerentes a las órdenes de Estados Unidos y los organismos internacionales. Ninguno de ellos (los precandidatos) cree seriamente tener margen para hacer una política parecida a esa".

Los piqueteros

NEUQUEN (AN).- El comportamiento electoral de los movimientos de desocupados y de piqueteros presentes a lo largo de todo el país, resulta "un misterio" para Ricardo Sidicaro y varios analistas que se ocupan de este fenómeno que llegó de la mano de los cambios impresos en la economía en la década de los ; 90.
Para Ricardo Sidicaro es un misterio porque "una cosa es cuando (estos movimientos) se presentan como alternativas mediáticas y otra cuando se trata de contabilizar 23 millones de sufragios".
Sin embargo- dice el autor de Los Tres Peronismos- "llama la atención la salida de la tradición peronista" de estos movimientos, porque "jamás utilizan un símbolo que tenga que ver con la tradición peronista". Aparentemente "significa la emancipación de una historia que había contenido a las clases populares".
Aunque reconoció que esa es la franja de votantes histórica del peronismo, el sociólogo distinguió la escena electoral de "la escena de las necesidades de las personas".
El sociólogo, consideró que en la época del primer peronismo "la sociedad argentina debió haber estado bastante descontenta con radicales y conservadores", pero debió esperar. Los movimientos históricos "son más subterráneos, más lentos".
De todas formas- evalúa- si actualmente se suman los porcentajes que los posibles candidatos obtienen en las encuestas, "la interna peronista" acumula la misma cantidad histórica de esa fuerza.

   
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