Domingo 29 de diciembre de 2002
 

Preguntas con respuesta

 

Héctor Mauriño
vasco@rionegro.com.ar

  La elevación del justicialista Juan Carlos Maqueda -un hombre cercano al duhaldismo- a la desprestigiada Corte Suprema de Justicia, deja en claro que lo ocurrido en Neuquén con las ternas integradas por amigos del partido gobernante, propuestas por Jorge Sobisch para cubrir tres vacantes en el Tribunal Superior de Justicia, está lejos de constituir una excepción.
Por desgracia hechos como éstos, que afectan el equilibrio de poderes y las garantías democráticas, parecen pasar desapercibidos para buena parte de la sociedad.
En realidad, lo que está señalando todo esto es la necesidad de cambios profundos en la forma de designar a los integrantes del Poder Judicial. Cuestión de sustraer de la discrecionalidad política este resorte esencial para la vida democrática. Mientras esto no ocurra, y nada indica un cambio en lo inmediato, nadie podrá estar del todo tranquilo en la Argentina.
En Neuquén asistimos a un intento de someter el Poder Judicial por parte del Poder Ejecutivo. No se trata solamente de poner a los amigos políticos del gobernador en la cúspide del Poder Judicial, sino de avanzar sobre el conjunto de la Justicia, porque desde allí se nombra al resto de los jueces. Por eso, el presunto intento de comprar al diputado aliancista Jorge Taylor para facilitar la aprobación de las ternas es un hecho de gravedad inédita.
En realidad, hasta aquí no ha sido Sobisch quien se ha valido de su cargo para nombrar funcionarios amigos en el Poder Judicial. Por el contrario, fue el sapagismo que lo precedió el que introdujo durante años esa usanza en la provincia.
Sobisch, como lo reconoce en la grabación de la cámara oculta, se autocritica no haber comprendido antes este aspecto al parecer vital para un político argentino que, como él mismo confiesa, le hubiera evitado el mal trago de "recorrer los juzgados" cuando terminó su primera gestión.
Con todo lo que se ha hecho para evitarlo, el Poder Judicial neuquino observa todavía un comportamiento valorable. Cabría preguntarse qué sería de una investigación judicial como la que dispararon las cámaras ocultas de triunfar la apuesta de Sobisch para el TSJ.
Mientras tanto, la opinión pública tiene posición tomada respecto de este escándalo, más allá de lo que lo que se estime reprochable desde el estricto punto de vista penal.
Así, la semana pasada la Fiscalía pidió la indagatoria de Ferreyra por el presunto delito de cohecho y también dejó sentado el papel desempeñado por Sobisch "como promotor del acercamiento" con Taylor, motivo por el cual pidió que el gobernador sea citado a declaración explicativa para dar su versión de lo ocurrido.
En la presentación quedó desacreditado el intento de Ferreyra de hacer pasar a Jorge Pérez, un empleado del banco provincia conocido como "El Riojano", por Jorge Sobisch. El texto destaca que el Jorge mencionado en los videos es "el gobernador de la provincia, Jorge Sobisch". También, que la mención de Pérez "obedeció al intento de Ferreyra por desvincular al gobernador Jorge Sobisch de los hechos".
Sin embargo, sorprendentemente la Fiscalía aclara que del análisis "objetivo" y "sereno" de los videos "no se puede inferir en modo alguno una propuesta ilícita" por parte de Sobisch, ya que no hay ninguna palabra ni gesto "que permita esa interpretación".
En realidad los videos son bastante elocuentes por sí mismos. Cualquiera que los haya observado -y los ha visto buena parte del país- sabe de sobra que el toma y daca propuesto allí por el gobernador y por su operador legislativo constituye una rutina en la corrupta política nacional. Si algo tiene de novedoso todo esto, es que por primera vez aparecen las imágenes de un gobernador y un diputado en lo que a todas luces aparece como un intento de soborno.
En ese contexto, la interpretación de la Fiscalía, más que "serena", resulta un tanto tibia, al punto de descartar relaciones causales entre hechos que ella misma describe.
Es que, luego de dejar sentado que el Jorge aludido es el gobernador, el requerimiento refiere una conversación entre Ferreyra y Taylor, donde el primero da cuenta de que "Jorge" le dio el visto bueno para el crédito. Taylor pregunta entonces si Jorge había elaborado la propuesta y Ferreyra contesta: "Me dijo sí, sí, decile que sí, conseguimos el crédito". Entonces, Taylor le pide tomar contacto con Jorge, a lo que Ferreyra contesta: "Y, anda por el interior... en Traful". La Fiscalía refiere entonces que "en esa fecha (30/11/02) el gobernador estaba precisamente en Traful", en los actos por el aniversario de esa localidad.
Surge así con claridad que Jorge Sobisch, el Jorge mencionado en los videos según la Fiscalía, no sólo estaba al tanto de la negociación, sino que según Ferreyra había dado el "sí" para el crédito que se iba a ofrecer como contrapartida del quórum para las ternas.
En realidad, esto no podía ser de otra forma, después de todo Ferreyra es un funcionario del Poder Legislativo sin nexo institucional con el Iadep, organismo que depende del Ejecutivo, cuyo titular es Jorge Sobisch, y que en definitiva era el que iba a otorgar el crédito.
Esto contesta en buena medida algunos de los interrogantes que la Fiscalía deja sin respuesta al justificar por qué no incrimina al gobernador, como por ejemplo "¿Hasta dónde estaba autorizado a negociar (Ferreyra)?", y sobre todo "¿qué podía ofrecer como contrapartida?".


     
     
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación