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Sábado 28 de diciembre de 2002 | |
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Crecen las sospechas sobre una amiga de la víctima |
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Si bien los investigadores no tienen elementos suficientes como para ordenar detenciones, trascendió que cada vez se complica más la situación de una vecina de la mujer asesinada. |
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| BUENOS AIRES (DyN).- Cuando el cerco parece rodear a una amiga íntima de María Marta García Belsunce, los investigadores seguían trabajando ayer en la recolección de datos sustanciales de la investigación ya que para el fiscal Diego Molina Pico -a cargo del caso- aún no habría elementos suficientes para disponer detenciones. Así lo indicaron fuentes del caso, que señalaron que, más allá de las anunciadas detenciones que se esperaban, todavía la Fiscalía no había ordenados medidas concretas que apuntaran a algún sospechoso. Anoche el fiscal Molina Pico recibió un nuevo informe policial para seguir avanzando en el caso, señalaron las fuentes, a raíz de lo cual no se descartaban novedades para las próximas horas. En tanto, un nuevo dato sembró sospechas sobre el accionar del círculo íntimo de María Marta: el camillero Roberto Di Feo, empleado de la cochería que está imputado en otra causa que tramita en la justicia porteña, reveló ayer que alguien le pagó especialmente para que no preparara el cadáver. Por ahora, policías de la DDI de San Isidro, a cargo del comisario Aníbal Degastaldi, no sólo tendrían en la mira a una mujer sino a otras dos personas que, si bien estarían menos comprometidas que la primera, habrían colaborado en el encubrimiento. Pese a que aún no se ordenaron detenciones, el allanamiento que se concretó antenoche en la casa de una familia de apellido Piazza, ubicada en el country Carmel de Pilar, a pocos metros de la vivienda donde ocurrió el crimen, fue interpretado como una "advertencia" hacia quien aparece como supuesta sospechosa del caso, una mujer muy amiga de la víctima. Los investigadores llegaron allí en busca del arma homicida, un revólver calibre 32 que, sin embargo, no fue hallado. Y ahora se espera que se analicen todas las armas de ese tipo que fueron incautadas entre los habitantes del country para saber si alguna de ellas pudo haber sido la que se usó en el crimen. Hace dos meses, María Marta García Belsunce, una socióloga de 50 años, vicepresidenta de Missing Children e integrante de la asociación Amigos de Pilar, fue asesinada en su casa del country Carmel y el crimen todavía es un misterio. Mucho contribuyó a ese enigma que la familia haya entendido que la muerte se produjo a raíz de un simple accidente, cuando, supuestamente, la mujer estaba a punto bañarse y su cabeza golpeó contra la canilla de la bañera. Pese a que había varios detalles que podrían haber hecho sospechar de esa versión (como que la víctima estaba vestida, la cantidad de sangre que había y hasta una bala encontrada en el lugar que fue confundida con un 'pituto', como se lo calificó). Ahora, otro dato más se aportó a las sospechas: el camillero de la cochería Roberto Di Feo, imputado en otra causa que tramita en la justicia porteña, reveló que alguien le pagó especialmente para que no preparara el cadáver de la mujer. El abogado Gabriel Becker, representante de Juan Gauvry Gordon, el primer médico que acudió al lugar del crimen, insistió hoy en que su cliente ""compró" el escenario del accidente" que le dieron las diez personas que había en la casa al momento de su llegada. Amparado en la "inexperiencia" del médico, el abogado remarcó que Gauvry Gordon actuó de "buena fe" y reconoció que cometió "el error" de recomendarle a la masajista, Beatriz, que limpiara las huellas de sangre que había desparramadas en la casa. |
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