Sábado 21 de diciembre de 2002
 

Detuvieron al cuñado y al médico que certificó todo

 

Es por "falsedad ideológica" en el acta de defunción. Además apresaron a diez empleados de una funeraria.

 
Bártoli fue detenido por personal de la Prefectura Naval, que luego lo trasladó hacia una sede la Policía Federal.
BUENOS AIRES (Télam).- El cuñado de María Marta García Belsunce, Guillermo Bártoli, fue detenido ayer cuando viajaba en un buque rumbo a Montevideo, Uruguay, a pesar de estar involucrado en una causa penal en la que se lo investiga por la falsedad ideológica del acta de defunción de la mujer asesinada, informaron fuentes judiciales y policiales. En tanto, anoche se concretó en La Matanza la captura del médico Juan Carlos March, acusado de ser quien confeccionó el acta de defunción irregular de la mujer.
Bártoli es el miembro de la familia que firmó como autorizante en el certificado médico de defunción de María Marta, en el que consta que la mujer murió a raíz de un paro cardiorespiratorio no traumático, cuando en realidad había sido asesinada a balazos.
La causa se inició el martes último a raíz de una denuncia presentada por el director del Registro Civil porteño, Félix Pelliza, en la que acusó a March, del delito de falsedad ideológica.
El médico cometió por lo menos dos irregularidades: asentó que la mujer murió en una vivienda de Junín al 1300, de la capital, cuando en realidad falleció en Pilar, provincia de Buenos Aires, y rubricó que "personalmente revisó el cuerpo" al diagnosticar un paro cardiorespiratorio no traumático cuando, luego se estableció, fue un asesinato.

Estaba vigilado

Fuentes del caso explicaron por la tarde que March no estaba detenido porque no intentó salir del país como lo hizo Bártoli, pero se encontraba permanentemente vigilado.
Sin embargo, horas más tarde se determinó que lo mejor era librar la orden de captura, que se concretó en las primeras horas de la noche en La Matanza.
En el marco de la misma causa, efectivos del departamento de Delitos Complejos de la Policía Federal arrestaron a 10 personas como sospechosas de cometer irregularidades en la confección de certificados de defunción
Bártoli es el esposo de la media hermana de María Marta García Belsunce, Irene Hurtig, y fue uno de los primeros familiares que llegó a la casa de la víctima tras el crimen.
El arresto se produjo pasadas las 13, cuando el hombre estaba a bordo del buque Atlantic III, de la empresa Buquebús, que se dirigía a la ciudad uruguaya de Montevideo. Según fuentes de la Prefectura, en ese barco Bártoli llevaba su automóvil particular, un Volkswagen Passat.
Por orden del juez en lo Criminal de Instrucción Julio Lucini, personal de Inteligencia de la Prefectura Naval Argentina hizo regresar el barco al puerto y, conjuntamente con policías de Interpol, llevó a cabo el arresto.
Los voceros de la Prefectura explicaron que el hombre no se resistió al arresto y fue conducido a una dependencia de la división Investigación Penal Administrativa de esa fuerza, desde donde fue trasladado a otra de la Policía Federal.
Hay que destacar que el arresto de Bártoli, en este caso, no guarda relación con la causa penal iniciada ante la Justicia de Pilar, donde se investiga el asesinato de María Marta García Belsunce, explicó luego Degastaldi.
La mujer fue asesinada de seis balazos -cinco que le ingresaron en el cráneo y un sexto que le rozó la cabeza- el 27 de octubre último en su casa del Carmel Country Club, del partido bonaerense de Pilar.
Su cuerpo fue hallado con la cabeza sumergida en la bañadera del cuarto de baño en suite con su habitación, y la primera versión familiar y de por lo menos un médico que llegó al lugar fue que había sido víctima de un accidente al resbalar y golpearse contra los grifos.
Luego se estableció que, en realidad, María Marta había sido asesinada a balazos en el primer piso de su casa, tras ser atacada en la planta baja.
Durante la investigación del asesinato, iniciada recién a mediados de noviembre, luego de la exhumación del cadáver y la autopsia, se determinó que la escena del crimen había sido modificada y varias pruebas ocultadas, entre ellas rastros de sangre en la escalera, alfombras, un sillón y paredes, que habían sido lavadas.
   
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