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Miércoles 18 de diciembre de 2002 | ||
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Bárbaro crimen en Rincón de los Sauces |
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Un hombre con fama de violento mató a puñaladas a un placero, con quien tenía una disputa de largo tiempo. La semana anterior le había dado una paliza que le impedía ir a trabajar. |
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Giménez transitaba en su bicicleta por una calle secundaria de la zona Costa, cuando fue violentamente atacado, reducido y apuñalado. Según los testigos, el matador fue Nicanor Alejandro Paz, "El tucumano", muy conocido por sus incursiones en peleas y mal genio. Además, en su expediente policial figura como parte responsable de una muerte anterior que los alegatos demostraron como "en defensa propia". "El tucumano", ya había golpeado a Juan Giménez una semana atrás y lo habría amenazado de muerte. Con esa sentencia sobre su espalda, el damnificado radicó una denuncia en la unidad policial 35 por lo que el hecho podría haberse evitado si los dispositivos judiciales y de seguridad funcionaran como corresponde. La policía reconoció la existencia de una denuncia radicada por Giménez en donde se especificaba la amenaza de muerte, pero la justicia lo único que hizo fue notificar al autor de la amenaza. Giménez, quien estaba con tratamiento médico y licencia laboral por la golpiza que le propinó Paz, debía necesariamente pasar todos los días frente a la casa del presunto matador, porque era el único camino que lo llevaba a su humilde vivienda. Eran vecinos desde hace muchos años pero nadie parece conocer la razón de las grescas. Poco después de las 12 de ayer, Giménez pasó frente a la casa de Paz y según las primeras versiones recogidas por "Río Negro", "el tucumano salió y lo empujó de la bicicleta haciéndolo caer, después se le fue encima y comenzó a pegarle", manifestaron. Algunas de las personas reunidas ante el dramático cuadro, aseguraron que "Giménez sacó una navaja y apuñaló a Paz, éste le quitó el arma y comenzó a apuñalar al placero más de quince veces". Otras personas aseguran que "el tucumano lo apuñaló primero y Giménez en un momento logró quitarle el cuchillo y se defen-dió". Esta última versión fue la más apoyada por todos en el lugar. Paz fue trasladado de urgencia al hospital regional en estado delicado. A pesar de las opiniones de todos los presentes, los verdaderos testigos presenciales fueron dos chicos de no más de diez años que vieron todo desde el patio trasero de su casa. La cavidad toráxica del cadáver estaba completamente perforada y a simple vista se observaba la gran cantidad de sangre derramada. Inclusive un perro callejero que estaba cerca del escenario del crimen, quedó bañado por la sangre de alguno de los hombres. Otros testimonios recogidos en la costa, hablan del comportamiento de Paz en el barrio. "Una vez hasta llegó a tirarnos agua caliente cuando pasamos por la vereda", relató una vecina. "Este hombre es un peligro y nosotros estamos preocupados por los chicos que viven en el barrio", enfatizaron. Nicanor Paz también trabajaba en la municipalidad pero a través de una cooperativa laboral que brinda servicios al ente oficial. |
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