Lunes 2 de diciembre de 2002 | ||
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Juzgan a pareja en Rincón por la muerte de un niño |
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El crimen ocurrió en marzo. Fue un terrible caso de violencia familiar. Los imputados son la madre y el padrastro de la víctima. El chiquito de dos años recibía constantes palizas. |
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RINCON DE LOS SAUCES (AN)- El miércoles 11 comenzará aquí el juicio oral por el asesinato de un chico de dos años, Jonathan Alex Villanueva, víctima de un terrible episodio de violencia familiar ocurrido en marzo pasado. Los acusados son su padrastro, Ignacio Miguel Sosa (27 años), presunto autor material, y su madre Andrea Zoila Muñoz (21), a quien la justicia atribuye responsabilidad en el crimen "por omisión" ya que no habría hecho nada para evitarlo. La Cámara Primera, encargada del juicio oral, decidió trasladarse desde su asiento en Neuquén capital debido a la gran cantidad de testigos oriundos de esta localidad que deben declarar. Las audiencias están previstas para el miércoles 11 y el jueves 12 de diciembre. La muerte de Jonathan ocurrió el 16 de marzo pasado, entre las 22 y las 24, producto de los golpes que -según determinó la investigación judicial- le aplicó su padrastro Sosa en presencia de su madre. Después ella se fue a su trabajo en un cabaret; Sosa llevó al chico al hospital ya sin vida, y les dijo a los médicos de guardia que se había caído de la cama. Sin embargo las lesiones que presentaba el cuerpo, y que le provocaron la muerte, eran compatibles con una paliza brutal, y por eso se inició la investigación. La autopsia determinó que la causa de la muerte fue "hemorragia intracerebral por traumatismo craneoencefálico". El examen forense del cuerpo encontró varias lesiones de antigua data. Acusó a la mujer Cuando se vio comprometido en el asesinato, Sosa dijo que fue la madre la que había golpeado al chico antes de irse a trabajar, y que él había mentido para encubrirla. Por su parte Muñoz atribuyó toda la responsabilidad a Sosa, al que describió como "muy agresivo". Los testigos, entre los que figuran vecinos, familiares y compañeros de trabajo de los imputados, relataron durante la instrucción que era habitual ver signos de golpes en el rostro de Jonathan. Y dijeron que Sosa y Muñoz solían atribuirlos a choques contra los muebles de la casa que el chico se daba solo, porque estaba aprendiendo a caminar. Familiares de la pareja indicaron que al parecer Sosa decía que él quería llevar al chico al hospital, pero la madre se oponía. Y decía "no le duele nada, no se queja". Sin embargo, muchas veces los vecinos lo escuchaban llorar. Al examinar la responsabilidad de Muñoz, la fiscalía de Homicidios señaló que como madre de la criatura "tiene a su cargo el deber de proteger la vida de su hijo, y como tal resulta ser garante respecto de su integridad física". Añadió que correspondía aplicar la figura de "participación necesaria por omisión" en el homicidio, ya que "debió haber tomado los recaudos necesarios, ante las lesiones que presentaba el menor, para evitar que este final trágico sucediera". "Si bien ella no provocó la muerte de Jonathan mediante un golpe en la cabeza, que fue la causa de la misma, por lo menos presenció tal circunstancia manteniendo una postura de total pasividad, sin hacer nada para evitarlo, teniendo el deber jurídico y moral de hacerlo", agregó la fiscalía al pedir la elevación de la causa a juicio. |
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