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Domingo 15 de diciembre de 2002 | |
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Narváez retuvo la corona con susto |
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Venció al italiano Sarritzu, en una definición que sorpresivamente no resultó unánime |
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| CAGLIARI (Télam-SNI) - El argentino Omar Narváez retuvo ayer el título mosca de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), al vencer por puntos al italiano Andrea Sarritzu, en un fallo que sorpresivamente no fue unánime. Es que el jurado norteamericano Jack Ciampa falló insolitamente 116 a 112 para el retador, pero afortunadamente para el argentino y para la justicia deportiva, el dinamarqués Kurt Jakobsen y el francés Robin Belpiere enderezaron las cosas fallando 116-113 y 116-112 para Narváez. La pelea se realizó en el "Palazzetto dello Sport" de la localidad de Quartu Santa Elena, a diez kilómetros de Cagliari, en la isla de Cerdeña. Esta fue la segunda defensa de Narváez, que obtuvo la corona el 13 de julio último al vencer por puntos al entonces titular, el nicaragüense Adonis Rivas, en la reapertura del Luna Park, y defendió en su Trelew natal, el 13 de setiembre, al ganarle por descalificación al marplatense Luis Lazarte. Pero al margen del triunfo, la actuación del argentino fue discreta, no tanto por lo que hizo como por lo mediocre de su rival, que ameritaba un triunfo más claro o antes del límite. Así, el "Huracán" de Trelew estuvo lejos de su muy buena actuación ante Rivas, como si calidad del adversario fuera una motivación para su producción. Narváez, el único campeón mundial que en la actualidad ostenta el boxeo argentino, tuvo una actuación irregular, con un comienzo flojo, que permitió que Sarritzu ganara confianza. Y si impuso diferencias fue porque a partir del sexto round se ubicó como contragolpeador, la postura que mejor le sienta, e impuso su mejor boxeo y precisiónáãite un pugilista que está a mitad de camino entre un amateur y un profesional. El argentino, quien también tiene una corta campaña y un pasado como aficionado con más de cien peleas, juegos Panamericanos, Olímpicos y campeonatos mundiales, es mucho más completo como boxeador y sin embargo no lo desplegó en su totalidad. Un poco porque el italiano demostró guapeza y la fortaleza propia de las campañas cortas, y un mucho porque el chubutense no pareció concentrado ciento por ciento. Después de su primera experiencia como campeón en el exterior y el acomodamiento a "sentirse" campeón, al argentino le aguarda ahora la tarea de demostrar que "merece" el título, no que lo ostenta; la diferencia habitual que hace un campeón de verdad con un simple portador de títulos, no importa cuál sea este. Y para eso primero deberá medirse con rivales de otra envergadura. No como Lazarte o Sarritzu. Sí como Rivas. Y después sobrellevar una adversidad, algo a lo que sólo pueden someterlo peleadores de primera categoría. Como los son el tailandés Pongsaklek Wonjongkam, el puertorriqueño Eric Morel, el colombiano Irene Pacheco, el ruso Alexander Mahmutov o el sirio Hussein Hussein. |
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