Lunes 9 de diciembre de 2002

 

"Viento fresco de la Patagonia"

 

La Patagonia toma encarnadura en el filme "Historias mínimas" de Carlos Sorín, que se proyecta en las salas de la ciudad de Neuquén. "Río Negro" habló con el director.

  "Historias mínimas", desde su estreno en el Festival de Cine de San Sebastián, donde el jurado que presidió Win Wenders quedó deslumbrado por su humor refinado y la sensibilidad de su argumento, comenzó su camino con el pie derecho y el martes pasado obtuvo otro galardón en el Festival de los Tres Continentes de Nantes. El público también le dio la bienvenida en Buenos Aires con entusiasmo y ahora en Neuquén los valletanos pueden disfrutarla en Village Cines Neuquén hasta el miércoles próximo a las 11.30, 15.30 Y 19.30.
"Río Negro" habló con Carlos Sorín, su director, sobre su relación con la Patagonia y sus películas.
-¿Cuál es tu historia con la Patagonia? Hiciste el servicio militar en Comodoro Rivadavia y desde entonces volvés para hacer tus películas aquí...
-Es verdad, en Comodoro empezó mi historia con la Patagonia. Y desde entonces vuelvo, por razones profesionales y por puro placer. Siempre que puedo agarro el jeep, y me voy a la Patagonia. Lo hago siempre. Es difícil que haya un año en que no lo haga. He hecho la Ruta 40 varias veces, incluso en invierno.
- Recuerdo una vez que dijiste que venir a rodar películas a la Patagonia "tiene un poco de sadismo porque es duro pero es estimulante" ¿es así?¿ Qué más encontrás acá ?
-La Patagonia da la sensación de territorio virgen. Supongo que lo que uno siente en la Patagonia debe ser muy parecido a lo que sintieron los naturalistas del siglo XIX, Humboltd, Darwin, Moreno.
Venían a una tierra de confines y esa emoción la Patagonia no la perdió. Evidentemente la presencia humana se diluye en la Patagonia, allí hay posibilidad de encontrar una ruta y nada más. Esto le devuelve esa sensación de misterio, de tierra de aventuras y en el mundo eso casi ya no queda.
-Y en estos paisajes también encontrás a tus personajes, personajes extraños, a veces inverosímiles...
-La Patagonia tiene antecedentes de personajes así, muy originales. Pero en "Historias mínimas" trate de huir de los personajes muy originales y hacer una película de gente cotidiana y común.
-Pero los personajes de tu película logran, desde su simpleza, parecerlo. Vivir en una geografía tan dura les da un aire quijotesco...
-Sí, sin duda. Son vidas muy duras en lugares muy duros. Vivir en Patagonia ya es una aventura, una aventura extraña.
-Tu idea de filmar "Historias mínimas" con personas que no son actores nació cuando hiciste aquella publicidad para una compañía de teléfono en Clemente Onelli (Río Negro) con un lugareño...
-Sí, la idea de filmar con personas del lugar nace un poco de esta experiencia que surgió haciendo esa publicidad. Y lo de Clemente Onelli disparó la idea de hacer una película con no actores.
Para el comercial yo había llevado actores. Y allí me encontré con la gente del lugar y mucha de ella hablaba por teléfono por primer vez en su vida y se armó una fiesta y decidí hacer la publicidad con la gente. Tuvo un fuerte impacto por eso. Porque la gente reconoció que eso era de verdad y que no era un actor haciendo de.
-Desde entonces apostás a la distancia mínima entre el personaje y el ser humano...
-Claro, así es. Y para mi sorpresa salí mejor de lo que se podía prever. Dicho en su momento era un riesgo salir a rodar con no actores, a la Patagonia, justo cuando estaba por empezar el invierno, era riesgo por todas partes. Pero -curiosamente- todo marchó, yo estoy contentísimo con los resultados de mis no actores. Hubiese sido otra "Historias mínimas" con actores, no hubiese sido "Historias mínimas".
-El personaje de María, la protagonista, ¿también nació en Clemente Onelli ?
-El personaje de María, a quien le prestaron la estación de ferrocarril para vivir, lo conocí en Clemente Onelli cuando habían levantado la frecuencia del tren. Su marido se había quedado sin trabajo pero le permitieron vivir allí. Pero en realidad, los personajes de "Historias mínimas son una parte de ficción y otra de retazos de personas que fui conociendo. El viejo tiene algo de un viejo que conocí en Fitz Roy y que mataron hace dos años y que tenía un almacén de ramos generales.
-¿Cuál es la genealogía de "Historias mínimas"?
-Una película referencial fue obviamente la película de David Lynch "Una historia sencilla", es también la historia de un viejo que hace un viaje un poco inverosímil- en este caso en una cortadora de césped- para poner en orden ciertas cosas antes de morir, y por otra parte otra referencia fue la película de Vittorio De Sica, "Milagro en Milán", que no hace a la anécdota pero sí al espíritu de la película. Es una película muy naif.
-¿En qué cambió tu narrativa teniendo en cuenta que la mayor cantidad del tiempo hacés publicidad ? ¿Es diferente el cine que hacés hoy al de 15 años atrás? Hablás de un espectador que cambió, que es más ágil y que busca cosas más simples. Haber elegido contar relatos simples ¿también tiene que ver con esto?
-En realidad son cosas diferentes. El espectador -en general- se ha vuelto en los últimos 10 ó 15 años más ágil mentalmente. Acepta muchas cosas no explicadas. Creo que el lenguaje de la tevé, los clips, todo ese bombardeo, más el zapping, hace que el espectador sea un poco más neurótico y por otra parte más ágil.
Eso -por un lado- te permite hacer un cine con menos explicaciones. Y con respecto a la publicidad y a la relación que tiene con el cine, creo que no tiene ninguna relación. La publicidad tiene un objetivo totalmente distinto que es vender y el lenguaje publicitario es muy formal y barroco y si hacés en hora y media con lo que hacés en 30 segundos vas a ser insoportable. Los largometrajes pasan por sus personajes y por sus historias. Eso es su alma, salvo que sea un largometraje de efectos especiales, claro.
-"Historias mínimas" y la apelación a la simpleza, a la ingenuidad tiene que ver con un momento vital tuyo o hay algo que se explica en el momento de este país, algo que mueve el inconsciente colectivo
- Me di cuenta de que la película funciona notablemente y creo que se debe a un montón de cosas aleatorias al momento. Si bien lo naif estaba flotando del espíritu de "Milagro en Milán" que era muy fuerte en mí (siempre cuando empiezo un proyecto tomo algunas referencias, como para saber para qué lado va la película), sabía que quería hacer una película en una cierta ingenuidad.
También me sentí influenciado por cierto cine iraní, que también desarrolla historias aparentemente muy triviales; pero evidentemente hay algo de movimiento hacia lo colectivo porque la película toca con nuestro momento histórico o al menos ayuda a digerirlo.
Es como una bocanada de aire, como me dijo un italiano "Historias mínimas" es como el viento fresco de la Patagonia".

Susana Yappert
syappert@rionegro.com.ar

La inseguridad del director

- Más allá de los premios, ¿en qué te transformó "Historias mínimas"?
- No sé, creo que lo voy a saber dentro de poco. Objetivamente me da posibilidades de seguir, ya hay mucha gente afuera que se interesa en saber cuál va a ser el próximo proyecto y nivel personal creo que "Historias mínimas" me va a dar más seguridad, aunque espero que no demasiada. Hay un porcentaje de la dirección que tiene que ver con la inseguridad porque si no harías un cine muy previsible.
- ¿ Y hay proyecto nuevo? Vos te das largas pausas para pasar a la película siguiente, pausas de años...
-Nunca se sabe. Cada proyecto es una historia distinta. Vos podés hacer una película que anda maravillosamente bien y la siguiente es un desastre. Cada proyecto es distinto, te tiene que dar confianza para la siguiente y cada proyecto muere cuando se termina de rodar, luego se asume el riesgo siguiente y yo todavía no pensé en el siguiente. (S. Y.)

   
    ® Copyright Río Negro Online - All rights reserved    
     
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación